jueves, 30 de junio de 2016

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06/23/2016 02:51 PM EDT


Fuente: Administración de Alimentos y Medicamentos
Página relacionada en MedlinePlus: Memoria



Cómo lidiar con la pérdida de la memoria


A tree in the shape of a head with missing leaves

En esta página:

Todo el mundo tiene lagunas mentales leves de vez en cuando. Un día no encuentras las llaves del auto y al siguiente pierdes las gafas para leer.
Por lo general, esto sólo indica un cerebro normal que está constantemente priorizando, clasificando, almacenando y recordando todo tipo de información. ¿Pero cómo sabe uno cuando la pérdida de memoria es anormal y debiera ser evaluada por un profesional de la salud? Éstas son algunas preguntas que debe considerar:
  • ¿Está afectando la pérdida de memoria sus actividades diarias, tales como manejar, calcular el saldo de la chequera y mantener una buena higiene personal?
  • ¿Con qué frecuencia se presentan las lagunas mentales? Una cosa es olvidar donde estacionó el auto de vez en cuando, pero no es normal olvidar continuamente el espacio de estacionamiento que tiene asignado o faltar a sus citas de manera reiterada. Es probable que las lagunas mentales frecuentes sean evidentes porque tienden a interferir con la vida cotidiana.
  • ¿Qué está olvidando? La mayoría de la gente tiene problemas para recordar algunos detalles de una conversación, pero olvidar conversaciones enteras podría indicar un problema. Otras señales de alerta son: olvidar el nombre de un amigo o familiar cercanos, repetir lo que ya dijo o hacer las mismas preguntas con frecuencia en la misma conversación.
  • ¿Hay indicios de confusión? Las lagunas mentales graves pueden ocasionar que una persona se pierda en un lugar conocido o que ponga algo en el lugar incorrecto porque no puede recordar donde va (como las llaves del auto en el refrigerador).
  • ¿La pérdida de memoria está empeorando? Si siente que olvida cada vez más cosas con el tiempo, debe ser evaluado por un profesional de la salud.

¿Qué causa la pérdida de la memoria?

Cualquier cosa que afecte la cognición —el proceso de razonar, aprender y recordar— puede afectar la memoria. Los médicos utilizan una combinación de estrategias para tener una mejor idea de qué está sucediendo, explica el Dr. Ranjit Mani, M.D., neurólogo de la División de Productos Neurológicos de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés).
Los médicos evalúan la pérdida de la memoria trazando un historial médico, haciendo preguntas para poner a prueba la capacidad mental, llevando a cabo reconocimientos físicos y neurológicos, y realizando análisis de sangre y orina. Las imágenes del cerebro —tomadas ya sea mediante tomografías axiales computarizadas (TAC) o imágenes por resonancia magnética (IRM)— pueden ayudar a identificar los tumores y los derrames cerebrales, que a veces pueden causar una pérdida de la memoria.
“El objetivo es descartar factores que son potencialmente reversibles y determinar si la pérdida de memoria se debe a alguna enfermedad más grave del cerebro”, señala el Dr. Mani.
Algunas causas de la pérdida de la memoria pueden presentarse al mismo tiempo o de manera individual:
  • Los medicamentos que pueden interferir con la memoria incluyen las pastillas para dormir, los antihistamínicos de venta sin receta, los que sirven para tratar la ansiedad, los antidepresivos, algunos utilizados para tratar la esquizofrenia y los analgésicos usados después de una cirugía, ya sean de venta con o sin receta médica (u OTC, como se conoce a estos últimos en inglés).
  • Un consumo excesivo de alcohol puede causar una deficiencia de vitamina B1 (tiamina), lo cual puede perjudicar la memoria. El alcohol y las drogas ilícitas pueden alterar la química del cerebro y afectar la memoria.
  • El estrés, en especial debido a un trauma emocional, puede causar pérdida de la memoria. En casos extremos y poco comunes, puede presentarse un trastorno llamado amnesia disociativa. “Esto puede hacer que alguien vague por ahí perdido, sin poder recordar su nombre o la fecha de su nacimiento, u otra información elemental”, explica el Dr. Mani. “Esto por lo general se corrige solo”.
  • La depresión, que es común con el envejecimiento, causa una falta de atención y capacidad para concentrarse que puede afectar la memoria. “Por lo general, tratar la depresión mejorará el estado de ánimo y, entonces, los problemas de la memoria también pueden irse corrigiendo”, señala el Dr. Mani.
  • Un golpe en la cabeza puede causar una pérdida de la conciencia y de la memoria. “La pérdida de memoria por un solo incidente de traumatismo craneal por lo general permanece sin cambio o hay una mejora gradual, pero no empeora”, aclara el Dr. Mani. Sin embargo, los traumatismos reiterados, como en el caso de los boxeadores y los jugadores de futbol americano, puede acarrear una pérdida progresiva de la memoria, entre otros efectos.
  • Las personas con VIH, tuberculosis, sífilis, herpes y otras infecciones de las membranas o la substancia gris del cerebro pueden experimentar problemas de la memoria.
  • Una tiroides hipoactiva o hiperactiva puede interferir con el recuerdo de acontecimientos recientes.
  • El poco sueño de calidad puede afectar la memoria.
  • La deficiencia de vitaminas B1 y B12 pueden afectar la memoria, pero pueden tratarse con una pastilla o una inyección.
Como parte del proceso normal de envejecimiento, a algunas personas se les puede hacer más difícil recordar ciertos tipos de información, tal como los nombres de las personas.
Sin embargo, el deterioro cognitivo leve es un padecimiento que se caracteriza por un déficit de memoria que va más allá del esperado para la edad, pero no basta para afectar las actividades diarias.
La forma más grave de pérdida de la memoria es la demencia. Con la demencia, hay un deterioro creciente de la memoria y de otros aspectos del pensamiento que son lo suficientemente graves como para trastocar las actividades diarias. Aunque tiene muchas causas, la más común es sin duda la enfermedad de Alzheimer, en la cual hay una pérdida progresiva de neuronas, acompañada de otras anomalías en el cerebro.

