miércoles, 6 de marzo de 2019

Tratamiento de la leucemia mielógena crónica (PDQ®)—Versión para profesionales de salud - National Cancer Institute

Tratamiento de la leucemia mielógena crónica (PDQ®)—Versión para profesionales de salud - National Cancer Institute

Instituto Nacional Del Cáncer

Tratamiento de la leucemia mielógena crónica (PDQ®)–Versión para profesionales de salud

Información general sobre la leucemia mielógena crónica

Incidencia y mortalidad

Cálculo del número de casos nuevos y defunciones por leucemia mielógena crónica en los Estados Unidos en 2019:[1]
  • Casos nuevos: 8990.
  • Defunciones: 1140.
La leucemia mielógena crónica (LMC) forma parte de un grupo de enfermedades denominadas trastornos mieloproliferativos. Otras entidades relacionadas con esta enfermedad son las siguientes:
  • Policitemia vera.
  • Mielofibrosis.
  • Trombocitopenia esencial.
(Para obtener más información, consultar el sumario del PDQ Tratamiento de las neoplasias mieloproliferativas crónicas).

Características biológico moleculares y características citogenéticas de la leucemia mielógena crónica

La leucemia mielógena crónica (LMC) es un trastorno clonal que generalmente se diagnostica con facilidad porque las células leucémicas en más del 95 % de los pacientes presentan una anomalía citogenética característica, el cromosoma Filadelfia (Ph1).[2,3] El Ph1 resulta de una translocación recíproca entre los brazos largos del cromosoma 9 y el 22 y se puede mostrar en todos los precursores hematopoyéticos.[4] Esta translocación produce la transferencia de Abelson (ABL) en el oncogén del cromosoma 9 a un área en el cromosoma 22 denominada región de concurrencia de fracturas (BCR).[4] Esto a su vez da lugar a un gen fusionado de BCR/ABL y en la producción de una proteína tirosina cinasa anormal que puede estar relacionada con la mielopoyesis desordenada que se encuentra en la LMC. Además, estas técnicas moleculares pueden emplearse ahora para complementar los estudios de citogenética para detectar la presencia de la translocación 9;22 en pacientes sin un Ph1 visible (Ph1-negativo).

Pronóstico y supervivencia

La leucemia mielógena crónica (LMC) de Ph1-negativo es una entidad mal definida que se distingue con menos claridad de otros síndromes mieloproliferativos. En general, los pacientes con LMC sin Ph1 tienen una respuesta más precaria al tratamiento y una supervivencia más corta que los pacientes con Ph1.[5] Sin embargo, los pacientes Ph1-negativos que tienen el reordenamiento del gen BCR/ABL detectable por el análisis con la técnica Southern, tienen pronósticos equivalentes a los pacientes Ph1-positivos.[6,7]

Diagnóstico

Un pequeño subgrupo de pacientes tiene BCR/ABL detectable solamente por una reacción en cadena de la polimerasa con retrotranscriptasa (RCP-RT), la técnica más sensible con la que se cuenta en la actualidad. Los pacientes en los que es evidente el gen de fusión BCR/ABL por RCP-RT parecen idénticos a los pacientes con un cromosoma Ph1 clásico desde el punto de vista clínico y pronóstico; sin embargo, en los pacientes que no se detecta BCR/ABL por RCP-RT se observa una evolución clínica más indicativa de leucemia mielomonocítica crónica, una entidad clínica distinta relacionada con el síndrome mielodisplásico.[6,8,9] La hibridación fluorescente in situ de la translocación BCR/ABL puede realizarse en el aspirado de la médula ósea o en la sangre periférica de pacientes con LMC.[10]
En el examen físico inicial de los pacientes en el momento del diagnóstico de LMC, la esplenomegalia es el hallazgo más común que se encuentra.[10] Es posible que el bazo esté enorme y ocupe la mayor parte del abdomen, convirtiéndose en un problema clínico importante, o solo se haya agrandado un poco. En casi 10 % de los pacientes, el bazo ni es palpable ni está agrandado en la exploración esplénica.
La mediana de edad en los pacientes con LMC PH1-positivo es de 67 años.[11] Mientras que la mediana de la supervivencia era de 4 a 6 años, con el advenimiento de los tratamientos orales nuevos, se espera que la mediana de supervivencia se acerque a la esperanza de vida normal en la mayoría de los pacientes, aunque es demasiado pronto para aseverar esto de forma definitiva.
Bibliografía
  1. American Cancer Society: Cancer Facts and Figures 2019. Atlanta, Ga: American Cancer Society, 2019. Available online. Last accessed January 23, 2019.
  2. Kurzrock R, Kantarjian HM, Druker BJ, et al.: Philadelphia chromosome-positive leukemias: from basic mechanisms to molecular therapeutics. Ann Intern Med 138 (10): 819-30, 2003. [PUBMED Abstract]
  3. Goldman JM, Melo JV: Chronic myeloid leukemia--advances in biology and new approaches to treatment. N Engl J Med 349 (15): 1451-64, 2003. [PUBMED Abstract]
  4. Deininger MW, Goldman JM, Melo JV: The molecular biology of chronic myeloid leukemia. Blood 96 (10): 3343-56, 2000. [PUBMED Abstract]
  5. Onida F, Ball G, Kantarjian HM, et al.: Characteristics and outcome of patients with Philadelphia chromosome negative, bcr/abl negative chronic myelogenous leukemia. Cancer 95 (8): 1673-84, 2002. [PUBMED Abstract]
  6. Martiat P, Michaux JL, Rodhain J: Philadelphia-negative (Ph-) chronic myeloid leukemia (CML): comparison with Ph+ CML and chronic myelomonocytic leukemia. The Groupe Français de Cytogénétique Hématologique. Blood 78 (1): 205-11, 1991. [PUBMED Abstract]
  7. Cortes JE, Talpaz M, Beran M, et al.: Philadelphia chromosome-negative chronic myelogenous leukemia with rearrangement of the breakpoint cluster region. Long-term follow-up results. Cancer 75 (2): 464-70, 1995. [PUBMED Abstract]
  8. Oscier DG: Atypical chronic myeloid leukaemia, a distinct clinical entity related to the myelodysplastic syndrome? Br J Haematol 92 (3): 582-6, 1996. [PUBMED Abstract]
  9. Kurzrock R, Bueso-Ramos CE, Kantarjian H, et al.: BCR rearrangement-negative chronic myelogenous leukemia revisited. J Clin Oncol 19 (11): 2915-26, 2001. [PUBMED Abstract]
  10. Jabbour E, Kantarjian H: Chronic myeloid leukemia: 2012 update on diagnosis, monitoring, and management. Am J Hematol 87 (11): 1037-45, 2012. [PUBMED Abstract]
  11. Lee SJ, Anasetti C, Horowitz MM, et al.: Initial therapy for chronic myelogenous leukemia: playing the odds. J Clin Oncol 16 (9): 2897-903, 1998. [PUBMED Abstract]

