viernes, 28 de febrero de 2014

La globalización y el cambio climático traen de vuelta las chinches y otras plagas | Sociedad | EL PAÍS

La globalización y el cambio climático traen de vuelta las chinches y otras plagas | Sociedad | EL PAÍS



La globalización y el cambio climático traen de vuelta las chinches y otras plagas

En los hoteles las chinches de la cama son las especies que más han aumentado

El crecimiento de las urbes, la globalización y el cambio climático son algunas de las causas



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Cucaracha en una mesa de un hospital de Madrid.


Roedores, cucarachas y chinches de la cama son las plagas más extendidas en la Península Ibérica en los últimos cinco años, como consecuencia del crecimiento de las urbes, la globalización, el cambio climático, el incremento de los viajes o el tránsito de mercancías por el mundo, según ha mostrado un estudio realizado por la Asociación Nacional de Empresas de Control de Plagas (Anecpla).
Se trata de una investigación que ha tenido como objetivo analizar la evolución del sector de servicios biocidas y de las plagas urbanas en España y Portugal, en el último quinquenio, y que ha sido presentadoeste viernes en el marco del Congreso Profesional y Feria de Control
de Plagas y Sanidad Ambiental, Expocida Iberia 2014.
Las plagas sobrepasan fronteras y son un grave problemamedioambiental y de salud pública. "En los próximos años asistiremos a un incremento de la población de plagas. El crecimiento de las ciudades,el calentamiento global, con inviernos cada vez más templados y ciclos
reproductivos más cortos, y la expansión del turismo, contribuirán enbuena parte a ello", ha aseverado la directora general de Anecpla, Milagros Fernández de Lezeta.
Además de combatir plagas tradicionales y especies como las chinches de la cama, que hasta hace unos años estaban erradicadas en España, las empresas se enfrentan ahora a otras especies exóticas invasoras como el mosquito tigre, la avispa asiática y americana, el picudo rojo y negro, la cotorra argentina, la cotorra Kramer o la Periplaneta americana (cucaracha americana). La cucaracha Supella Longipalpa, de origen africano, y conocida como la cucaracha de banda marrón, es una de las últimas especies que amenaza con asentarse en España. 
En concreto, el estudio elaborado por Anecpla señala que los mayoresincrementos, según especie y establecimiento, se han registrado en elcontrol de cucarachas y roedores, excepto en los hoteles, donde los servicios contra las chinches de la cama son los que han experimentado un mayor incremento, seguido de las cucarachas.
En el caso de hospitales y residencias geriátricas, las especies que más se han incrementado son las cucarachas y las chinches de cama. De este modo, los roedores son para el 87,13% de las empresas españolas una de las especies más importantes en cuanto a la prestación de servicios, seguidas por las chinches de la cama (70,13%) y las tres especies de cucarachas habituales (germánica, americana y oriental). 
Pero los principales servicios prestados por las empresas de control de plagas en España son, por este orden, los servicios de desinsectación(prestados por el 92% de las empresas), desratización (90%), chinchesde la cama (73%), tratamientos de madera -termitas y xilófagos- (71%) y legionella (67%).

Asimismo, en la tercera edición de Expocida Iberia 2014 se han evaluado también problemas sanitarios como los brotes de legionella, de los que en España se contabilizan alrededor de 45 al año y provocan fallecidos; las aves-plaga, que demás de ensuciar las ciudades y dañar el patrimonio histórico, constituyen un gran foco de enfermedades; o las termitas, que afectan especialmente a las construcciones localizadas en los cascos antiguos de las ciudades, y que causan pérdidas anuales, cifradas en millones de euros, poniendo en riesgo la seguridad de los inquilinos.

