jueves, 17 de junio de 2010
La lipodistrofia, clave en la adherencia terapéutica en VIH - DiarioMedico.com
María José Fuster
María José Fuster, gerente de Seisida. (Andrés Panaro)
DiarioMedico.com
ESPAÑA
AFECTA DE FORMA IMPORTANTE A LA SALUD PSICOLÓGICA DE LOS AFECTADOS
La lipodistrofia, clave en la adherencia terapéutica en VIH
La lipodistrofia influye en la adherencia al tratamiento de las personas con VIH, afecta a su salud psicológica y agrava la discriminación social y laboral. Son algunas de las conclusiones de un estudio presentado en el XIII Congreso Nacional sobre el Sida, que se celebra en Santiago.
María R. Lagoa. Santiago - Viernes, 18 de Junio de 2010 - Actualizado a las 00:00h.
Un estudio en el que han participado más de 700 pacientes y que se titula Impacto de la lipodistrofia en la salud psicológica y la experiencia de estigma de las personas con VIH explica por primera vez en España la influencia de la lipodistrofia en la salud psicológica, el estigma, la autoexclusión y la adherencia al tratamiento.
El 30 por ciento de los pacientes tienen dudas de iniciar el tratamiento por temor a la lipodistrofia y alrededor del 20 por ciento ha pensado en dejarlo
La lipodistrofia es la pérdida de grasa o su acumulación en zonas concretas del cuerpo debido a un efecto adverso secundario de la medicación y de la propia infección. En el trabajo presentado por Seisida, más del 60 por ciento de los encuestados afirman que perciben algunos de los efectos de la lipodistrofia; un 35 por ciento tienen una alta percepcón de la lipoatrofia y un 25 por ciento de la lipoacumulación.
Inspira temor
Se demuestra claramente que las personas con VIH "siguen sufriendo discriminación y que la lipodistrofia agrava el estigma y la autoexclusión, que está muy relacionada con la pérdida de calidad de vida del hombre o la mujer que la padece", ha sentenciado la psicóloga María José Fuster, gerente de Seisida e investigadora principal del estudio, quien ha constatado que la lipodistrofia es uno de los efectos secundarios que más preocupan a los pacientes y que el temor que les inspira se correlaciona con una menor adherencia al tratamiento: "Hay un porcentaje muy importante con dificultades para tomar la medicación; así, el 30 por ciento tiene dudas de iniciar el tratamiento por temor a la lipodistrofia y alrededor del 20 por ciento ha pensado en dejarlo". Esta patología influye en el entorno social (24,1 por ciento), seguido del entorno laboral (16 por ciento) y familiar (15 por ciento).
También se ha verificado que existe una relación entre la percepción de lipodistrofia y la salud psicológica del paciente. El impacto de los cambios físicos es uno de los principales factores de estrés y empeora las situaciones de estigma.
De hecho, las personas que tienen el virus sufren más patología mental que la población general en una medida de tres puntos más. Los resultados señalan que el sexo, la edad, el nivel educativo y el grado de apoyo social son variables que influyen en la salud psicológica. Las mujeres son más vulnerables en todas las variables estudiadas: "Perciben más las manifestaciones de lipodistrofia y declaran más dificultades de adherencia al tratamiento por este motivo".
En cuanto a la discriminación por tener el VIH, el estudio indica que un 30 por ciento de los entrevistados se han visto excluidos de actividades sociales, incluida las desarrolladas con la familia, ya que el 19 por ciento han sido discriminados para cocinar, comer en familia o dormir en la misma habitación.
Pero estas vivencias se extienden a otros ámbitos, incluido el sanitario. Les ha sucedido a 1 de cada 4 participantes en el entorno laboral y a 7 de cada 10 en el medio sanitario: "Uno de cada 5 afirman que se les ha denegado algún servicio de salud en alguna ocasión".
Abandono laboral
Los pacientes de VIH tienden a interiorizar las actitudes de rechazo de la sociedad, lo que desemboca en sentimientos de autoestigmatización y en conductas de autoexclusión. Es en el marco laboral donde más impacto tiene la lipodistrofia: más de un 35 por ciento de los participantes han abandonado el trabajo en alguna ocasión y un 28 por ciento de ellos ha decidido no buscar trabajo o no presentarse a una promoción.
La gerente de Seisida ha abogado por intensificar la investigación relacionada con la lipodistrofa. Considera necesario que las autonomías incorporen rápidamente las técnicas de reparación facial aprobadas en la cartera de servicios y que el sistema sanitario incorpore nuevos tratamientos para la pérdida de grasa en las nalgas y la acumulación en el vientre y la nuca que ya se conocen para hacerlos accesibles a todos los pacientes.
UNA CAMPAÑA PREVENTIVA ANTIDISCRIMINACIÓN
Este estudio ha sido la primera actuación de la campaña nacional denominada Elige siempre cara, que se ha presentado en el Congreso Nacional sobre el Sida, en Santiago. La campaña, liderada por la Coordinadora Estatal de VIH-Sida (Cesida), tiene por fin informar y sensibilizar sobre la discriminación hacia las personas con VIH y sida. Está dirigida a pacientes, profesionales sanitarios, administraciones públicas y sociedad en general. En la página web www.eligesiemprecara.com figura toda la información relativa al VIH/sida y la lipodistrofia. La campaña difunde un mensaje positivo a las personas con VIH para que se informen sobre la lipodistrofia, los tratamientos menos agresivos, sobre sus derechos, las alternativas y los recursos para afrontar esta afección.
Como otros objetivos concretos, sus promotores se han propuesto evitar que la lipodistrofia provoque un deterioro en la calidad de vida, potenciar la recuperación de la autoestima, evitar situaciones de riesgo derivadas de las negativas a someterse a tratamiento o de su abandono por temor a este efecto adverso, y dar a conocer el mapa asociativo de entidades de VIH y sida y los servicios que ofrecen. También denuncia la discriminación hacia estos pacientes e insiste en la prevención.
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