Información sobre los estadios de la leucemia mielógena crónica

Para evaluar la celularidad, la fibrosis y la citogenética, se toma una muestra de la médula ósea. Por lo general, el cromosoma Filadelfia (Ph1) se hace aparente con mayor facilidad en las metafases de la médula ósea que en las metafases de sangre periférica; en algunos casos, puede estar hecho una pasta y es necesario efectuar un análisis de reacción en cadena de polimerasa con retrotranscriptasa (RCP-RT) o una hibridación fluorescente in situ en sangre o del aspirado de médula ósea, para mostrar la translocación 9;22.
El examen histopatológico del aspirado de la médula ósea muestra un cambio en la serie mieloide a formas inmaduras que aumentan en número a medida que el paciente progresa a la fase blástica de la enfermedad. La médula ósea es hipercelular, y los recuentos diferenciales tanto de médula ósea como de sangre muestran un espectro de granulocitos maduros e inmaduros similares a los que se encuentran en la médula ósea normal. A menudo se observan cantidades mayores de eosinófilos o basófilos, y a veces se ve monocitosis. Con frecuencia se encuentra un aumento de los megacariocitos en la médula ósea, y a veces se encuentran en la sangre fragmentos de núcleos megacariocíticos, especialmente cuando el recuento de plaquetas es muy alto. El porcentaje de linfocitos es menor tanto en la médula ósea como en la sangre en comparación con sujetos normales, y la proporción mieloide/eritroide en la médula ósea es generalmente muy elevada. La enzima fosfatasa alcalina leucocitaria está ausente o marcadamente reducida en los neutrófilos de pacientes con leucemia mielógena crónica (LMC).[1]
La transición de la fase crónica a la fase acelerada y posteriormente a la fase blástica puede ocurrir gradualmente durante un período de un año o más, o aparecer bruscamente (crisis blástica). El ritmo de progresión anual de la fase crónica a la crisis blástica es de 5 a 10 % los primeros 2 años y de 20 % en los años subsiguientes.[2,3] Los signos y síntomas que muestran dicho cambio incluyen:
  • Leucocitosis progresiva.
  • Trombocitosis o trombocitopenia.
  • Anemia. (Para obtener más información sobre anemia, consultar el sumario del PDQFatiga).
  • Esplenomegalia o hepatomegalia creciente y dolorosa.
  • Fiebre.
  • Dolores óseos. (Para obtener más información, consultar el sumario del PDQ El dolor y el cáncer).
  • Desarrollo de lesiones óseas destructivas.
  • Complicaciones trombóticas o hemorrágicas.
En la fase acelerada, las células diferenciadas persisten, aunque a menudo muestran cada vez mayores anomalías morfológicas y resultan obvias la anemia creciente y la trombocitopenia así como la fibrosis de la médula.[1]
Algunos estudios han indicado que ciertas características de presentación tienen importancia pronóstica. Los factores que predicen una fase crónica de menor duración son:
  • Aumento de la esplenomegalia.
  • Edad avanzada.
  • Ser de sexo masculino.
  • Concentración elevada de lactato-deshidrogenasa sérica.
  • Anomalías citogenéticas además del cromosoma Ph1.[4]
  • Una proporción mayor de blastocitos de la médula o la sangre periférica.
  • Basofilia.
  • Eosinofilia.
  • Trombocitosis.
  • Anemia.
Se han deducido modelos predictivos empleando análisis multivariado.[2,3,5-8]
LMC en fase crónica
La LMC en fase crónica tiene las siguientes características: médula ósea y resultados citogenéticos como se describe anteriormente con menos de 10 % de blastocitos y promielocitos en la sangre periférica y en la médula ósea.[9]
LMC en fase acelerada
La LMC en fase acelerada se caracteriza por 10 a 19 % de blastocitos ya sea en la sangre periférica o en la médula ósea.[9]
LMC en fase blástica
La LMC en fase blástica se caracteriza por 20 % o más blastocitos en la sangre periférica o en la médula ósea.
Cuando hay presencia de 20 % o más de blastocitos frente a fiebre, malestar y esplenomegalia progresiva, el paciente ha entrado en crisis blástica.[9]
LMC en recaída
La recaída de una LMC se caracteriza por cualquier indicio de progresión de la enfermedad después de una remisión estable. Esto podría incluir:
  • Número elevado de blastocitos y células mieloides en la sangre periférica o la médula ósea.
  • Resultado positivo en la hibridación fluorescente in situ (HFIS) tras un resultado negativo en la HFIS inicial.
  • Resultado positivo en la HFIS para la translocación BCR/ABL (región de rotura de conglomerados/Abelson) cuando en principio era HFIS-negativa.
La detección de la translocación BCR/ABL por RCP-RT durante períodos de remisión prolongada no constituye una recaída de por sí. Sin embargo, las caídas exponenciales en las medidas cuantitativas de RCP-RT por 3 a 12 meses están correlacionadas con el grado de la respuesta citogenética, así como los aumentos exponenciales podrían estar relacionados con las medidas cuantitativas de RCP-RT que están conectadas estrechamente con la recaída clínica.[10]
Bibliografía
  1. Jabbour E, Kantarjian H: Chronic myeloid leukemia: 2012 update on diagnosis, monitoring, and management. Am J Hematol 87 (11): 1037-45, 2012. [PUBMED Abstract]
  2. Sokal JE, Cox EB, Baccarani M, et al.: Prognostic discrimination in "good-risk" chronic granulocytic leukemia. Blood 63 (4): 789-99, 1984. [PUBMED Abstract]
  3. Sokal JE, Baccarani M, Russo D, et al.: Staging and prognosis in chronic myelogenous leukemia. Semin Hematol 25 (1): 49-61, 1988. [PUBMED Abstract]
  4. Fabarius A, Leitner A, Hochhaus A, et al.: Impact of additional cytogenetic aberrations at diagnosis on prognosis of CML: long-term observation of 1151 patients from the randomized CML Study IV. Blood 118 (26): 6760-8, 2011. [PUBMED Abstract]
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  8. Kvasnicka HM, Thiele J, Schmitt-Graeff A, et al.: Bone marrow features improve prognostic efficiency in multivariate risk classification of chronic-phase Ph(1+) chronic myelogenous leukemia: a multicenter trial. J Clin Oncol 19 (12): 2994-3009, 2001. [PUBMED Abstract]
  9. Cortes JE, Talpaz M, O'Brien S, et al.: Staging of chronic myeloid leukemia in the imatinib era: an evaluation of the World Health Organization proposal. Cancer 106 (6): 1306-15, 2006. [PUBMED Abstract]
  10. Martinelli G, Iacobucci I, Rosti G, et al.: Prediction of response to imatinib by prospective quantitation of BCR-ABL transcript in late chronic phase chronic myeloid leukemia patients. Ann Oncol 17 (3): 495-502, 2006. [PUBMED Abstract]

Aspectos generales de las opciones de tratamiento de la leucemia mielógena crónica