Una dieta vegetariana podría ayudar a reducir la presión arterial, sugiere una investigación: MedlinePlus

Una dieta vegetariana podría ayudar a reducir la presión arterial, sugiere una investigación: MedlinePlus

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Una dieta vegetariana podría ayudar a reducir la presión arterial, sugiere una investigación

Una revisión japonesa de 39 estudios muestra que un menú sin carne podría mejorar la salud cardiovascular, pero los hallazgos son preliminares
Traducido del inglés: miércoles, 26 de febrero, 2014
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LUNES, 24 de febrero de 2014 (HealthDay News) -- Adoptar una dieta vegetariana podría ayudar a las personas a reducir su presión arterial, sugiere un gran estudio japonés.
La investigación, una revisión de 39 estudios que incluyeron a casi 22,000 personas, halló que los vegetarianos tenían una presión arterial que era significativamente más baja que la de las personas que comían carne.
En promedio, las reducciones observadas en los estudios eran de 5 a 7 milímetros de mercurio (mm/Hg) en la presión arterial sistólica (el número superior) y de 2 a 5 mm/Hg en la presión arterial diastólica (el número inferior).
Aunque esos resultados son modestos, las directrices clínicas sugieren que podrían reducir el riesgo de ataque cardiaco de una persona en un 9 por ciento y el riesgo de accidente cerebrovascular (ACV) en un 14 por ciento si se mantienen con el tiempo, señalaron los autores del estudio.
Pero al menos un cardiólogo dijo que los hallazgos del estudio son preliminares y que no está listo para aconsejar a sus pacientes que abandonen la carne.
Los autores del estudio dijeron que no pareció importar qué tipo de dieta vegetariana seguía una persona: si se trataba de las que enfatizan las verduras, los granos, las legumbres y las frutas; de las que incluyen productos lácteos, huevos y pescado; de las que solo excluyen la carne, o vegana (que también excluye los lácteos).
"No hubo diferencias estadísticamente significativas entre los patrones dietarios vegetarianos específicos", apuntó la investigadora, Yoko Yokoyama, del departamento de medicina preventiva del centro Nacional Cerebral y Cardiovascular de Osaka.
Pero, añadió, esto podría deberse a que los estudios sobre la dieta vegana eran pequeños y quizá no hayan tenido suficiente poder estadístico para influir sobre los resultados en general.
El estudio tampoco pudo diferenciar qué nutrientes de las dietas vegetarianas eran responsables del beneficio aparente. Pero los investigadores tienen algunas teorías. Apuntan a estudios anteriores que mostraron que todas las dietas más bajas en sodio y más ricas en potasio y proteínas vegetales, como tienden a ser las dietas vegetarianas, tendían a reducir la presión arterial.
32 de los estudios incluidos en la revisión solo compararon las diferencias entre las personas que comían carne y las que no. Esos tipos de estudios solo describen relaciones, no pueden probar que la dieta por sí sola fuera el motivo de que los vegetarianos tuvieran una presión arterial más baja que los carnívoros.
Apenas siete estudios de la revisión asignaron al azar a los participantes a comer carne o no. Se considera que esos tipos de estudios ofrecen un tipo de evidencia más firme. Los resultados de esos estudios fueron mezclados. Pero en general también mostraron un beneficio ligero y significativo, dijeron los autores del estudio.
Los hallazgos del estudio aparecen en la edición en línea del 24 de febrero de la revista JAMA Internal Medicine.
Un cardiólogo que no participó en el estudio dijo que le gustaría ver investigaciones adicionales antes de aconsejar a sus pacientes que renunciaran a la carne.
"La mayoría de los datos de la revisión provienen de estudios observacionales, y apenas hubo un total de 311 pacientes evaluados en ensayos clínicos de duración limitada", señaló el Dr. Gregg Fonarow, jefe asociado de la división de cardiología de la UCLA, en Los Ángeles.
"Se necesitan más estudios", añadió.

