APTA | ¿La Mochila De Su Hijo Es Lo Suficientemente Buena?

¿LA MOCHILA DE SU HIJO ES LO SUFICIENTEMENTE BUENA?

Los fisioterapeutas aconsejan sobre cómo aliviar la carga en las espaldas de los niños

ALEXANDRIA, VA. Aunque las mochilas constituyen una de las maneras más convenientes de llevar libros y artículos escolares, una mochila sobrecargada o usada de manera inadecuada reprueba cualquier examen, según la Asociación Americana de Fisioterapia (American Physical Therapy Association, APTA).

"Las mochilas demasiado pesadas o usadas de manera inadecuada ponen en riesgo la salud de los niños, ya que podrían sufrir lesiones musculoesqueléticas," dice Mary Ann Wilmarth, fisioterapeuta, licenciada en fisioterapia, licenciada en ciencias, médica especialista en ortopedia, decana adjunta y directora del título provisional de doctorado en fisioterapia de la Universidad del Noreste en Boston.

Wilmarth, miembro de la APTA, realizó un estudio en 2001 en una escuela privada, cuyos niveles iban del preescolar al noveno grado, en Andover, Massachusetts, y comprobó que los cambios posturales, particularmente la postura en la que la cabeza se desplaza hacia adelante de manera excesiva, se acentúan cuando la mochila pesa más del 10 al 15% del peso del estudiante. Los desequilibrios posturales parecieron ser más importantes en las estudiantes que todavía no habían llegado a la pubertad.

Wilmarth declara que aunque se han realizado varios estudios con respecto a las lesiones crónicas por el uso de mochilas en los Estados Unidos, Italia, Australia y Nueva Zelanda, estos han proporcionado los mismos resultados que su estudio. Será necesario llevar a cabo más investigaciones para determinar exactamente cuáles son los efectos a largo plazo del uso inadecuado de mochilas.

Según Wilmarth, pueden producirse lesiones cuando un niño, intentando adaptarse a una carga pesada, asume posturas inadecuadas, como arquear la espalda, inclinarse hacia adelante, torcerse o inclinarse hacia un lado. Estas adaptaciones posturales pueden producir una alineación inadecuada de la columna, lo que obstaculiza el funcionamiento de los discos que amortiguan los impactos. Una mochila con una carga demasiado pesada también puede ocasionar que los músculos y los tejidos blandos se esfuercen más, lo que causa distensión y fatiga. Esto hace que el cuello, los hombros y la espalda sean más susceptibles a las lesiones.

En otro estudio llevado a cabo por Wilmarth, en 2003, se comprobó que los estudiantes en edad universitaria también resultaron afectados por el peso desproporcionado y el uso inadecuado de mochilas, aunque el efecto no fue tan significativo como en los estudiantes más jóvenes.

Wilmarth recomienda las siguientes sugerencias para el uso seguro de las mochilas:

-Use ambas correas. El uso de una sola correa causa que un lado del cuerpo soporte la mayor parte del peso de la mochila. Si se utilizan las dos correas, se permite distribuir mejor el peso de la mochila y asumir una postura simétrica bien alineada.
-Colóquese y quítese la mochila con cuidado.Mantenga el tronco estable y evite torcerse demasiado.
-Use la mochila sobre los músculos más fuertes de la parte media de la espalda.Preste especial atención a la forma en que coloca la mochila en la espalda. Debe posarse de manera uniforme en la zona media de la espalda, cerca del centro de gravedad del niño. Las correas para hombros deben ajustarse de forma tal que el niño pueda ponerse y quitarse la mochila sin dificultades, y pueda mover los brazos libremente. Las correas no deben estar demasiado flojas y la mochila no debe extenderse más allá de la zona lumbar.
-Reduzca la carga.Limite la carga a un total entre el 10 y el 15%, o menos, del peso corporal del niño. Debe llevar solo los artículos que sean necesarios para un día de estudio. Organice el contenido de la mochila de modo que se coloquen los artículos más pesados más cerca de la espalda.
-Fomente la actividad física.Los niños que son activos tienden a tener mayor flexibilidad y fuerza muscular, lo que facilita cargar una mochila.

