La propia infección por VIH, factor de riesgo cardiovascular en niños

Fenómenos inmunológicos asociados a la propia infección jugarían un papel esencial. Los tratamientos antirretrovirales no parecen ser decisivos en el desarrollo de eventos.

Raquel Serrano. Madrid | raquelserrano@unidadeditorial.es | 24/02/2014 00:00

María Ángeles Muñoz y Talia Sáinz, de Inmunobiología Molecular del Gregorio Marañón, de Madrid. (Lenda)

VISTA:

El tratamiento antirretroviral no es un factor de peso en el mayor riesgo cardiovascular que presentan, frente a la población general, los niños con infección VIH adquirida por transmisión vertical. La posible causa parece estar más en la activación del propio sistema inmune del paciente, según los datos de un estudio, el CaroVIH, en el que han participado seis hospitales de Madrid dotados de consulta de Pediatría VIH. La investigación, pionera en el estudio de VIH y riesgo cardiovascular en niños, se ha publicado en el Journal of Acquired Immune Deficiency Syndromes (JAIDS ), y recoge el estudio de muestras, centralizadas en el Biobanco del Hospital Gregorio Marañón, de Madrid, de 150 niños con infección VIH y otros 150 controles sanos con edades comprendidas entre los 2,5 y los 22 años, casi todos con infección por transmisión vertical.

Punto de inflexión En adultos ya se ha estudiado la relación entre infección por VIH y un aumento del riesgo cardiovascular que, en algunos de los casos, se debe a la influencia de la terapia antirretroviral de alta eficacia para el VIH, ya que es capaz de variar el curso de la enfermedad y de eliminar las enfermedades oportunistas, sobre el sistema lipídico. No obstante, estudios posteriores de interrupción de tratamiento, como el Smart, mostraron que incluso los pacientes que no recibían tratamiento presentaban más incidencia de eventos cardiovasculares como infarto agudo de miocardio y accidente cerebrovascular, fenómeno que fue, en cierta medida, un punto de inflexión porque sugería que el propio VIH ejercía un efecto en el sistema cardiovascular, así como en otros sistemas que se empiezan a deteriorar por envejecimiento, aspectos en los que es complejo discernir hasta qué punto se debe en exclusiva al VIH o a la suma de otros factores.

En población infantil, los datos de partida son muy interesantes, ya que en el estudio CaroVIH los niños tienen infección desde su nacimiento, porque es transmisión vertical, y no siguen hábitos poco saludables que pudieran relacionarse con enfermedad cardiovascular, han indicado a DM Talia Sáinz, principal autora del estudio y del Servicio de Pediatría y del Laboratorio de Inmunobiología, y María Ángeles Muñoz, jefe del Laboratorio de Inmunobiología, ambas del Hospital Gregorio Marañón.

El análisis ecográfico del grosor de la arteria carótida (índice íntima media), un marcador subrogado muy utilizado en adultos para predecir el riesgo cardiovascular, se ha empleado en el CaroVIH en los niños con infección VIH y en los controles.

Prevención pediátrica
Los VIH tienen el grosor íntima media carotídeo significativamente más aumentado que los controles, lo que sugiere que existe un proceso que comienza a edades muy tempranas; el mensaje más importante es que son reversibles y tratables con medidas preventivas -tanto de hábitos dietéticos como de ejercicio físico- que deben acometerse en las consultas multidisciplinares de pediatría", indica Sáinz, y en las que no debería faltar la asistencia psicológica.

Una vez conocido el hecho, la siguiente cuestión es: ¿a qué se debe? La profesional señala que la mayoría de los niños seguían tratamiento antirretroviral. Pero, al contrario que en otros estudios, en el CaroVIH se ha observado que los fármacos "no son un factor de peso determinante; no están claramente asociados".

Variables VIH
Sin embargo, Muñoz recalca que, en lo que se refiere a las variables asociadas al VIH, "parece haber una serie de fenómenos inmunológicos vinculados a la infección por VIH que están influyendo, "sobre todo los relacionados con los linfocitos CD4, que desempeñan un papel determinante en la infección por VIH.

Conocidos estos aspectos, y también que muchas enfermedades asociadas al sida se ligan con el envejecimiento prematuro, se está otorgando mucho más peso a la inflamación y a la activación del sistema inmune. "Ello significa que tener una infección latente, porque se trata el virus pero no se erradica, hace que el sistema inmune se encuentre en un estado de activación y alerta permanente, lo que, unido a inflamación crónica, hecho común en los pacientes VIH, provoca que el sistema inmune envejezca de forma prematura. Este hecho también se ha observado en estudios en población infantil".

(Acquir Immune Defic Syndr. 65, 1, 1, 2014).

Sin relación directa causa efecto

El estudio CaroVIH ha analizado en un subgrupo de niños marcadores de activación inmune, de senescencia, así como inflamatorios y de riesgo cardiovascular para saber si éstos son causa de mayores posibilidades de riesgo cardiovascular.

Los niños presentan más activación inmune y más senescencia, sobre todo aquéllos con cargas virales detectables, pero también se ha determinado que estos marcadores no tienen una asociación directa con el marcador ecográfico de riesgo cardiovascular.