Artículo por HealthDay, traducido por Hispanicare
FUENTES: Yoko Yokoyama, Ph.D., MPH, department of preventive medicine, National Cerebral and Cardiovascular Center, Osaka, Japan; Gregg Fonarow, M.D., associate chief, UCLA Division of Cardiology, Los Angeles; Feb. 24, 2014, JAMA Internal Medicine
HealthDay
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Tener fiebre en el primer trimestre podría aumentar el riesgo de defectos de nacimiento: MedlinePlus

Tener fiebre en el primer trimestre podría aumentar el riesgo de defectos de nacimiento: MedlinePlus

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Tener fiebre en el primer trimestre podría aumentar el riesgo de defectos de nacimiento

Una revisión halló una asociación, pero los investigadores comentaron que las mujeres pueden tomar Tylenol de forma segura para rebajar la temperatura corporal
Traducido del inglés: miércoles, 26 de febrero, 2014
Imagen de noticias HealthDay
MARTES, 25 de febrero de 2014 (HealthDay News) -- Los bebés nacidos de madres que tienen fiebre al principio del embarazo podrían tener un riesgo ligeramente más alto que sufrir ciertos defectos de nacimiento, según una nueva revisión.
Una serie de estudios han sugerido que hay un vínculo entre la fiebre durante el embarazo y el riesgo de tener defectos de nacimiento. La nueva revisión, publicada en línea el 24 de febrero y en la edición impresa de marzo de la revista Pediatrics, reúne los resultados de trabajos pasados y confirma que, de hecho, sí parece haber una conexión.
Pero los expertos hicieron hincapié en que las razones del vínculo no están claras. Además, incluso si la fiebre de la madre contribuye al riesgo de defectos de nacimiento, se trataría de un aumento muy pequeño en cifras reales.
"Queremos enfatizar el hecho de que dado que estamos tratando principalmente con enfermedades raras, el riesgo general de tener un hijo que sufra de cualquiera de estas afecciones sigue siendo muy pequeño", afirmó la investigadora líder, Julie Werenberg Dreier, estudiante de postgrado en la Universidad del Sur de Dinamarca, en Esbjerg.
En concreto, su equipo halló que en los 46 estudios realizados desde los años 90, la fiebre durante el primer trimestre se relacionó con un aumento de entre un 50 por ciento y el triple del riesgo de paladar hendido, defectos cardiacos y defectos en el tubo neural. Los defectos del tubo neural incluyen malformaciones graves en el cerebro y en la espina dorsal, como la espina bífida.
El primer trimestre fue clave, porque es cuando normalmente toman forma los defectos de nacimiento.
Pero aunque esos aumentos del riesgo suenan altos, las probabilidades de daño para cualquier recién nacido seguiría siendo bastante bajo, aclaró la Dra. Siobhan Dolan, obstetra y asesora médico en March of Dimes.
Por ejemplo, la espina bífida afecta a uno de cada 2,858 recién nacidos en Estados Unidos, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE. UU.
"Se trata de eventos raros", dijo Dolan, que no participó en el estudio. "De modo que, aunque el riesgo sea más alto, las probabilidades de que ocurra son bajas".
Y tanto Dolan como Dreier afirmaron que no está claro si el problema podría ser la fiebre o la infección subyacente.
"Diferenciarlo es difícil", dijo Dolan. "¿Se trata en realidad del calor [de la fiebre]? ¿O es la infección que causa la fiebre?".
Una vez dicho eso, Dolan sugirió que las mujeres vieran los hallazgos como "empoderadores, más que preocupantes". Esto es así porque el acetaminofén (el ingrediente activo del Tylenol) es un febrífugo efectivo, y es seguro usarlo durante el embarazo.
De modo que, si la fiebre aumenta el riesgo de defectos de nacimiento, las mujeres pueden hacer algo al respecto, indicó Dolan.
Y hay evidencias a partir de la investigación con animales de que la fiebre, por sí misma, es la culpable, según Dreier. En varias especies, desde los ratones hasta los monos, se ha hallado que el aumento de la temperatura corporal incrementa el riesgo de un crecimiento fetal deficiente y de defectos de nacimiento.
Además, una serie de estudios han observado si el riesgo de defectos de nacimiento es más bajo cuando las futuras madres tratan su fiebre con acetaminofén u otros febrífugos. Casi todos hallaron que el riesgo era más bajo, o que había desaparecido totalmente, escribió el equipo de Dreier.
Dolan dijo que el acetaminofén es el febrífugo que se elige durante el embarazo, porque no se ha vinculado con ningún riesgo para el feto. Las mujeres pueden tomarlo sin consultar con su médico antes, pero Dolan añadió que deberían tomar solo la dosis recomendada.
El equipo de Dreier también revisó los estudios que observaron el vínculo entre la fiebre y otros problemas, incluyendo el riesgo de autismo, parálisis cerebral, alergias y asma de los niños. Hubo algunas evidencias de un riesgo mayor, pero los estudios tendían a ser inconsistentes, o había muy pocos.
Dreier dijo que se necesitan más estudios a un mayor plazo. Y aunque la revisión halló una asociación entre la fiebre durante el embarazo y un aumento del riesgo de defectos de nacimiento, no probó que hubiera causalidad.
Por ahora, Dolan dijo que el mensaje para las mujeres es tratar su fiebre, sobre todo en el primer semestre.
"Normalmente, durante el embarazo se piensa: 'no hay que tomar nada'", comentó Dolan. "Pero esto sugiere que con la fiebre, hay que hacer lo contrario. Tomar acetaminofén es la solución".