El tratamiento de los pacientes con leucemia mielógena crónica (LMC) generalmente se inicia cuando se establece el diagnóstico, el cual se hace por la presencia de un recuento elevado de leucocitos (WBC), esplenomegalia, trombocitosis, trombocitosis e identificación de la translocación BCR/ABL (región de rotura de conglomerado/Abelson).[1] El tratamiento óptimo de primera línea para pacientes con LMC en estadio crónico es polémico y tema de investigación clínica activa pero implica inhibidores específicos de la tirosina cinasa BCR/ABL.
En un ensayo aleatorizado en el que se comparó el mesilato de imatinib con interferón y citarabina, luego de una mediana de seguimiento de 10,9 años, el mesilato de imatinib indujo respuestas citogenéticas completas en 83 % de los pacientes recién diagnosticados; además, la tasa anual de progresión a la fase acelerada o crisis blástica bajó de 2 % a menos de 1 % durante el cuarto año en el grupo tratado con imatinib.[2][Grado de comprobación: 1iiDiii] Sin embargo, la mayoría de estos pacientes que respondían de forma continua aún mostraron pruebas detectables de la translocación BCR/ABL mediante una medida más sensible como la reacción en cadena de polimerasa con retrotranscriptasa (RCP-RT).[3-5] Aunque las ventajas en la supervivencia con base en la comprobación científica no están disponibles debido al cruce en los ensayos aleatorizados, la tasa de supervivencia general (SG) para todos los pacientes a los 10 años es de 83,3 %, con menos de 50 % de todas las defunciones (4,5 %) ocasionadas por la LMC.[2]
En los pacientes recién diagnosticados con LMC, se ha evaluado el uso de los inhibidores de la tirosina cinasa, los cuales muestran ser más potentes y selectivos que el imatinib para el BCR/ABL. En un estudio prospectivo aleatorizado de 846 pacientes en el que se comparó nilotinib con imatinib, la tasa de respuesta molecular importante a los 24 meses fue de 71 y de 67 % para planes de 2 dosis de nilotinib y de 44 % para el imatinib (P < 0,0001 para ambas comparaciones).[6][Grado de comprobación: 1iiDiv] La progresión a una fase acelerada de LMC o crisis blástica sucedió en 17 pacientes tratados con imatinib (14 %), pero esta progresión se presentó en solo 2 pacientes (<1 %, P = 0,0003) y 5 pacientes (<1,8 %, P = 0,0089), respectivamente, para los pacientes en planes de dos dosis de nilotinib.[6]
De manera similar, en un estudio aleatorizado prospectivo con 519 pacientes se comparó el dasatinib con el imatinib, la tasa de respuesta molecular importante a los 12 meses fue de 46 % para el dasatinib y de 28 % para el imatinib (P < 0,0001). La tasa de respuesta molecular principal a los 24 meses fue de 64 % para el dasatinib y de 46 % para el imatinib (P = < 0,0001).[7][Grado de comprobación: 1iiDiv] A los 5 años, no hubo diferencia en la supervivencia sin progresión o la SG. La progresión a la fase acelerada o a la crisis blástica se presentó en 7 % de los pacientes tratados con imatinib y en 5 % de los pacientes tratados con dasatinib (sin diferencias estadísticas).[7]
Aunque en uno de estos dos estudios se observó una disminución con significación estadística de las tasas de progresión a la fase acelerada o blástica, la terapia de seguimiento con nilotinib y dasatinib por 5 a 10 años logró una supervivencia similar a la obtenida con imatinib. Para los pacientes recién diagnosticados con LMC en fase crónica, el tratamiento de preferencia inicial puede incluir cualquiera de estos inhibidores específicos de la tirosina cinasa del BCR/ABL.[8]
El trasplante de médula ósea (TMO) alogénico o el trasplante de células madre (TCM) también se administraron con intención curativa.[9] Datos a largo plazo por más de 10 años se encuentran disponibles, y la mayoría de los sobrevivientes a largo plazo no muestran pruebas de la translocación BCR/ABL por ninguna prueba disponible (por ejemplo, citogenéticas, RCP-RT o HFIS). Sin embargo, algunos pacientes no son aptos para este abordaje debido a la edad, las condiciones comórbidas o la falta de un donante apropiado. Además, la mortalidad y morbilidad considerables se deben al TMO alogénico y el TCM; se espera una mortalidad relacionada con el tratamiento de 5 a 10 % si el donante es un pariente y los antígenos son incompatibles.[9] En un ensayo prospectivo con 427 pacientes aptos para trasplante que no habían recibido tratamiento, se asignó a 166 pacientes a TCM alogénico y a 261 pacientes a terapia farmacológica (en su mayoría imatinib); no hubo diferencia en la SG a 10 años.[10][Grado de comprobación: 3iiiA]
Desde hace mucho tiempo hay datos disponibles sobre pacientes tratados con interferón α.[11-13] Aproximadamente 10 a 20 % de estos pacientes tienen una respuesta citogenética completa sin indicios de translocación BCR/ABL en las pruebas disponibles y la mayoría de estos no presentan enfermedad después de 10 años.[9] Sin embargo, el mantenimiento de la terapia con interferón es necesario y algunas personas presentan efectos secundarios que impiden su continuidad.
El mesilato de imatinib y los inhibidores de la tirosina cinasa más nuevos, junto con un TCM alogénico han contribuido a que la esperanza de vida de un paciente recién diagnosticado en 2013 sea solo de 3 años menos en comparación con la población general.[14]
Bibliografía
  1. Jabbour E, Kantarjian H: Chronic myeloid leukemia: 2012 update on diagnosis, monitoring, and management. Am J Hematol 87 (11): 1037-45, 2012. [PUBMED Abstract]
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  7. Cortes JE, Saglio G, Kantarjian HM, et al.: Final 5-Year Study Results of DASISION: The Dasatinib Versus Imatinib Study in Treatment-Naïve Chronic Myeloid Leukemia Patients Trial. J Clin Oncol 34 (20): 2333-40, 2016. [PUBMED Abstract]
  8. Wei G, Rafiyath S, Liu D: First-line treatment for chronic myeloid leukemia: dasatinib, nilotinib, or imatinib. J Hematol Oncol 3: 47, 2010. [PUBMED Abstract]
  9. Lee SJ, Anasetti C, Horowitz MM, et al.: Initial therapy for chronic myelogenous leukemia: playing the odds. J Clin Oncol 16 (9): 2897-903, 1998. [PUBMED Abstract]
  10. Gratwohl A, Pfirrmann M, Zander A, et al.: Long-term outcome of patients with newly diagnosed chronic myeloid leukemia: a randomized comparison of stem cell transplantation with drug treatment. Leukemia 30 (3): 562-9, 2016. [PUBMED Abstract]
  11. Ozer H, George SL, Schiffer CA, et al.: Prolonged subcutaneous administration of recombinant alpha 2b interferon in patients with previously untreated Philadelphia chromosome-positive chronic-phase chronic myelogenous leukemia: effect on remission duration and survival: Cancer and Leukemia Group B study 8583. Blood 82 (10): 2975-84, 1993. [PUBMED Abstract]
  12. Kantarjian HM, Smith TL, O'Brien S, et al.: Prolonged survival in chronic myelogenous leukemia after cytogenetic response to interferon-alpha therapy. The Leukemia Service. Ann Intern Med 122 (4): 254-61, 1995. [PUBMED Abstract]
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  14. Bower H, Björkholm M, Dickman PW, et al.: Life Expectancy of Patients With Chronic Myeloid Leukemia Approaches the Life Expectancy of the General Population. J Clin Oncol 34 (24): 2851-7, 2016. [PUBMED Abstract]

Leucemia mielógena crónica en fase crónica

Opciones de tratamiento para la leucemia mielógena crónica en fase crónica

  1. Terapia dirigida con inhibidores de la tirosina cinasa.
  2. Terapia de dosis altas seguida de trasplante de médula ósea alogénico o trasplante de células madre.
  3. Hidroxiurea.
  4. La esplenectomía puede ser útil y necesaria en pacientes con problemas hematológicos y malestar físico debido a un bazo de gran tamaño.

