Javier Granda Revilla. Barcelona | redaccion@correofarmaceutico.com | 28/08/2017 14:00
La combinación de una dosis de 2,5 mg dos veces al día de rivaroxaban y una de 100 mg diarios de ácido acetilsalicílico ha logrado reducir el 42 por ciento el riesgo de sufrir un ictus y del 22 por ciento de riesgo de muerte cardiovascular. Los datos, procedentes del estudio fase III Compass, fueron presentados ayer domingo en el congreso de la Sociedad Europea de Cardiología y publicados en New England Journal of Medicine.
Además, se logró una reducción del riesgo relativo del 24 por ciento del riesgo combinado de ictus, muerte cardiovascular e infarto de miocardio. La reducción del infarto fue del 14 por ciento, un resultado no estadísticamente significativo.
Los resultados fueron presentados por John Eikelboom, profesor asociado del departamento de Hematología y Tromboembolismo en la facultad de Medicina de la Universidad McMaster de Canadá. Los pacientes fueron aleatorizados en tres brazos: el primero, con la pauta ya citada; el segundo, con 5 mg dos veces al día de rivaroxaban y el tercero con 100 mg diarios de aspirina.
Pese a que en el primer brazo aumentó el sangrado mayor, no se registró un aumento significativo del sangrado mortal, intracraneal o de órganos críticos. La mejora del beneficio clínico neto fue del 20 por ciento. Eikelboom destacó estos resultados, calificándolos como los más relevantes jamás obtenidos en terapia antitrombótica en estas patologías. Según su criterio, una vez que esta dosis sea aprobada, permitirá una mejoría en el manejo de los pacientes.
También útil en enfermedad periférica
Por su parte, Sonia Anand, profesora también de la facultad de Medicina de la Universidad McMaster, presentó los datos de rivaroxaban en enfermedad arterial periférica estable o carotídea que serán publicados próximamente en The Lancet.
De nuevo, la combinación de 2,5 mg dos veces al día de rivaroxaban y de 100 mg diarios de ácido acetilsalicílico fue significativamente superior a la monoterapia con aspirina en estos pacientes: logró reducir los eventos cardiovasculares graves y en las extremidades, incluyendo amputación mayor, con una reducción del riesgo relativo del 31 por ciento.
Anand recalcó también que esta pauta aumentó los sangrados mayores, pero sin aumento significativo de sangrado fatal o crítico en los órganos.
Por otro lado, un estudio multicéntrico prospectivo en 1.021 pacientes -253 mujeres confibrilación auricular tratadas con intervencionismo coronario y anticoagulantes- demostró, en un seguimiento a un año, que las mujeres están infratratadas si se comparan con los hombres.
El motivo es que tienen más factores de riesgo y, por tanto, peor pronóstico. El trabajo fue presentado por Antonia Sambola, del servicio de Cardiología del Hospital Valle de Hebrón de Barcelona.
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