Artículo por HealthDay, traducido por Hispanicare
FUENTES: Julie Werenberg Dreier, graduate student, University of Southern Denmark, Esbjerg; Siobhan Dolan, M.D., M.P.H., medical advisor, March of Dimes, and professor, obstetrics and gynecology and women's health, Albert Einstein College of Medicine, New York City; March 2014, Pediatrics
HealthDay
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Los niños con peso de más que se exponen a sustancias químicas cotidianas podrían tener un riesgo mayor de problemas cardiacos: MedlinePlus

Los niños con peso de más que se exponen a sustancias químicas cotidianas podrían tener un riesgo mayor de problemas cardiacos: MedlinePlus

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Los niños con peso de más que se exponen a sustancias químicas cotidianas podrían tener un riesgo mayor de problemas cardiacos

El sistema endocrino podría ser afectado por los impermeabilizantes y los antimanchas, según un estudio
Mary Elizabeth Dallas
Traducido del inglés: miércoles, 26 de febrero, 2014
Imagen de noticias HealthDay
MARTES, 25 de febrero de 2014 (HealthDay News) -- Los niños con sobrepeso que se exponen a niveles altos de ciertas sustancias químicas en el hogar podrían tener más probabilidades de padecer ciertos factores de riesgo relacionados con las enfermedades cardiacas y la diabetes, según una nueva investigación.
Los científicos hallaron que los compuestos perfluorados (conocidos por su sigla en inglés, PFC), usados como sustancias impermeabilizantes y antimanchas en las alfombras, el mobiliario y los productos textiles, pueden interferir con el sistema endocrino de los niños con sobrepeso. Estos niños, mostró el estudio, son más propensos a mostrar señales tempranas de advertencia de síndrome metabólico, una afección que incluye un grupo de factores de riesgo de las enfermedades cardiacas, accidente cerebrovascular y diabetes.
"Nuestros resultados sugieren que esas sustancias químicas, que se mantienen en el ambiente durante años, podrían representar un peligro importante para la salud pública que amerita más estudios", afirmó la coautora del estudio, Clara Amalie Gade Timmermann, de la Universidad del Sur de Dinamarca.
"Los niños con sobrepeso que se expusieron a niveles más altos de PFC tendían a tener concentraciones más altas de insulina y triglicéridos en la sangre, y estos cambios metabólicos podrían señalar el principio del síndrome metabólico", añadió Timmermann.
El estudio contó con aproximadamente 500 niños de tercer curso. Los investigadores midieron la cintura y el índice de masa corporal (un cálculo de la grasa corporal basado en la estatura y el peso) de cada niño. También examinaron las muestras de sangre tomadas de los niños para evaluar su exposición a los PFC, además de sus niveles de insulina, triglicéridos (una grasa en la sangre) y de azúcar en la sangre.
El estudio, publicado en línea el 25 de febrero en la revista Journal of Clinical Endocrinology & Metabolism, halló que los niños con sobrepeso que tenían niveles más altos de ciertos PFC en la sangre eran más propensos a tener niveles más altos de insulina y de triglicéridos. Los investigadores indicaron que esto no fue así para los niños que tenían un peso normal.
"Aunque los dos tipos de PFC que investigamos se están eliminando gradualmente por motivos de salud, el uso de otros tipos de PFC está en aumento", dijo Timmermann en un comunicado de prensa de la Sociedad de Endocrinología (Endocrine Society). "Hay una necesidad continua de determinar hasta qué punto todos los tipos de sustancias químicas están afectando a la salud de los niños".
Aunque el estudio halló una asociación entre ciertos niveles de PFC en los niños con sobrepeso y niveles más altos de insulina y triglicéridos, no probó que hubiera una relación de causalidad.