Terapia dirigida con inhibidores de la tirosina cinasa

En un ensayo en el que se asignó al azar a 1106 pacientes sin tratamiento previo para recibir mesilato de imatinib o interferón con citarabina, se documentó una tasa de respuesta citogenética completa de 82,8 % con mesilato de imatinib versus 14 % con interferón y citarabina después de una mediana de seguimiento de 10,9 años.[1][Grado de comprobación: 1iiDiii] A los 18 meses, 96,7 % del grupo de pacientes que recibía el mesilato de imatinib había logrado evitar la progresión a una fase acelerada de leucemia mielógena crónica (LMC) o a una crisis blástica en comparación con 91,5 % del grupo que recibía interferón más citarabina (P < 0,001). A causa de que 90 % de los integrantes del grupo que recibía la combinación de fármacos había pasado a formar parte del grupo de imatinib antes de los 18 meses (en su mayor parte debido a intolerancia de los efectos secundarios), es posible que nunca se observe una diferencia en la supervivencia. La tasa de supervivencia general (SG) para todos los pacientes a los 10 años es de 83,3 %, con menos de 50 % de todas las muertes (4,5 %) causadas por la LMC.[1] Más de 90 % de los pacientes con respuesta completa aún revelan pruebas detectables de la translocación BCR/ABL, generalmente por reacción en cadena de la polimerasa con retrotranscriptasa (RCP-RT) o por hibridación fluorescente in situ de cultivos de células madre.[2-4] La razón principal de que se obtenga una respuesta molecular inadecuada al imatinib es que los pacientes no cumplan con las instrucciones del medicamento.[5]
Se han evaluado inhibidores de la tirosina cinasa que poseen mayor potencia y selectividad para el BCR/ABL que el imatinib, en pacientes con LMC recién diagnosticados. En un estudio aleatorizado prospectivo con 846 pacientes en el cual se comparó el nilotinib con imatinib, la tasa de respuesta molecular importante a los 24 meses fue de 71 y de 67 % para los planes de 2 dosis con nilotinib y 44 % para imatinib (P < 0,0001 para ambas comparaciones).[6][Grado de comprobación: 1iiDiv] La progresión a la fase acelerada o a una crisis blástica se presentó en 17 pacientes que recibían imatinib (14 %) pero esta progresión solo se presentó en 2 pacientes (<1 %, P = 0,0003) y en 5 pacientes (1,8 %, P = 0,0089), respectivamente para los pacientes bajo el plan de 2 dosis con nilotinib.[6] Los pacientes tratados con nilotinib presentan una menor tasa de mutaciones BCR/ABLemergentes de la terapia que los pacientes tratados con imatinib.[7]
De forma semejante, en un estudio prospectivo aleatorizado con 519 pacientes en el que se compararon el dasatinib con imatinib, la tasa de respuesta molecular más importante a los 12 meses fue de 46 % para el dasatinib y de 28 % para imatinib (P < 0,0001). La tasa de respuesta molecular importante a los 24 meses fue de 64 % para dasatinib y de 46 % para imatinib (P< 0,0001).[8][Grado de comprobación: 1iiDiv] A los 5 años, no hubo diferencia en la supervivencia sin progresión (SSP) ni en la SG. La progresión a la fase acelerada o a la crisis blástica se presentó en 13 pacientes (5 %) con imatinib y en 6 pacientes (2,3 %) con dasatinib (sin diferencia estadística).[8]
Aunque en uno de estos dos estudios se notificaron tasas estadísticamente significativas más bajas de progresión a las fases acelerada o blástica, con el período de seguimiento de 5 a 10 años con nilotinib y dasatinib se demostró una supervivencia general con estos fármacos que es similar a la del imatinib. En ensayos prospectivos aleatorizados, el nilotinib y el dasatinib produjeron tasas de respuesta molecular temprana más altas que el imatinib; sigue siendo poco claro si esto se traducirá en mejores desenlaces a largo plazo.[9,10][Grado de comprobación: 1iiDiv] El tratamiento inicial preferido para los pacientes recién diagnosticados con LMC en fase crónica podría ser cualquiera de estos inhibidores específicos de la tirosina cinasa del BCR/ABL.[11]
Una concentración de transcritos de BCR/ABL de menos de 10 % en los pacientes después de 3 meses de terapia con un inhibidor de la tirosina cinasa específico se relaciona con el mejor pronóstico en términos de supervivencia sin fracaso, SSP y SG.[9,10,12-15] Sin embargo, en el marco de un análisis retrospectivo, incluso los pacientes con una concentración de transcritos de BCR/ABL mayor de 10 % después de 3 meses de terapia respondieron bien cuando el período de reducción a la mitad del fármaco fue de menos de 76 días.[16] La obligatoriedad de un cambio de terapia según esta concentración de transcritos de 10 % a los 3 a 6 meses es problemática porque 75 % de los pacientes responden bien aunque la respuesta sea subóptima.[17]
Las dosis altas de mesilato de imatinib, inhibidores de la tirosina cinasa alternativos (como dasatinib o nilotinib, y el TCM alogénico) se implementan en caso de respuesta subóptima o progresión, y se encuentran bajo evaluación clínica como enfoques de primera línea.[18-22] Se puede considerar el aumento de la dosis de imatinib para pacientes con respuesta subóptima, pero se necesitan ensayos clínicos para establecer la eficacia relativa y la secuencia del aumento de la dosis versus el uso de dasatinib o nilotinib.[19,20] En dos estudios se examinó la dosis escalonada de imatinib en casi 200 pacientes sin tratamiento previo, la mayoría de los cuales tenía un riesgo intermedio de Sokal; 63 a 73 % alcanzaron una respuesta molecular importante entre los 18 a 24 meses y solo 3 pacientes mostraron una progresión a la fase avanzada en estos resultados preliminares de fase II.[23,24][Grado de comprobación: 3iiiDiv] Hasta que se lleven a cabo estudios aleatorios, no está claro si el aumento en la respuesta con el aumento de dosis se traducirá en duraciones más largas de la respuesta o en ventajas de supervivencia.[21,25]
En un ensayo clínico de un solo grupo en el que se usó imatinib como terapia de primera línea con intensificación selectiva de imatinib o cambio selectivo a nilotinib, se observó una SG a 3 años de 96 % y una supervivencia sin transformación de 95 %, con una tasa de respuesta molecular confirmada de 73 % a los 24 meses.[26][Grado de comprobación: 3iiiDiv] Todos los pacientes comenzaron la terapia con imatinib y se les administró 600 mg diarios. Las concentraciones plasmáticas mínimas de imatinib inferiores a 1000 ng/ml el día 22 llevaron a un aumento de imatinib a 800 mg diarios (20 % de los pacientes). Se establecieron las dianas moleculares y el fracaso para alcanzar estas dianas llevó a un aumento de imatinib a 800 mg por día (si todavía no se había realizado) o a un cambio a nilotinib. Las dianas moleculares fueron las siguientes:
  • 3 meses: BCR-ABL ≤ 10 %.
  • 6 meses: BCR-ABL ≤ 1 %.
  • 12 meses: BCR-ABL ≤ 0,1 %.
Esta estrategia de emplear imatinib como terapia de primera línea es una alternativa al uso inmediato de inhibidores de la tirosina cinasa más potentes, como el nilotinib y el dasatinib.
Un análisis retrospectivo con 483 pacientes con LMC en fase crónica realizado en un solo centro, quienes fueron tratados con imatinib (400 u 800 mg diarios), dasatinib o nilotinib, indicó que los pacientes que presentaron más del 35 % t(9;22)+ células a los 3 meses de tratamiento, presentaron tasas de supervivencia sin complicaciones, sin transformaciones y de SG inferiores en comparación con los pacientes que presentaron respuestas citogenéticas tempranas.[27]
Entre las muchas preguntas por responder tenemos:
  • ¿Remplazarían los nuevos inhibidores de la tirosina cinasa dasatinib y nilotinib al imatinib como terapia de primera línea? En ensayos aleatorizados no se pudieron confirmar las diferencias en la SG. Es posible que las concentraciones sanguíneas de imatinib y las dianas moleculares cronometradas que informaron sobre la necesidad de incrementar las dosis de imatinib hagan que las diferencias clínicas entre nilotinib, dasatinib e imatinib señalen más los efectos secundarios que la eficacia.[26]
  • ¿Importa el tiempo transcurrido para obtener una respuesta, si eventualmente se obtiene una buena respuesta?
  • ¿Es posible vencer el pronóstico adverso por características de riesgo alto si el paciente de riesgo alto logra una buena respuesta?
  • ¿Se deberían agregar otros fármacos activos a la terapia con inhibidores de la tirosina cinasa?[28]
Todos estos temas han llevado a una reevaluación activa de las recomendaciones a fin de obtener una terapia de primera línea óptima para la LMC en fase crónica.
Para los pacientes que obtienen una remisión molecular completa, la cuestión es si la terapia con inhibidores de la tirosina cinasa se puede interrumpir. Una revisión de varios informes retrospectivos se puede resumir como sigue:[29][Grado de comprobación: 3iiiDiv]
  1. Los pacientes que tomaron un inhibidor de la tirosina cinasa durante más de 5 años y lograron una remisión molecular completa, profunda y duradera (remisión molecular, 4,5; BCR-ABL ≤ 0,0032 %) son los más aptos para interrumpir la terapia.
  2. Si se interrumpe la administración de un inhibidor de la tirosina cinasa, 50 % presentarán una recaída de la enfermedad.
  3. Casi todos los pacientes cuya progresión se confirma mediante pruebas cuantitativas de BCR-ABL por RCP-RT se pueden reinducir con éxito con el inhibidor de la tirosina cinasa previo.
Sin embargo, no se conoce la duración de las remisiones después de una reinducción exitosa con un inhibidor de la tirosina cinasa administrado antes o la profundidad de las respuestas subsiguientes con reinducción de un inhibidor de la tirosina cinasa previo. Por el momento, los datos son insuficientes para recomendar la interrupción rutinaria de los inhibidores de la tirosina cinasa, incluso en este grupo seleccionado de pacientes.