¿Se puede prevenir la pérdida de la memoria?

Ya hay ensayos clínicos en marcha para poner a prueba intervenciones específicas para la pérdida de la memoria. Las investigaciones han demostrado que la combinación de niveles cambiantes de estrógeno y progestina aumentaba el riesgo de padecer demencia en las mujeres mayores de 65 años. No hay pruebas de que la hierba ginkgo biloba prevenga la pérdida de la memoria.
No obstante, hay algunas cosas que uno puede hacer que podrían ayudar a reducir el riesgo de presentar problemas de la memoria: 
  • Reduzca su nivel de colesterol y de la presión arterial. Varios estudios de los últimos años sugieren que las enfermedades vasculares (cardiopatías y derrames cerebrales) derivadas de un colesterol y presión arterial altos pueden contribuir a la manifestación de la enfermedad de Alzheimer, a su severidad o a la manifestación de la demencia multiinfarto (también llamada demencia vascular).
  • No fume ni consuma alcohol en exceso.
  • Haga ejercicio regularmente. Actividad física puede ayudar a mantener el flujo sanguíneo hacia el cerebro y reducir los factores de riesgo relacionados con la demencia.
  • Mantenga hábitos de alimentación saludables. Se ha demostrado que comer más verduras de hoja verde y menos grasas saturadas ayuda a retardar el deterioro cognitivo. Además, comer pescado que contengan beneficiosos ácidos grasos omega 3, como el salmón y el atún, puede ser bueno para la salud del cerebro.
  • Mantenga interacciones sociales, lo cual puede ayudar a reducir el estrés.
  • Mantenga activo su cerebro. Algunos expertos sugieren que plantearle retos al cerebro con actividades tales como leer, escribir, aprender una nueva destreza, jugar y practicar la jardinería estimula las neuronas y las conexiones entre ellas, y puede estar relacionada con un menor riesgo de padecer demencia.
Este artículo está disponible en la página de Artículos para el Consumidor de la FDA, en la cual se publican las últimas novedades sobre todos los productos regulados por la FDA.
Acutalizado el 21 de junio de 2016
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Coping With Memory Loss


A tree in the shape of a head with missing leaves

On this page:

Everyone has mild memory lapses from time to time. You can’t find your car keys one day, and your reading glasses go missing the next.
These are usually just signs of a normal brain that’s constantly prioritizing, sorting, storing, and retrieving all types of information. But how do you know when memory loss is abnormal – and should be evaluated by a health care professional? Here are some questions to consider:
  • Does the memory loss disrupt daily living, such as driving, balancing a checkbook, and maintaining personal hygiene?
  • How often do memory lapses occur? It’s one thing to forget where you parked your car once in a while, but it’s not normal to regularly forget your assigned parking spot or to miss appointments over and over. Frequent memory lapses are likely to be noticeable because they tend to interfere with daily living.
  • What’s being forgotten? Most people have trouble remembering some details of a conversation, but forgetting whole conversations could signal a problem. Other red flags: forgetting the name of a close friend or relative, frequently repeating yourself or asking the same questions in the same conversation.
  • Are there signs of confusion? Serious memory lapses may cause individuals to get lost in a familiar place or put something in an inappropriate place because they can’t remember where it goes (think car keys in the refrigerator).
  • Is the memory loss getting worse? If you feel you’re forgetting more and more over time, you should be evaluated by a health professional.