Artículo por HealthDay, traducido por Hispanicare
FUENTE: Endocrine Society, news release, Feb. 25, 2014
HealthDay
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Los cajeros podrían absorber una controversial sustancia química mientras manejan los recibos: MedlinePlus

Los cajeros podrían absorber una controversial sustancia química mientras manejan los recibos: MedlinePlus

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Los cajeros podrían absorber una controversial sustancia química mientras manejan los recibos

Pero un pequeño informe no halló unos niveles más altos de BPA entre las personas que usaron guantes
Traducido del inglés: miércoles, 26 de febrero, 2014
Imagen de noticias HealthDay
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MARTES, 25 de febrero de 2014 (HealthDay News) -- Las personas que trabajan en una caja registradora todo el día son más propensas a absorber una sustancia química potencialmente tóxica de los recibos que manejan, halla una investigación reciente.
El papel térmico para los recibos contiene bisfenol A (BPA), que se utiliza para evitar que el color del papel se corra.
Los investigadores descubrieron que las personas que trabajaban un turno de dos horas en una caja registradora experimentaron un aumento en sus niveles de BPA de tres a cinco veces al manejar los recibos, según una carta de investigación que aparece en la edición del 26 de febrero de la revista Journal of the American Medical Association.
Pero los autores del estudio anotaron que los niveles máximos de BPA seguían siendo más bajos que los observados antes en las personas tras consumir una sopa enlatada.
"Lo que preocupa es que muchos de estos cajeros y cajeras manejan recibos durante 40 horas a la semana, y están embarazadas o en edad fértil", señaló la autora del informe, la Dra. Shelley Ehrlich, profesora asistente de bioestadística y epidemiología del Colegio de Medicina de la Universidad de Cincinnati.
El BPA puede imitar al estrógeno, una hormona femenina, y se han planteado preocupaciones sobre sus efectos en los bebés no nacidos y en los niños pequeños. La Administración de Drogas y Alimentos (FDA) de EE. UU. prohibió su uso en tazas para bebés, biberones y recipientes para fórmula infantil.
"Hay muchísima literatura que muestra que tiene efectos adversos sobre la salud incluso en dosis bajas", advirtió Ehrlich.
Ehrlich y sus colaboradores reclutaron a 24 estudiantes y miembros del personal de la Facultad de Salud Pública de la Universidad de Harvard para que trabajaran un turno simulado de dos horas en una caja registradora que utilizaba papel térmico para los recibos.
Hasta ahora, la exposición al BPA se ha enfocado en la ingesta de la sustancia a través de su presencia en las botellas de plástico y en el revestimiento de la latas de aluminio, comentó.
"Por lo general, la absorción es vía oral, por la ingestión", dijo Ehrlich. "Esta es una fuente adicional de exposición que antes no se había explorado y que también hay que tomar en cuenta".
La cantidad de BPA en la orina de los participantes aumentó considerablemente como resultado del manejo del papel de recibo, hallaron los investigadores. Se incrementó de un promedio de 1.8 microgramos por litro antes del turno a 5.8 microgramos por litro en las muestras de orina tomadas un par de horas tras el final del turno.
Unas pruebas de seguimiento hallaron que los niveles de BPA podían aumentar incluso cinco veces en muestras tomadas seis horas tras el final del turno.
La mitad de los participantes volvieron luego para trabajar otro turno de dos horas en la caja, pero esta vez utilizaron guantes. Los guantes parecieron prevenir la absorción del BPA, y los investigadores no detectaron un aumento significativo en los niveles de la sustancia en la orina.
"Parece que el BPA se puede absorber de forma significativa a través de la piel tras manejar continuamente recibos durante dos horas", señaló Ehrlich. "Los guantes parecen funcionar como una barrera".
Ehrlich anotó que los niveles de BPA no aumentaron tanto como cuando la sustancia se ingiere con la comida. "El aumento sigue estando en el rango de la población general", dijo.
Pero quizá sea buena idea que las personas se laven las manos tras manejar un recibo termal, planteó. Las cajeras jóvenes o embarazadas quizá deban usar guantes mientras trabajan en la caja registradora.
Sin embargo, un médico dijo que las personas no deben preocuparse demasiado por un informe pequeño sobre una sustancia cuyo efecto tóxico aún no se ha probado ni evaluado del todo.
"Creo que tendemos a preocuparnos excesivamente sobre la presencia de estas sustancias en el ambiente", comentó el Dr. Neil Goodman, profesor de endocrinología de la Facultad de Medicina Miller de la Universidad de Miami.
"Los humanos existimos porque podemos manejar niveles bajos de toxinas y seguir vivos", enfatizó Goodman. Añadió que el hígado funciona muy bien al descartar las sustancias de los organismos de las personas, en última instancia a través de la orina.
"Como científico que intenta averiguar de qué debemos realmente preocuparnos, creo que gastamos demasiado tiempo en estas sustancias del ambiente cuando en realidad no sabemos cuáles son realmente los problemas de salud", añadió.
Aunque la investigación halló una asociación entre trabajar con recibos de caja registradora y unos mayores niveles de BPA en el cuerpo, no estableció causalidad.
Ehrlich dijo que las personas no deben tomarse sus hallazgos demasiado en serio hasta que una investigación de seguimiento confirme los riesgos.
"No quiero que las empresas comiencen a despedir a las mujeres embarazadas. Eso sería horrible", aseguró.

