Manuel Romero Gómez
Manuel Romero Gómez, en el Congreso de la AEEH, en Madrid. (Lenda)
Diariomedico.com
ESPAÑA
NUEVOS MARCADORES PUEDEN CAMBIAR LA CLÍNICA DE ESTAS ENFERMEDADES
Hepatitis C y encefalopatía están en deuda con la genética
El hallazgo de nuevos marcadores genéticos asociados al pronóstico de enfermedaes hepáticas podría transformar el manejo de estas patologías. Es el caso de la identificación de una mutación en los pacientes con hepatitis C que predice una mayor tasa de curación.
Sonia Moreno - Viernes, 19 de Febrero de 2010 - Actualizado a las 00:00h.
llaves conceptuales:
1. El pronóstico en la infección por hepatitis C depende ya no sólo del genotipo del virus, sino también del que tiene el propio paciente infectado
2. Una mutación en el gen de la glutaminasa predice el riesgo de encefalopatía hepática; este marcador genético tiene funcionalidad terapéutica
Si algo ha destacado por su importancia en la investigación reciente en hígado es el hallazgo de una mutación en el cromosoma 19 que se asocia con mayor posibilidad de curación de la infección por el virus de la hepatitis C (VHC), y así se ha reflejado en el XXXV Congreso de la Asociación Española para el Estudio del Hígado (AEEH), que termina hoy en Madrid. Como ha comentado Manuel Romero, director de la Unidad de Gestión Clínica de Enfermedades Digestivas del Hospital de Valme (Sevilla) y responsable del curso de posgrado de la AEEH, "la genética puede resultarnos árida a los clínicos, pero dentro de poco será una rutina en nuestra práctica y ya hay que tenerla muy presente". El especialista ha aludido precisamente al trabajo que llevaron a cabo científicos de la Universidad de Duke (Durham, Carolina del Norte) y que apareció publicado el pasado septiembre en la revista Nature. "Por los datos que tenemos, el valor de este marcador genético, una mutación en el gen de la interleucina 28b, es increíble. Habíamos considerado que el genotipo viral es el más importante en la curación, pero con este trabajo se demuestra que hay pacientes que tienen un genotipo favorable que puede influir en una medida similar o quizá, no se sabe todavía, mayor en la eliminación del virus", ha explicado Romero.
Al poco de publicarse, el estudio estadounidense generó trabajos de validación en diversos centros europeos, entre ellos españoles. Uno de ellos se ha realizado en los hospitales sevillanos de Valme y Virgen del Rocío, sobre más de 780 pacientes que estaban infectados por genotipos virales distintos del 1. El trabajo americano había incluido sólo dicho genotipo, por lo que el análisis de otros, como el 2 y el 3, considerados de mejor pronóstico de la enfermedad, resultaba relevante. "Hemos visto que los pacientes infectados por esos genotipos virales presentan con el doble de frecuencia la mutación favorable. Ahora se trata de dilucidar el papel que juega cada genotipo, el viral y el humano". Con todo, la conclusión confirma el cambio de concepto generado por el estudio de la Universidad de Duke; lo que antes se consideraba un dogma, que la hepatitis C se curaba dependiendo del genotipo vírico, ahora se matiza: depende también del genotipo del paciente.
"Se supone que esa mutación en la interleucina 28b estaría poniendo de manifiesto de alguna manera la capacidad del enfermo de sintetizar inteferón lambda, cuyas propiedades antivirales son supuestamente superiores a las del interferón alfa. De todas formas, hasta ahora nadie ha demostrado de forma fehaciente por qué el virus de genotipo 3 es menos agresivo que el del genotipo 1, y aclarar la relación entre los genotipos del patógeno y el hospedador podría revelar nuevos datos al respecto".
Encefalopatía
También en el campo de la genética se enmarca otro gran hallazgo para las hepatopatías: se ha demostrado que una alteración genética, en el gen de la glutaminasa, predice el riesgo de encefalopatía hepática. "La mutación en el gen de la glutaminasa predice el riesgo de encefalopatía, pero además, en estudios funcionales realizados por científicos del Centro Nacional de Biotecnología (Madrid) se han hallado implicaciones terapéuticas en cuanto a la funcionalidad de este marcador genético. Así podremos ver cómo responden los pacientes al tratamiento según tengan o no dicha alteración genética". El hallazgo, además, coincide con la aparición de nuevos fármacos para el tratamiento de la encefalopatía hepática, que en ensayos clínicos están obteniendo buenos resultados; es el caso de la rifaximina. "Ahora podremos saber si los pacientes que no responden al tratamiento lo hacen por la mutación o por otro motivo".
UNA ESPECIALIDAD DE IMPACTO
La hepatología es una de las especialidades médicas españolas con más impacto en la literatura científica internacional, y esta experiencia ha querido plasmarse en el curso de posgrado de la AEEH. "Hemos aprovechado la excelencia para reunir a especialistas de gran recorrido con otros más jóvenes y dar una visión lo más holística posible de la práctica diaria en el manejo de las enfermedades hepáticas", ha destacado su director, Manuel Romero, para quien el objetivo era exponer las mejores estrategias en el abordaje de las hepatitis crónicas, el cáncer, la enfermedad hepática por depósito de grasa, las complicaciones por la cirrosis y los diferentes aspectos que implican un trasplante hepático.
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