lunes, 21 de junio de 2010

Investigadores del Carlos III descubren que un hongo ambiental aumenta hasta casi mil veces su tamaño para pervivir en el organismo


EL MÉDICO INTERACTIVO
ESPAÑA
Investigadores del Carlos III descubren que un hongo ambiental aumenta hasta casi mil veces su tamaño para pervivir en el organismo

Redacción

Estudios recientes estiman que el número de muertos debido al Cryptococcus neoformans, que desarrolla su patogenia en enfermos inmunodeprimidos, supera el millón de personas cada año



Madrid (22-6-2010).- Tratar de sobrevivir no es sólo una facultad humana, un grupo de investigadores del Servicio de Micología del Instituto de Salud Carlos III ha descrito como una levadura ambiental frecuente en el ambiente, la Cryptococcus neoformans, es capaz de aumentar hasta casi mil veces su tamaño para evitar que el sistema inmune la neutralice. El fenómeno, desconocido hasta la fecha, acaba de ser publicado en ‘PLoS Pathogens’.

Cryptococcus neoformans, de manera general, desarrolla su patogenia en enfermos inmodeprimidos como pacientes con SIDA o transplantados. Esta estrategia le permite evadir la respuesta inmune y sobrevivir en el individuo durante largos períodos de tiempo.

El trabajo, liderado por Óscar Zaragoza, ha contado con la colaboración de otros miembros del servicio así como con la de un grupo de investigadores estadounidenses entre los que figura Arturo Casadevall, del Albert Einstein College of Medicine (Nueva York).

Cryptococcus neoformans, es una levadura patógena ambiental a la que se está expuesto desde la infancia, su incidencia aumentó de manera significativa a finales del siglo XX asociada a la pandemia del SIDA aunque en los últimos años han aparecido esta clase de infecciones en otros tipo de pacientes como enfermos trasplantados. Pero también se han dado casos en personas sin ninguna inmunodeficiencia identificada lo que indica, según los autores del estudio, que los factores de riesgo para sufrir esta clase de infección aún no son suficientemente conocidos.

De hecho, en la actualidad, la mayor incidencia de esta levadura ocurre en países en vías de desarrollo, principalmente de África y del Sudeste Asiático, estimando estudios recientes que el número de muertos anuales por la misma supera el millón de personas, siendo en algunas regiones una enfermedad devastadora, con mayor incidencia incluso que la tuberculosis.

Esta levadura tiene diferentes manifestaciones clínicas, la más característica es la diseminación del microorganismos al cerebro, causando meningitis, que suele ser fatal a no ser que sea diagnosticada y tratada a tiempo. En condiciones normales, el sistema inmune es capaz de controlar la infección pero se piensa que esta levadura es capaz de persistir en el organismo durante largos períodos de tiempo, lo que aumenta el riesgo de sufrir infecciones.

Formación de células gigantes

El objeto del trabajo era investigar cómo responde el patógeno tras introducirse en el huésped, demostrándose que durante la infección este hongo es capaz de sufrir un cambio morfológico y formar células gigantes, cuyo volumen celular es casi 1000 veces superiores al volumen habitual. Si extrapoláramos la situación en humanos, este cambio de tamaño sería equiparable a comparar un feto de 15-16 semanas con un adulto de 70 Kg.

La aparición de células gigantes es un problema para el sistema inmune ya que, como demuestran los autores, no pueden ser fagocitadas y son más resistentes a los elementos de la respuesta inmune, con lo que no puede eliminarlas de la misma manera que las de tamaño regular.

Los investigadores también explican que durante la infección la proporción de las células gigantes es muy variable, variando entre un 5 y un 85 por ciento de la población y, aunque no han determinado qué factores hacen que la proporción de células gigantes sea alta o baja, han observado “una correlación inversa ente la aparición de células gigantes y el grado de inflamación, de manera que en aquellas ocasiones que la proporción de células gigantes es alta, no había signos de inflamación ni de enfermedad.

Para los autores del trabajo, este resultado sugiere que la formación de células gigantes es “una estrategia elegida por el hongo patógeno para sobrevivir en el huésped durante largos períodos de tiempo, especialmente en aquellas condiciones de infección crónica asintomática, lo cual aumenta la probabilidad de sufrir la enfermedad en caso de aparición de inmunosupresión”

No hay comentarios:

Publicar un comentario