Canales y mensajes positivos para concienciar sobre el VIH

Las campañas de prevención basadas en la estrategia del miedo provocan el rechazo entre los más jóvenes y los colectivos afectados porque consideran que aumentan el estigma social.

Eva Martínez. Madrid | 11/12/2017 00:00

Delante, Jorge Garrido (Apoyo Positivo), Fernado Lozano (Hospital de Valme, de Sevilla) y Ramón Frexes (Janssen). Detrás, Antoni Poveda (Cesida), Angel Gil de Miguel (Universidad Rey Juan Carlos, de Madrid) y Vicente Estrada (Hospital Clínico, de Madrid). (José Luis Pindado)

En los últimos años, el perfil de paciente con VIH ha cambiado haciendo que el virus se considere prácticamente una infección de transmisión sexual con una mayor prevalencia entre los hombres homosexuales (HSH). "En la actualidad, el perfil tipo de los nuevos diagnósticos corresponde a un varón HSH entre 25 y 40 años, con estudios medios superiores y un estado clínico mucho mejor que en los primeros años de la epidemia, cuando por lo general se trataba de personas que consumían drogas por vía intravenosa y predominaban las complicaciones de dichas sustancias sobre la clínica del VIH", explicó Fernando Lozano, director del Plan Andaluz del Sida, durante el debate Valor de la prevención y concienciación del VIH, organizado por DM en colaboración con Janssen. Además, este especialista del Servicio de Enfermedades Infecciosas del Hospital de Valme, en Sevilla, recordó que en España se detectan seis casos en hombres por cada mujer, lo que muestra el patrón de una enfermedad masculinizada. "En estos casos, una tercera parte proceden de otros países, básicamente de América Latina, Europa del Este y África subsahariana, aunque la inmigración varía por regiones".

Por ser el sexo sin protección la principal vía de contagio, Vicente Estrada, del Servicio de Medicina Interna del Hospital Clínico de Madrid, apuntó que "los pacientes contagiados por otra vía son excepcionales. Por tanto, el enfoque de este problema debe estar vinculado al resto de enfermedades de transmisión sexual". En su opinión, tampoco se pueden olvidar aquellas personas con un diagnóstico tardío. "Alrededor del 15 por ciento de los nuevos casos -unos 3.500 al año- se producen entre mayores de 50 años", puntualizó Lozano. Este segmento de población a menudo está compuesto por HSH que dan visibilidad a su orientación sexual de forma tardía y comienzan a tener relaciones sin protección con un colectivo claramente más afectado.

Otras prácticas

Otros aspectos relacionados con las nuevas infecciones son el repunte en el consumo de heroína y las prácticas como el chemsex, fenómenos que no tienen la misma magnitud en España que en los países anglosajones. "Estos factores no se replican de la misma manera en nuestro país como sí pasó hace unos años en Grecia durante la crisis económica cuando aumentó el consumo de heroína", comentó Jorge Garrido, director de la organización Apoyo Positivo, quien aclaró que el uso de drogas y sexo ha tenido también un menor impacto que en otros lugares como Inglaterra. Desde la entidad en la que trabaja, "cuando aparecen estos casos se realiza una intervención global en lo que sería la práctica sexual con el uso de sustancias, enfocándola como un problema de salud sexual y gestión emocional".

Los avances en las terapias antirretrovirales más potentes y con menos efectos secundarios han llevado a una situación de relajación frente al VIH. "En general, el respeto que generaba la enfermedad hace 20 años y el temor al sida ya no se plantean porque los tratamientos son más eficaces y permiten tener la infección más controlada", consideró Estrada. En este punto, Antoni Poveda, director de Cesida, aseguró que "la relajación en VIH parte de las administraciones públicas, tanto central, como autonómicas y locales, porque parece que han tirado la toalla en cuanto a la prevención", así como por "la ausencia de una educación para la salud dirigida a los jóvenes".

En la actualidad, el VIH se considera prácticamente una infección de transmisión sexual, ya que el contagio por otras vías es residual

Ángel Gil, catedrático de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad Rey Juan Carlos, de Madrid, advirtió que "se ha perdido el temor a la enfermedad entre los jóvenes, aunque éstos sí mantienen el miedo a hacerse la prueba, algo que debemos normalizar para mejorar el diagnóstico precoz". En su opinión, es un punto que se ha trabajado mal, y una muestra de ello se da en los centros de salud: "Muchos alumnos de la universidad me comentan que cuando se quieren hacer la prueba lo primero que les preguntan es por qué, como si no pudiera ser por rutina".

Hay consenso en que las campañas de prevención son necesarias, aunque los datos revelan que las infecciones aumentan cada año, por lo que se plantea la siguiente cuestión: ¿cómo diseñar estas acciones para que sean efectivas?

Para Garrido, hay dos pilares fundamentales: la actitud proactiva frente a la educación sexual y la inclusión de todos los agentes políticos, sanitarios y sociales a la hora de elaborar una estrategia. "Hay una cosa muy básica que se resume bajo el lema Nada de nosotros sin nosotros, una expresión que fue una declaración muy fuerte de los afectados por VIH en los años 90, pero que no se está aplicando en la actualidad".

En este punto, Estrada cree que la información dentro de las campañas tiene que "evitar la estrategia del miedo porque provoca rechazo" pero sin olvidar que, "a pesar de que las terapias son muy eficaces, el VIH no es ninguna trivialidad: el virus se sigue transmitiendo, y hay que dejar claro cuáles son esas vías de transmisión y la situación actual de la infección". Además, este especialista insistió en que se deben dejar de lado los juicios morales a la hora de hablar abiertamente sobre las ITS, ya que hay otras patologías que están aumentado, como la sífilis y la gonococia.

Nuevas vías de comunicación

Las redes sociales y los espacios en los que se mueven los más jóvenes, como los festivales de música, son un oportunidad para conectar con este público. Esta ha sido una de las premisas de la campaña #Compartirmomentos, organizada por Janssen y Cesida y avalada por todas las sociedades científicas, con el objetivo de informar y educar en la prevención del VIH entre las personas de 18 y 30 años, según Ramón Frexes, director de Relaciones Institucionales de Janssen. "La iniciativa ha sido fruto de un trabajo conjunto para integrar todos los puntos de vista", detalló Frexes. "El lenguaje ha sido adaptado y difundido en espacios como las redes sociales e internet, porque es donde verdaderamente los jóvenes buscan la información".

Pero, ¿realmente existe una carencia informativa? Poveda considera que sí al valorar los datos preliminares de una encuesta realizada en festivales y celebraciones del Orgullo Gay durante la campaña. "Al preguntar en el Orgullo, donde la población HSH es mayor, el 54 por ciento no sabía que hay 3.500 nuevos casos al año y piensan que la cifra está por debajo de los 500", mientras que "el 15 por ciento todavía cree que se puede transmitir por un beso", precisó. Otros datos de esta encuesta, que entre todos los eventos fue respondida por 3.422 participantes, revelan que del 84 por ciento menores de 35 años, el 60 por ciento no se han hecho nunca la prueba del VIH, una cifra que varía entre los encuestados sólo en la fiesta del Orgullo, donde el 37 por ciento afirmaba hacérsela de forma rutinaria.