Artículo por HealthDay, traducido por Hispanicare
FUENTES: Shelley Ehrlich, M.D., Sc.D., assistant professor, biostatistics and epidemiology, University of Cincinnati College of Medicine; Neil Goodman, M.D., professor, endocrinology, University of Miami Miller School of Medicine; Feb. 26, 2014, Journal of the American Medical Association
HealthDay
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Las tasas de obesidad de EE. UU. muestran señales de estar nivelándose: MedlinePlus

Las tasas de obesidad de EE. UU. muestran señales de estar nivelándose: MedlinePlus



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Las tasas de obesidad de EE. UU. muestran señales de estar nivelándose

Un estudio de los CDC halla que los niños muy pequeños parecen estar adelgazando, pero que más mujeres mayores son obesas
Traducido del inglés: miércoles, 26 de febrero, 2014
Imagen de noticias HealthDay
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MARTES, 25 de febrero de 2014 (HealthDay News) -- La obesidad sigue siendo un gran problema en Estados Unidos, pero el implacable aumento de la báscula podría haberse nivelado, según los resultados más recientes de un estudio de los Centros para el Control y la Prevención de las Enfermedades (CDC).
Un tercio de los adultos y un 17 por ciento de los niños y adolescentes son obesos, apuntaron los investigadores de los CDC, que se concentraron en más de 9,000 adultos y niños en 2011- 2012 y les compararon con cinco análisis anteriores sobre la obesidad de 2003-2004.
"Hallamos en general que no hubo cambio en los jóvenes ni los adultos", apuntó la autora del estudio, Cynthia Ogden, una epidemióloga.
Pero dentro de los grupos de edad específicos, los cambios en el peso eran aparentes. Más mujeres mayores son obesas, pero los niños muy pequeños parecen estar adelgazando.
Una especialista en obesidad infantil se mostró complacida con los hallazgos en general.
"Tiendo a ser optimista. El hecho de que veamos una nivelación es en realidad algo bueno", dijo la Dra. Sara Lappe, una pediatra de la sección de Pediatría de la Clínica Cleveland que se especializa en la obesidad infantil.
La obesidad en los adultos se define como un índice de masa corporal (IMC) a partir de 30. El IMC es un cálculo de la grasa corporal basado en la estatura y el peso. Por ejemplo, un adulto de 5 pies 9 pulgadas (aproximadamente 175 cm) que pese 203 libras (92 Kilos) tiene un IMC de 30 y se considera obeso.
La obesidad en los niños se define como un niño que tenga un IMC de o por encima del percentil 95 para los niños de la misma edad y el sexo.
Ogden dijo que los resultados sobre los niños en edad preescolar son un punto brillante en los hallazgos.
"Hallamos que entre los niños de preescolar, de 2 a 5 años, hubo un descenso significativo en la obesidad", apuntó Ogden. La prevalencia de la obesidad entre los niños de esa edad se redujo del 14 por ciento en 2003-2004 a alrededor del 8 por ciento en 2011-2012, anotó.