Terapia de dosis altas seguida de trasplante de médula ósea o trasplante de células madre alogénicos

El único tratamiento curativo sistemáticamente satisfactorio para la LMC ha sido la terapia de dosis altas seguida de TMO o TCM alogénicos.[30] Los pacientes menores de 60 años con un hermano gemelo idéntico o con hermanos con HLA idéntico pueden ser considerados para el TMO al inicio de la fase crónica. Aunque el procedimiento se asocia con morbilidad y mortalidad considerablemente altas, de 50 a 70 % de los pacientes que recibieron trasplantes en la fase crónica tuvieron una supervivencia de 2 a 3 años, y resultados mejores en pacientes más jóvenes, especialmente aquellos menores de 20 años. Los resultados en aquellos pacientes que han recibido trasplantes en las fases acelerada y blástica de la enfermedad empeoran gradualmente.[31,32] La mayoría de las series de trasplantes indican una supervivencia mayor cuando se lleva a cabo este procedimiento antes de que pase un año desde el diagnóstico.[33-35][Grado de comprobación: 3iiiA] Sin embargo, los datos que avalan un trasplante temprano nunca han sido confirmados en ensayos clínicos controlados. En un ensayo clínico aleatorizado, la supervivencia sin enfermedad, así como la SG fueron comparables cuando los trasplantes alogénicos estuvieron seguidos de terapia preparativa con ciclofosfamida e irradiación total al cuerpo (TBI) o busulfano y ciclofosfamida sin TBI. Este último estuvo relacionado a una menor incidencia de la enfermedad injerto contra huésped y menos episodios de fiebre, hospitalizaciones y días de hospitalización.[36][Grado de comprobación: 1iiA] El TCM alogénico de acondicionamiento con intensidad reducida está bajo evaluación para utilizarse en la primera o segunda remisión.[37,38]
Cerca de 20 % de los pacientes con LMC que de otra forma serían idóneos, carecen de un hermano donante compatible adecuado.[39] Cerca de 50 % de los participantes elegibles del National Marrow Donor Program pueden ser donantes HLA compatibles no emparentados o donantes no compatibles en un antígeno del HLA.[39] Una revisión retrospectiva con 2444 pacientes que recibieron un TCM alogénico mielosupresor mostró una SG a 15 años de 88 % (intervalo de confianza [IC] 95 % , de 86–90 %) para trasplantes de hermanos compatibles y un 87 % (IC 95 %, 83–90 %) para trasplantes de donantes no emparentados.[40] Las incidencias acumuladas de recurrencia fueron de 8 % (IC 95 %, 7–10 %) para trasplantes de hermanos compatibles y de 2 % (IC 95 %, de 1–4 %) para trasplantes de donantes no emparentados.[40]
A pesar de que la mayoría de las recaídas ocurren antes de pasar 5 años después del trasplante, las recaídas han ocurrido hasta 15 años después de un TMO.[41] Durante un análisis molecular de 243 pacientes sometidos a TMO alogénico por un intervalo de 20 años, solo en 15 % no se pudo detectar un trascrito BCR/ABL mediante el análisis por RCP.[42] El riesgo parece ser menor en pacientes que tuvieron el trasplante temprano en la enfermedad y en aquellos que desarrollan enfermedad crónica de injerto contra huésped.[32,43]
Con el advenimiento del imatinib, dasatinib y nilotinib se originaron dudas sobre el momento oportuno y la secuencia del TMO o TCM alogénicos.[44] El TCM alogénico es el procedimiento preferido para los pacientes que presentan enfermedad en fase acelerada o en fase blástica, para los pacientes con una mutación en T3151 (resistente a los inhibidores de la tirosina cinasa disponibles en la actualidad) y para los pacientes con intolerancia total a las opciones farmacológicas.[45]
En un ensayo con 354 pacientes menores de 60 años de edad, 123 de 135 pacientes que fueron emparejados con donantes parientes, se sometieron a un TCM alogénico temprano, mientras que los otros recibieron terapia a base de interferón e imatinib en el momento de la recidiva; algunos también se emparejaron con trasplante de donante no emparentado en recidiva.[46] Con una mediana de seguimiento de 9 años, la tasa de supervivencia todavía favoreció al grupo de terapia farmacológica (P = 0,049), pero la mayoría de los beneficios fueron tempranos como resultado de la mortalidad relacionada con el trasplante, donde la curva de supervivencia convergía en 8 años.[46][Grado de comprobación: 2A] Entre las muchas preguntas sin resolver, tenemos las siguientes:
  • ¿Deberían los pacientes más jóvenes e idóneos pasarse rápidamente al TCM alogénico si falla la inducción con mesilato de imatinib?
  • ¿La toxicidad y la mortalidad sustanciales del trasplante alogénico hacen que su uso temprano sea obsoleto?
Antes de que se resuelvan estas polémicas, será necesario llevar a cabo ensayos clínicos y esperar los resultados a largo plazo de los ensayos en curso.

Leucemia mielógena crónica resistente a los inhibidores de la tirosina cinasa

Los pacientes resistentes a los distintos inhibidores de la tirosina cinasa, omacetaxina mepesuccinato (una cefalotaxina, antiguamente conocida como homoharringtonina, con actividad independiente de BCR/ABL) mostró una tasa de respuesta hematológica de 67 % y una mediana de SSP de 7 meses en un estudio pequeño de fase ll con 46 pacientes.[47][Grado de comprobación científica: 3iiiDiv]

Hidroxiurea

La hidroxiurea se administra a diario en forma oral (de 1 a 3 g por día como dosis única con el estómago vacío). La hidroxiurea es superior al busulfano en la fase crónica de la LMC, con una supervivencia promedio bastante más larga y mucho menos efectos adversos graves.[48] A menudo se usa una dosis inicial de 40 mg/kg por día y esto suele producir una reducción rápida del recuento de leucocitos (WBC). Cuando el recuento de WBC cae por debajo de 20 000 mm3, la hidroxiurea se reduce con frecuencia y se ajusta la dosis para mantener un recuento de GB entre 5000 y 20 000. En estos momentos, la hidroxiurea se utiliza primariamente para estabilizar al paciente con hiperleucocitosis o como terapia paliativa para aquellos pacientes que no responden a otra terapia.

Ensayos clínicos en curso

Realizar una búsqueda avanzada en inglés de los ensayos clínicos sobre cáncer auspiciados por el NCI que ahora aceptan pacientes. La búsqueda se puede simplificar por ubicación del ensayo, tipo de tratamiento, nombre del fármaco y otros criterios. También se dispone de información general sobre los ensayos clínicos.
Bibliografía
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  3. Hughes TP, Kaeda J, Branford S, et al.: Frequency of major molecular responses to imatinib or interferon alfa plus cytarabine in newly diagnosed chronic myeloid leukemia. N Engl J Med 349 (15): 1423-32, 2003. [PUBMED Abstract]
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  48. Hehlmann R, Heimpel H, Hasford J, et al.: Randomized comparison of busulfan and hydroxyurea in chronic myelogenous leukemia: prolongation of survival by hydroxyurea. The German CML Study Group. Blood 82 (2): 398-407, 1993. [PUBMED Abstract]

