martes, 11 de febrero de 2014

Unos científicos generan células productoras de insulina en ratones diabéticos: MedlinePlus

Unos científicos generan células productoras de insulina en ratones diabéticos: MedlinePlus



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Unos científicos generan células productoras de insulina en ratones diabéticos

Si los resultados iniciales se traducen a los humanos, quizá en un futuro se elimine la necesidad de las inyecciones diarias, afirman los investigadores
Traducido del inglés: viernes, 7 de febrero, 2014
Imagen de noticias HealthDay
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JUEVES, 6 de febrero de 2014 (HealthDay News) -- En lo que se trata de un avance potencial para el tratamiento de la diabetes tipo 1, unos investigadores han convertido con éxito células cutáneas de ratones en células beta productoras de insulina.
Y cuando esas células se trasplantaron a unas cuantas docenas de ratones diabéticos, sus niveles de glucemia volvieron casi a la normalidad, hallaron los investigadores.
Además, anotaron, la técnica utilizada para transformar esas células es más segura que otros métodos que se han utilizado para convertir un tipo de célula en otro.
Si este tratamiento funciona en los humanos como en los ratones (lo que sigue siendo un gran obstáculo), podría significar el fin de las inyecciones diarias de insulina para las personas con diabetes tipo 1, sugirieron los investigadores.
"Si podemos producir células beta ilimitadas, esto representaría una cura potencial para la diabetes tipo 1", aseguró el autor principal del estudio, el Dr. Sheng Ding, investigador principal de los Institutos Gladstone y profesor de química farmacéutica de la Universidad de California, en San Francisco.
La diabetes tipo 1 es una enfermedad autoinmune, según la JDRF, que antes se conocía como la Juvenile Diabetes Research Foundation. Esto significa que el sistema inmunitario del cuerpo ataca a células sanas en lugar de células foráneas, como las bacterias.
En el caso de la diabetes tipo 1, el sistema inmunitario destruye las células beta, que producen la insulina en el páncreas. La insulina es una hormona que es necesaria para metabolizar de forma adecuada los carbohidratos de los alimentos para proveer energía para el cuerpo y el cerebro.
Las personas con diabetes tipo 1 producen poca insulina, o no la producen. Para sobrevivir, deben inyectarse insulina varias veces al día o usar una bomba de insulina que suministra insulina a través de un pequeño tubo que se inserta bajo la piel cada unos cuantos días.
Ding aseguró que se ha tenido éxito al reemplazar las células beta mediante trasplantes, pero que hay desventajas. Las personas que reciben trasplantes deben tomar fármacos inmunosupresores, que tienen efectos secundarios y riesgos a largo plazo. Además, simplemente no hay suficientes donantes para satisfacer la demanda potencial. Y en la diabetes tipo 1, el sistema inmunitario siempre está listo para destruir las nuevas células productoras de insulina.
De forma que lo necesario es un gran suministro de células beta para trasplantar. De eso surgió la idea de convertir las abundantes células, como las de la piel, en células beta.
Otros investigadores han tomado células cutáneas y las han revertido a lo que se conoce como "células madre pluripotentes inducidas", que son similares a un lienzo en blanco que entonces se puede animar a convertirse en casi cualquier tipo de célula. Pero eso es un proceso complicado que depende de los virus para introducir las instrucciones de reprogramación de las células. Ese proceso puede provocar que las células continúen reproduciéndose, lo que puede conducir a cánceres, según los Institutos Nacionales de Salud de EE. UU.
Pero Ding y sus colaboradores pudieron convencer a células existentes para que funcionaran como células beta pancreáticas sin un virus, y sin regresarlas hasta la etapa de lienzo en blanco.
"Usamos una estrategia distinta", explicó Ding. "Usamos moléculas pequeñas o medicamentos para inducir la activación celular. Dimos a la célula un mayor potencial, pero no la regresamos hasta convertirse en la célula más primitiva, y entonces proporcionamos un conjunto distinto de señales para dirigir a las células a la etapa de célula beta pancreática. Es un proceso más seguro y rápido".
Los investigadores consideran que este estudio es un primer paso. "Se trata de un estudio de principio de prueba", aseguró Ding. "Debemos optimizar más nuestra estrategia para las células humanas. Debemos comprender las limitaciones y desafíos de reprogramar las células fuera del cuerpo y luego reintroducirlas al organismo. En última instancia, esperamos proveer una pastilla que funcione de forma específica para reprogramar las células en el cuerpo".
Un experto que no participó en el estudio describió otros beneficios potenciales.
"Una de las ventajas de este método es que al realizar este tipo de reprogramación en un paso, el resultado no es el tipo de células que tienen un potencial de proliferación descontrolada. Eso podría ser una ventaja de seguridad. Este método también podría, en teoría, ahorrar muchísimo en el costo", planteó Albert Hwa, científico principal de programa de la JDRF.
Sin embargo, otra experta apuntó que los resultados de estudios animales no siempre aplican a los humanos.
"Es un magnífico estudio en ratones. El próximo paso debe ser ver si sucede con células humanas. Las células de ratón son muy diferentes. Aunque hemos aprendido mucho del ratón, esto debe adaptarse a los humanos", planteó Julia Greenstein, vicepresidenta de terapias de cura de la JDRF.
"Si funciona en humanos, potencialmente se podría producir un producto para trasplantarlo a una persona", apuntó, y añadió que esas células tendrían que encapsularse o las personas tendrían que tomar un fármaco inmunosupresor, porque sería demasiado costoso producir estas líneas celulares a partir de las células de cada individuo.
Este estudio también ampliará el conocimiento sobre la medicina regeneradora, afirmó Greenstein. "Si podemos comprender algunas de estas señales [de reprogramación], quizá podemos comprender cómo cambiarlas", anotó.
Ding dijo que aunque tienen esperanzas sobre su método, es demasiado pronto para predecir cuándo podrían comenzar ensayos con humanos.
Los resultados del ensayo aparecen en la edición del 6 de febrero de la revista Cell Stem Cell.

Artículo por HealthDay, traducido por Hispanicare
FUENTES: Sheng Ding, Ph.D., senior investigator, Gladstone Institutes, and professor, pharmaceutical chemistry, University of California, San Francisco; Albert Hwa, Ph.D., senior program scientist, JDRF; Julia Greenstein, Ph.D., vice president of cure therapies, JDRF; Feb. 6, 2014, Cell Stem Cell, online
HealthDay

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