Cuándo se elija una nueva mochila, Wilmarth recomienda seleccionar aquellas con funciones ergonómicas que brindan mayor seguridad y comodidad:

.con la parte posterior acolchada para disminuir la presión en la espalda, los hombros y la zona de las axilas, y brindar mayor comodidad;
.con correas anchas y acolchadas en lugar de las angostas, que pueden impedir una circulación adecuada, ocasionando entumecimiento u hormigueo en los brazos y, con el paso del tiempo, debilidad en las manos;
.con correas para cadera y pecho a fin de trasladar parte del peso de la mochila de la espalda y los hombros a las caderas y el torso;
.con varios compartimientos para distribuir mejor el peso de la mochila, asegurar la carga y facilitar el acceso a los elementos; y
.con materiales reflectantes para que los conductores puedan ver al niño por la noche.

Wilmarth comprobó que las mochilas con ruedas eran una buena opción para los estudiantes más jóvenes que no debían asistir a varias clases diferentes ni subir y bajar escaleras con frecuencia. Sin embargo, también hay que tener precaución con las mochilas con ruedas. Asegúrese de que el mango se extienda lo suficiente como para que el niño no tenga que torcerse ni inclinarse y de que las ruedas sean lo suficientemente grandes como para que la mochila no se sacuda ni vuelque. Los estudiantes de más edad creen que las mochilas tradicionales son mejores si deben caminar con frecuencia entre las diversas clases y también cuando van desde y hacia la escuela.

Algunos estudiantes tienen dos tipos de libros, de modo que no deben cargar con libros de texto pesados desde y hacia la escuela. Además, existe una alternativa a las mochilas convencionales, como las que permiten que el estudiante lleve la carga de manera uniforme a ambos lados del cuerpo, en lugar de solo en la espalda.

Tanto los padres como los hijos pueden evitar las lesiones reconociendo las siguientes señales de advertencia de que la mochila es demasiado pesada:

.cambio de postura cuando el estudiante tiene la mochila puesta;
.dificultad para colocarse o quitarse la mochila;
.dolor cuando tiene la mochila puesta;
.entumecimiento u hormigueo en los brazos y las piernas, especialmente en los brazos; o
marcas de color rojo en los hombros.

Haga clic aquí para ver imágenes que muestran la manera correcta de usar una mochila (http://www.apta.org/AM/Template.cfm?Section=Media&TEMPLATE=/CM/ContentDisplay.cfm&CONTENTID=42131). El sitio también ofrece folletos para los interesados, como "Taking Care of Your Back" (Cuidado de la espalda) y "Scoliosis" (Escoliosis) y publicaciones informativas, así como también "Find a PT" (Buscar un fisioterapeuta) -una base de datos nacional de los fisioterapeutas asociados a la APTA.

Los fisioterapeutas son profesionales del cuidado de la salud que diagnostican y tratan individuos de todas las edades, desde recién nacidos hasta ancianos, que tienen problemas o afecciones relacionadas con la salud que limitan sus habilidades para moverse y realizar actividades funcionales de la vida cotidiana. Los fisioterapeutas examinan a cada individuo y establecen un plan de cuidado, utilizando técnicas de tratamiento que favorecen la movilidad, disminuyen el dolor, restauran las funciones y previenen las discapacidades. También tratan a las personas para prevenir la pérdida de la movilidad, estableciendo programas orientados al bienestar y al ejercicio físico a fin de lograr un estilo de vida más saludable y activo.

La Asociación Americana de Fisioterapia (www.apta.org) es una organización profesional nacional que representa a más de 70,000 fisioterapeutas, asistentes de fisioterapeutas y estudiantes de todo el país. Su objetivo es fomentar los avances en la educación, la práctica y las investigaciones con respecto a la fisioterapia. Los interesados pueden acceder a "Find a PT" (Buscar un fisioterapeuta) para encontrar uno en su zona u obtener novedades e información sobre fisioterapia en www.apta.org/consumer.

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