Leucemia mielógena crónica en fase acelerada

Opciones de tratamiento para la leucemia mielógena crónica en fase acelerada

  1. Trasplante de médula ósea (TMO) alogénico o trasplante de células madre (TCM). En 132 pacientes de leucemia mielógena crónica (LMC) en fase acelerada, un estudio de cohortes comparó el imatinib como terapia de primera línea con el TCM alogénico; con una mediana de seguimiento de 32 meses, se mejoró la supervivencia general con el uso de TCM alogénico para los pacientes con riesgo alto de Sokal (100 vs. 17,7 %; = 0,008).[1][Grado de comprobación: 3iiiA] Los pacientes con riesgo bajo e intermedio de Sokal no mostraron diferencias en cuanto a la supervivencia al comenzar con cualquiera de estos abordajes. La inducción a la remisión con el uso de un inhibidor de la tirosina cinasa seguido de un TCM alogénico, cuando sea factible, es un abordaje convencional para los pacientes de LMC en fase acelerada.[1]
  2. Mesilato de imatinib. La respuesta hematológica entre los 176 pacientes con LMC en fase acelerada fue de 82 %, y la respuesta citogenética total fue de 43 %; con un seguimiento medio de 41 meses, el cálculo de supervivencia a 4 años fue de 53 %.[2] Hay otros inhibidores de la tirosina cinasa que se necesitan evaluar como terapia de primera línea en la LMC en fase acelerada.
  3. Interferón-α.[3] A pesar de que la tasa de respuesta es menor en la fase acelerada de la enfermedad que en la fase crónica, se ha informado de respuestas duraderas y de la supresión de la progresión citogenética clonal.[3,4] Cuando se le añadió citarabina al interferón-α, en comparación a los controles históricos del interferón solo, la tasa de respuesta y la supervivencia a 3 años parecen mejorar en los pacientes en el último estadio.[4][Grados de comprobación: 3iiiA]
  4. Dosis elevadas de citarabina.[5]
  5. Hidroxiurea.
  6. Busulfano.
  7. Terapia de transfusión de apoyo.
Los pacientes con LMC en su fase acelerada muestran signos de progresión sin satisfacer los criterios de la crisis blástica (leucemia aguda). Entre los síntomas y hallazgos se encuentran los siguientes:
  • Fatiga y malestar crecientes. (Para obtener más información, consultar el sumario del PDQ Fatiga).
  • Esplenomegalia progresiva.
  • Leucocitosis o trombocitosis crecientes o ambas.
  • Anemia que se empeora.
El examen de la médula ósea muestra un porcentaje creciente de células blásticas (pero ≤30 %) y basofilia. Otras anomalías citogenéticas ocurren durante la fase acelerada (mutaciones o deleciones de la trisomía 8, la trisomía 19, el isocromosoma 17Q, p53), y la combinación de progresión hematológica con otras anomalías citogenéticas predice tasas de respuesta más bajas y menos tiempo hasta que fracase la terapia con mesilato de imatinib.[6] Después de 1 año del comienzo de la terapia con imatinib, la tasa de fracaso es de 68 % en los pacientes cuya enfermedad muestra tanto progresión hematológica como anomalías citogenéticas, 31 % en los pacientes que sólo presentan progresión hematológica y 0 % en los pacientes que muestran únicamente anomalías citogenéticas. Antes que el imatinib estuviera disponible, el período de supervivencia media de los pacientes que presentaban LMC en su fase acelerada era menor de 1 año.[6]

Ensayos clínicos en curso

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  4. Kantarjian HM, Keating MJ, Estey EH, et al.: Treatment of advanced stages of Philadelphia chromosome-positive chronic myelogenous leukemia with interferon-alpha and low-dose cytarabine. J Clin Oncol 10 (5): 772-8, 1992. [PUBMED Abstract]
  5. Kantarjian HM, Talpaz M, Kontoyiannis D, et al.: Treatment of chronic myelogenous leukemia in accelerated and blastic phases with daunorubicin, high-dose cytarabine, and granulocyte-macrophage colony-stimulating factor. J Clin Oncol 10 (3): 398-405, 1992. [PUBMED Abstract]
  6. O'Dwyer ME, Mauro MJ, Kurilik G, et al.: The impact of clonal evolution on response to imatinib mesylate (STI571) in accelerated phase CML. Blood 100 (5): 1628-33, 2002. [PUBMED Abstract]

Leucemia mielógena crónica en fase blástica

Opciones de tratamiento para la leucemia mielógena crónica en fase blástica

  1. El mesilato de imatinib, dasatinib y nilotinib han mostrado actividad en pacientes con crisis blástica mieloide, crisis blástica linfoide o, leucemia linfoblástica aguda positiva al cromosoma Filadelfia.[1,2] Dos ensayos con mesilato de imatinib y un ensayo con dasatinib que incluyen un total de 518 pacientes de leucemia mielógena crónica (LMC) en fase blástica confirman una tasa de respuesta hematológica de 42 a 55 % y una tasa de respuesta citogenética importante de 16 a 25 % pero la tasa de supervivencia calculada a 2 años se ubica por debajo de 28 %.[2-4][Grado de comprobación: 3iiiA] Los ensayos clínicos explorarán la combinación de mesilato de imatinib con otros medicamentos a fin de mejorar el pronóstico de pacientes con LMC en fase blástica.[5]
  2. Vincristina y prednisona con una antraciclina o sin esta es otra opción de tratamiento (en aproximadamente 25 % de los pacientes con células positivas a la desoxinucleotidil-transferasa terminal y transformación linfoblástica).[6,7]
  3. El trasplante alogénico de médula ósea (TMO) representa el único enfoque potencialmente curativo en estos pacientes. El TMO alogénico es más eficaz en pacientes inducidos a una segunda fase crónica.
  4. Hidroxiurea como terapia paliativa.
  5. Dosis elevadas de citarabina.[8]

Ensayos clínicos en curso

Realizar una búsqueda avanzada en inglés de los ensayos clínicos sobre cáncer auspiciados por el NCI que ahora aceptan pacientes. La búsqueda se puede simplificar por ubicación del ensayo, tipo de tratamiento, nombre del fármaco y otros criterios. También se dispone de información general sobre los ensayos clínicos.
Bibliografía
  1. Druker BJ, Sawyers CL, Kantarjian H, et al.: Activity of a specific inhibitor of the BCR-ABL tyrosine kinase in the blast crisis of chronic myeloid leukemia and acute lymphoblastic leukemia with the Philadelphia chromosome. N Engl J Med 344 (14): 1038-42, 2001. [PUBMED Abstract]
  2. Saglio G, Hochhaus A, Goh YT, et al.: Dasatinib in imatinib-resistant or imatinib-intolerant chronic myeloid leukemia in blast phase after 2 years of follow-up in a phase 3 study: efficacy and tolerability of 140 milligrams once daily and 70 milligrams twice daily. Cancer 116 (16): 3852-61, 2010. [PUBMED Abstract]
  3. Kantarjian HM, Cortes J, O'Brien S, et al.: Imatinib mesylate (STI571) therapy for Philadelphia chromosome-positive chronic myelogenous leukemia in blast phase. Blood 99 (10): 3547-53, 2002. [PUBMED Abstract]
  4. Sawyers CL, Hochhaus A, Feldman E, et al.: Imatinib induces hematologic and cytogenetic responses in patients with chronic myelogenous leukemia in myeloid blast crisis: results of a phase II study. Blood 99 (10): 3530-9, 2002. [PUBMED Abstract]
  5. Fruehauf S, Topaly J, Buss EC, et al.: Imatinib combined with mitoxantrone/etoposide and cytarabine is an effective induction therapy for patients with chronic myeloid leukemia in myeloid blast crisis. Cancer 109 (8): 1543-9, 2007. [PUBMED Abstract]
  6. Preti HA, O'Brien S, Giralt S, et al.: Philadelphia-chromosome-positive adult acute lymphocytic leukemia: characteristics, treatment results, and prognosis in 41 patients. Am J Med 97 (1): 60-5, 1994. [PUBMED Abstract]
  7. Walters RS, Kantarjian HM, Keating MJ, et al.: Therapy of lymphoid and undifferentiated chronic myelogenous leukemia in blast crisis with continuous vincristine and adriamycin infusions plus high-dose decadron. Cancer 60 (8): 1708-12, 1987. [PUBMED Abstract]
  8. Kantarjian HM, Talpaz M, Kontoyiannis D, et al.: Treatment of chronic myelogenous leukemia in accelerated and blastic phases with daunorubicin, high-dose cytarabine, and granulocyte-macrophage colony-stimulating factor. J Clin Oncol 10 (3): 398-405, 1992. [PUBMED Abstract]