Lappe, de la Clínica Cleveland, señaló que "creo que esta parte del estudio en realidad es buena. Hay muchos programas de intervención temprana en Head Start y en los preescolares, y la educación directa a los padres podría estar comenzando a dar dividendos".
Lappe añadió que "con algo de suerte, a medida que [los niños] crezcan, observaremos un descenso en las cifras".
Los autores del estudio, que aparece en la edición del 26 de febrero de la revista Journal of the American Medical Association, reportan que en los últimos años el gobierno ha lanzado muchos programas y esfuerzos de salud preventiva para combatir la epidemia de obesidad en EE. UU.
Éstos incluyen nuevas medidas para las etiquetas de la comida implementadas por el Departamento de Agricultura de EE. UU., además de programas estatales y comunitarios patrocinados por los CDC, y el programa Let's Move de la Primera Dama Michelle Obama.
Pero aun así, las cifras generales no han bajado. De hecho, la prevalencia de obesidad aumentó en las mujeres a partir de los 60 años, de menos del 32 por ciento en 2003-2004 a más del 38 por ciento en 2011-2012.
En general, más de dos tercios de los adultos tienen sobrepeso o son obesos, y más del 6 por ciento son extremadamente obesos.
En los últimos ocho años no ha habido un gran impacto sobre la prevalencia, pero al menos hay una nivelación, señaló un experto en obesidad, el Dr. William Yancy, profesor asociado de medicina del Centro Médico de la Universidad de Duke en Durham, Carolina del Norte.
"Hay muchos factores en competencia que dificultan que las personas gestionen su peso", dijo Yancy. "La genética tiene que ver, y las sustancias en la comida y en el ambiente podrían tener algo que ver. Claramente, el ambiente alimentario nos estimula a comer más y más alimentos ricos en calorías, y nuestro ambiente también fomenta que no seamos activos".
Esos factores hacen que mantener un peso saludable resulte "realmente difícil", lamentó. "Lo asemejo a lo difícil que es lograr que la gente deje de fumar", comentó Yancy. Al igual que el tabaquismo, quizá reducir la prevalencia conlleve unos cambios más profundos en las políticas, como impuestos y restricciones, pero es un asunto complicado, afirmó.
"La gente tiene que comer, pero no tiene que fumar, y hay mucha controversia sobre qué es una comida saludable y qué no lo es", planteó Yancy.
Ogden concurrió en que no hay una solución sencilla. "La obesidad es un problema multifactorial. Es muy complejo", apuntó, y añadió que la vigilancia de la obesidad continuará en EE. UU.

Artículo por HealthDay, traducido por Hispanicare
FUENTES: Cynthia Ogden, Ph.D., branch chief, NHANES Division, U.S. Centers for Disease Control and Prevention; Sara Lappe, M.D., pediatrician and childhood obesity specialist, Cleveland Clinic Children's, and director, Cleveland Clinic Children's BeWell Kids Clinic; William Yancy, M.D., associate professor of medicine, Duke University Medical Center, Durham, N.C.; Feb. 26, 2014, Journal of the American Medical Association
HealthDay
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