lunes, 27 de octubre de 2014

La tolerancia permanente, reto de la inmunoterapia de alimentos - DiarioMedico.com

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CONGRESO DE ALERGOLOGÍA

La tolerancia permanente, reto de la inmunoterapia de alimentos

Los pacientes no tienen la certeza de estar protegidos si abandonan esta estrategia. En ciertos casos se han observado cambios genéticos favorables en los pacientes tratados
Alejandro Segalás. Salamanca | dmredaccion@diariomedico.com   |  27/10/2014 00:00
  

Pablo Rodríguez del Río
Pablo Rodríguez del Río, coordinador científico del congreso de SEAIC. (DM)
La inmunoterapia con alimentos para combatir alergias consta de una fase de inducción y otra de mantenimiento, mientras que la de dieta exenta todavía no está reglada y comprobada, otorgando a estas patologías un carácter crónico, según explicó a Diario Médico Pablo Rodríguez del Río, coordinador del comité científico del XXIX Congreso de la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC) que se ha celebrado en Salamanca.

"Hay mucho que aprender en la dieta exenta", destaca Rodríguez del Río, y añade que todavía es muy difícil que, tras un tratamiento prolongado, un paciente pueda estar sin tomar dosis y que cuando se exponga de nuevo al alimento no le produzca reacción.

Estos tratamientos, que pueden suponer una mejora en la calidad de vida de los pacientes, comienzan con la fase de inducción, que generalmente es de carácter intrahospitalario.

Mantenimiento
Cuando el paciente ha conquistado el objetivo -200 ml de leche o un huevo-, entra en la fase de mantenimiento: tomar 200 ml de leche una vez al día o huevo tres veces a la semana y poco hechos. "La fase de mantenimiento tiene una duración indeterminada, ya que se desconoce qué puede suceder si el paciente abandona el tratamiento. El usuario está protegido, ya que toma esta dosis de leche o huevo de manera mantenida, pero si un fin de semana, por ejemplo, se olvida de tomársela, los efectos son todavía desconocidos", alerta Rodríguez del Río. 

En los últimos cinco años se han realizado estudios para conocer qué sucede tras una dieta de evitación. Consisten en pedir a los pacientes que dejen de tomar leche o huevo tras un periodo estipulado que el propio médico decide y después se vuelve a valorar la tolerancia del usuario. Estos estudios analizan periodos de entre uno y seis meses de evitación, en función de la duración de la fase de mantenimiento.

"Cuando tras un mes sin tomar leche estos pacientes la ingieren y no les ocurre nada malo, muchos autores consideran que se han curado, aunque para mí afirmar esto es demasiado", defiende, y remarca que "el estudio en el que más ha durado esta fase de evitación se ha hecho con cacahuete, que es el modelo americano, en el que se llegó a seis meses". Tras dos años de tratamiento con cacahuete, 23 pacientes hicieron una dieta exenta de tres meses y luego de seis, y de estos 23, que después de dos años toleraban 24 mg de cacahuete, sólo cuatro llegaron a tolerar el cacahuete después del periodo de evitación.

No obstante, Rodríguez del Río deja una puerta abierta a la esperanza, debido a que en otros casos se ha visto cómo se producían cambios genéticos en los pacientes que sugerían una "tolerancia permanente" incluso cuando pasaron a una dieta de evitación.

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