Leucemia mielógena crónica recidivante

La insuficiencia manifiesta se define como una pérdida de remisión hematológica o progresión de la enfermedad a una fase acelerada o leucemia mielógena crónica (LMC) en crisis blástica como se definió anteriormente. Una concentración cuantitativa en aumento constante de la reacción en cadena de la polimerasa con retrotranscriptasa de BCR/ABLindica enfermedad recidivante. Para el uso inicial del mesilato de imatinib, se ha propuesto la designación de fracaso terapéutico relativo o respuesta subóptima para la falta de una remisión hematológica completa al tercer mes, ninguna respuesta citogenética al sexto mes, o ninguna respuesta citogenética de importancia al cabo de 12 meses.[1,2] El nilotinib y el dasatinib inducen a tasas de respuesta citogenéticas completas tan altas y respuestas moleculares importantes en varios meses, que se necesitan nuevos puntos de referencia para el grado de respuesta.[3] Estos investigadores proponen que una respuesta citogenética completa a los 3 meses debe definir una respuesta óptima.[4]
En caso de fracaso del tratamiento o respuesta subóptima, los pacientes se deben someter a un análisis de mutaciones en el dominio de la cinasa de BCR/ABL para ayudar a conducir la terapia con los inhibidores de la tirosina cinasa más nuevos o el trasplante alogénico.[5,6] Las mutaciones en el dominio de la tirosina cinasa que pueden ofrecer resistencia al mesilato de imatinib; los inhibidores alternativos como dasatinib, nilotinib o bosutinib, dosis más altas de mesilato de imatinib y el trasplante de células madre (TCM) alogénico se estudiaron en este entorno.[7-19] En particular, la mutación en T315I indica la resistencia a imatinib, dasatinib, nilotinib y bosutinib. En un estudio de fase II con 449 pacientes, 60 % de 129 pacientes con la mutación en T315I presentaron una respuesta molecular al ponatinib, un inhibidor oral de la tirosina cinasa.[20][Grado de comprobación: 3iiiDiv] El ponatinib también actúa en la LMC resistente al tratamiento intensivo y en un tercio de los pacientes con LMC de fase acelerada o fase de crisis blástica.[20]
Los pacientes resistentes a varios inhibidores de la tirosina cinasa, la omacetaxina mepesuccinato omacetaxina mepesuccinato (una cefalotaxina, antiguamente conocida como homoharringtonina, con actividad independiente de BCR/ABL) ha mostrado una tasa de respuesta hematológica de 67 % y una mediana de supervivencia sin progresión de 7 meses en un estudio pequeño, de fase ll con 46 pacientes.[21][Grado de comprobación: 3iiiDiv]
Las infusiones de leucocitos recubiertos con aislantes o de células T aisladas obtenidas mediante aféresis del trasplante de médula ósea de un donante ha inducido remisiones prolongadas en más del 50 % de los pacientes que recaen después de un trasplante alogénico.[22,23] Se piensa que la eficacia de esta terapia se debe a un efecto inmunológico llamado injerto versus leucemia. Esta terapia es más eficaz en aquellos pacientes cuya recaída es detectable solamente mediante estudios citogenéticos o moleculares y está relacionada de manera significativa con la enfermedad de injerto contra huésped. Después de una recaída del TCM alogénico, algunos pacientes también responderán al interferón α.[24] La mayoría de los pacientes responderán al mesilato de imatinib con respuestas citogenéticas y moleculares duraderas (>1 año). (Estos pacientes no recibieron imatinib anteriormente).[25-27]

Ensayos clínicos en curso

Realizar una búsqueda avanzada en inglés de los ensayos clínicos sobre cáncer auspiciados por el NCI que ahora aceptan pacientes. La búsqueda se puede simplificar por ubicación del ensayo, tipo de tratamiento, nombre del fármaco y otros criterios. También se dispone de información general sobre los ensayos clínicos.
Bibliografía
  1. Baccarani M, Saglio G, Goldman J, et al.: Evolving concepts in the management of chronic myeloid leukemia: recommendations from an expert panel on behalf of the European LeukemiaNet. Blood 108 (6): 1809-20, 2006. [PUBMED Abstract]
  2. Marin D, Milojkovic D, Olavarria E, et al.: European LeukemiaNet criteria for failure or suboptimal response reliably identify patients with CML in early chronic phase treated with imatinib whose eventual outcome is poor. Blood 112 (12): 4437-44, 2008. [PUBMED Abstract]
  3. Jabbour E, Kantarjian HM, O'Brien S, et al.: Front-line therapy with second-generation tyrosine kinase inhibitors in patients with early chronic phase chronic myeloid leukemia: what is the optimal response? J Clin Oncol 29 (32): 4260-5, 2011. [PUBMED Abstract]
  4. Jain P, Kantarjian H, Nazha A, et al.: Early responses predict better outcomes in patients with newly diagnosed chronic myeloid leukemia: results with four tyrosine kinase inhibitor modalities. Blood 121 (24): 4867-74, 2013. [PUBMED Abstract]
  5. Soverini S, Hochhaus A, Nicolini FE, et al.: BCR-ABL kinase domain mutation analysis in chronic myeloid leukemia patients treated with tyrosine kinase inhibitors: recommendations from an expert panel on behalf of European LeukemiaNet. Blood 118 (5): 1208-15, 2011. [PUBMED Abstract]
  6. Parker WT, Lawrence RM, Ho M, et al.: Sensitive detection of BCR-ABL1 mutations in patients with chronic myeloid leukemia after imatinib resistance is predictive of outcome during subsequent therapy. J Clin Oncol 29 (32): 4250-9, 2011. [PUBMED Abstract]
  7. Jabbour E, Cortes J, Kantarjian HM, et al.: Allogeneic stem cell transplantation for patients with chronic myeloid leukemia and acute lymphocytic leukemia after Bcr-Abl kinase mutation-related imatinib failure. Blood 108 (4): 1421-3, 2006. [PUBMED Abstract]
  8. le Coutre PD, Giles FJ, Hochhaus A, et al.: Nilotinib in patients with Ph+ chronic myeloid leukemia in accelerated phase following imatinib resistance or intolerance: 24-month follow-up results. Leukemia 26 (6): 1189-94, 2012. [PUBMED Abstract]
  9. Hochhaus A, Baccarani M, Deininger M, et al.: Dasatinib induces durable cytogenetic responses in patients with chronic myelogenous leukemia in chronic phase with resistance or intolerance to imatinib. Leukemia 22 (6): 1200-6, 2008. [PUBMED Abstract]
  10. Guilhot F, Apperley J, Kim DW, et al.: Dasatinib induces significant hematologic and cytogenetic responses in patients with imatinib-resistant or -intolerant chronic myeloid leukemia in accelerated phase. Blood 109 (10): 4143-50, 2007. [PUBMED Abstract]
  11. Kantarjian HM, Giles FJ, Bhalla KN, et al.: Nilotinib is effective in patients with chronic myeloid leukemia in chronic phase after imatinib resistance or intolerance: 24-month follow-up results. Blood 117 (4): 1141-5, 2011. [PUBMED Abstract]
  12. Kantarjian H, Cortes J, Kim DW, et al.: Phase 3 study of dasatinib 140 mg once daily versus 70 mg twice daily in patients with chronic myeloid leukemia in accelerated phase resistant or intolerant to imatinib: 15-month median follow-up. Blood 113 (25): 6322-9, 2009. [PUBMED Abstract]
  13. Jabbour E, Jones D, Kantarjian HM, et al.: Long-term outcome of patients with chronic myeloid leukemia treated with second-generation tyrosine kinase inhibitors after imatinib failure is predicted by the in vitro sensitivity of BCR-ABL kinase domain mutations. Blood 114 (10): 2037-43, 2009. [PUBMED Abstract]
  14. Apperley JF, Cortes JE, Kim DW, et al.: Dasatinib in the treatment of chronic myeloid leukemia in accelerated phase after imatinib failure: the START a trial. J Clin Oncol 27 (21): 3472-9, 2009. [PUBMED Abstract]
  15. Hughes T, Saglio G, Branford S, et al.: Impact of baseline BCR-ABL mutations on response to nilotinib in patients with chronic myeloid leukemia in chronic phase. J Clin Oncol 27 (25): 4204-10, 2009. [PUBMED Abstract]
  16. Kantarjian H, Pasquini R, Lévy V, et al.: Dasatinib or high-dose imatinib for chronic-phase chronic myeloid leukemia resistant to imatinib at a dose of 400 to 600 milligrams daily: two-year follow-up of a randomized phase 2 study (START-R). Cancer 115 (18): 4136-47, 2009. [PUBMED Abstract]
  17. Saglio G, Hochhaus A, Goh YT, et al.: Dasatinib in imatinib-resistant or imatinib-intolerant chronic myeloid leukemia in blast phase after 2 years of follow-up in a phase 3 study: efficacy and tolerability of 140 milligrams once daily and 70 milligrams twice daily. Cancer 116 (16): 3852-61, 2010. [PUBMED Abstract]
  18. Cortes JE, Kantarjian HM, Brümmendorf TH, et al.: Safety and efficacy of bosutinib (SKI-606) in chronic phase Philadelphia chromosome-positive chronic myeloid leukemia patients with resistance or intolerance to imatinib. Blood 118 (17): 4567-76, 2011. [PUBMED Abstract]
  19. Khoury HJ, Cortes JE, Kantarjian HM, et al.: Bosutinib is active in chronic phase chronic myeloid leukemia after imatinib and dasatinib and/or nilotinib therapy failure. Blood 119 (15): 3403-12, 2012. [PUBMED Abstract]
  20. Cortes JE, Kim DW, Pinilla-Ibarz J, et al.: A phase 2 trial of ponatinib in Philadelphia chromosome-positive leukemias. N Engl J Med 369 (19): 1783-96, 2013. [PUBMED Abstract]
  21. Cortes J, Digumarti R, Parikh PM, et al.: Phase 2 study of subcutaneous omacetaxine mepesuccinate for chronic-phase chronic myeloid leukemia patients resistant to or intolerant of tyrosine kinase inhibitors. Am J Hematol 88 (5): 350-4, 2013. [PUBMED Abstract]
  22. Kaeda J, O'Shea D, Szydlo RM, et al.: Serial measurement of BCR-ABL transcripts in the peripheral blood after allogeneic stem cell transplantation for chronic myeloid leukemia: an attempt to define patients who may not require further therapy. Blood 107 (10): 4171-6, 2006. [PUBMED Abstract]
  23. Dazzi F, Szydlo RM, Craddock C, et al.: Comparison of single-dose and escalating-dose regimens of donor lymphocyte infusion for relapse after allografting for chronic myeloid leukemia. Blood 95 (1): 67-71, 2000. [PUBMED Abstract]
  24. Pigneux A, Devergie A, Pochitaloff M, et al.: Recombinant alpha-interferon as treatment for chronic myelogenous leukemia in relapse after allogeneic bone marrow transplantation: a report from the Société Française de Greffe de Moelle. Bone Marrow Transplant 15 (6): 819-24, 1995. [PUBMED Abstract]
  25. Olavarria E, Ottmann OG, Deininger M, et al.: Response to imatinib in patients who relapse after allogeneic stem cell transplantation for chronic myeloid leukemia. Leukemia 17 (9): 1707-12, 2003. [PUBMED Abstract]
  26. Kantarjian HM, O'Brien S, Cortes JE, et al.: Imatinib mesylate therapy for relapse after allogeneic stem cell transplantation for chronic myelogenous leukemia. Blood 100 (5): 1590-5, 2002. [PUBMED Abstract]
  27. Hess G, Bunjes D, Siegert W, et al.: Sustained complete molecular remissions after treatment with imatinib-mesylate in patients with failure after allogeneic stem cell transplantation for chronic myelogenous leukemia: results of a prospective phase II open-label multicenter study. J Clin Oncol 23 (30): 7583-93, 2005. [PUBMED Abstract]