What Causes Memory Loss?

Anything that affects cognition—the process of thinking, learning, and remembering—can affect memory. Doctors use a combination of strategies to gain better insight into what’s going on, says Ranjit Mani, M.D., a neurologist in FDA’s Division of Neurology Products.
Doctors evaluate memory loss by taking a medical history, asking questions to test mental ability, conducting a physical and neurological examination, and performing blood and urine tests. Brain imaging – either using computerized axial tomography (CAT) scans or magnetic resonance imaging (MRI) – can help to identify strokes and tumors, which can sometimes cause memory loss.
“The goal is to rule out factors that are potentially reversible and determine if the memory loss is due to a more serious brain disease,” Mani says.
Some causes of memory loss can occur together or individually:
  • Medications that can interfere with memory include over-the-counter (OTC) and prescription sleeping pills, OTC antihistamines, anti-anxiety medications, antidepressants, some drugs used to treat schizophrenia, and pain medicines used after surgery.
  • Heavy alcohol use can cause deficiencies in vitamin B1 (thiamine), which can harm memory. Alcohol and illicit drugs can change chemicals in the brain and affect memory.
  • Stress, particularly because of emotional trauma, can cause memory loss. In rare, extreme cases, a condition called psychogenic amnesia can result. “This can cause someone to wander around lost, unable to remember their name or date of birth or other basic information,” Mani says. “It usually resolves on its own.”
  • Depression, which is common with aging, causes a lack of attention and focus that can affect memory. “Usually treating the depression will improve mood, and the memory problems may then also improve,” Mani says.
  • A blow to the head can cause a loss of consciousness and memory loss. “Memory loss from a single episode of head trauma typically stays the same or gradually gets better, but not worse,” Mani says. However, repeated head trauma, as in boxers and footballers can result in progressive loss of memory and other effects.
  • People with HIV, tuberculosis, syphilis, herpes, and other infections of the lining or substance of the brain may experience memory problems.
  • An underactive or overactive thyroid can interfere with remembering recent events.
  • Lack of quality sleep can affect memory.
  • Deficiencies of vitamins B1 and B12 can affect memory, and can be treated with a pill or an injection.
As part of the normal aging process, it can be harder for some people to recall some types of information, such as the names of individuals.
Mild cognitive impairment, however, is a condition characterized by a memory deficit beyond that expected for age, but is not sufficient to impair day-to-day activities.
The most serious form of memory loss is dementia. With dementia, there is increasing impairment of memory and other aspects of thinking that are sufficiently severe to impair daily activities. While this has many causes, the most common by far is Alzheimer’s disease, in which there is a progressive loss of brain cells accompanied by other abnormalities of the brain.

Can Memory Loss Be Prevented?

Clinical trials are underway to test specific interventions for memory loss. Research has shown that the combination of shifting estrogen and progestin levels increased the risk of dementia in women older than 65. There is no evidence that the herb ginkgo biloba prevents memory loss.
But still, there are some things you can do that might help reduce the risk of developing memory problems:
  • Lower your cholesterol and blood pressure. Several studies in recent years have suggested that vascular diseases (heart disease and stroke) that result from elevated cholesterol and blood pressure may contribute to the development of Alzheimer’s disease, its severity, or the development of multi-infarct dementia (also called vascular dementia).
  • Don’t smoke or abuse alcohol.
  • Get regular exercise. Physical activity may help maintain blood flow to the brain and reduce risk factors associated with dementia.
  • Maintain healthy eating habits. Eating more green leafy vegetables and less saturated fats has been shown to help slow cognitive decline. Also, eating fish with beneficial omega-3 fatty acids, such as salmon and tuna, may benefit brain health.
  • Maintain social interactions, which can help reduce stress.
  • Keep your brain active. Some experts suggest that challenging the brain with such activities as reading, writing, learning a new skill, playing games, and gardening stimulates brain cells and the connections between the cells, and may be associated with a lower risk of dementia.
This article appears on FDA's Consumer Updates page, which features the latest on all FDA-regulated products.
Published: January 6, 2010
Updated: June 21, 2016

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