Referencias bibliográficas clave para la leucemia mielógena crónica

Los miembros del Consejo editorial del PDQ® sobre el tratamiento para adultosseleccionaron estas referencias bibliográficas por su importancia en el entorno del tratamiento de la leucemia mielógena crónica (LMC). Esta lista se proporciona para informar a los interesados sobre estudios importantes que ayudaron a conformar la comprensión actual sobre las opciones de tratamiento de la LMC. Después de cada referencia, se mencionan las secciones de este sumario en donde se citó dicha referencia.

Modificaciones a este sumario (02/15/2019)

Los sumarios del PDQ con información sobre el cáncer se revisan con regularidad y se actualizan a medida que se obtiene nueva información. Esta sección describe los cambios más recientes introducidos en este sumario a partir de la fecha arriba indicada.
Se actualizaron las estadísticas con el cálculo del número de casos nuevos y defunciones en 2019 (se citó la American Cancer Society como referencia 1).
Este sumario está redactado y mantenido por el Consejo editorial del PDQ sobre el tratamiento para adultos, que es editorialmente independiente del NCI. El sumario refleja una revisión independiente de la bibliografía y no representa una declaración de políticas del NCI o de los NIH. Para mayor información sobre las políticas de los sumarios y la función de los consejos editoriales del PDQ que mantienen los sumarios del PDQ, consultar en Información sobre este sumario del PDQ y la página sobre Banco de datos de información de cáncer - PDQ®.

Información sobre este sumario del PDQ

Propósito de este sumario

Este sumario del PDQ con información sobre el cáncer para profesionales de la salud proporciona información integral revisada por expertos y con fundamento en datos probatorios sobre el tratamiento de la leucemia mielógena crónica. El propósito es servir como fuente de información y ayuda para los médicos que atienden a pacientes de cáncer. No ofrece pautas ni recomendaciones formales para tomar decisiones relacionadas con la atención sanitaria.

Revisores y actualizaciones

El Consejo editorial del PDQ sobre el tratamiento para adultos, cuya función editorial es independiente del Instituto Nacional del Cáncer (NCI), revisa con regularidad este sumario y, en caso necesario, lo actualiza. Este sumario refleja una revisión bibliográfica independiente y no constituye una declaración de la política del Instituto Nacional del Cáncer ni de los Institutos Nacionales de la Salud (NIH).
Cada mes, los miembros de este Consejo examinan artículos publicados recientemente para determinar si se deben:
  • tratar en una reunión,
  • citar textualmente, o
  • sustituir o actualizar, si ya se citaron con anterioridad.
Los cambios en los sumarios se deciden mediante consenso, una vez que los integrantes del Consejo evalúan la solidez de los datos probatorios en los artículos publicados y determinan la forma en que se incorporarán al sumario.
Los revisores principales del sumario sobre Tratamiento de la leucemia mielógena crónica son:
  • Eric J. Seifter, MD (Johns Hopkins University)
  • Mikkael A. Sekeres, MD, MS (Cleveland Clinic Taussig Cancer Institute)
Cualquier comentario o pregunta sobre el contenido de este sumario se debe enviar mediante el formulario de comunicación en Cancer.gov/espanol del NCI. No comunicarse con los miembros del Consejo para enviar preguntas o comentarios sobre los sumarios. Los miembros del Consejo no responderán a preguntas del público.

Grados de comprobación científica

En algunas referencias bibliográficas de este sumario se indica el grado de comprobación científica. El propósito de estas designaciones es ayudar al lector a evaluar la solidez de los datos probatorios que sustentan el uso de ciertas intervenciones o enfoques. El Consejo editorial del PDQ sobre el tratamiento para adultos emplea un sistema de jerarquización formal para establecer las designaciones del grado de comprobación científica.

Permisos para el uso de este sumario

PDQ (Physician Data Query) es una marca registrada. Se autoriza el libre uso del texto de los documentos del PDQ. Sin embargo, no se podrá identificar como un sumario de información sobre cáncer del PDQ del NCI, salvo que se reproduzca en su totalidad y se actualice con regularidad. Por otra parte, se permitirá que un autor escriba una oración como “En el sumario del PDQ del NCI de información sobre la prevención del cáncer de mama se describen, en breve, los siguientes riesgos: [incluir fragmento del sumario]”.
Se sugiere citar la referencia bibliográfica de este sumario del PDQ de la siguiente forma:
PDQ® sobre el tratamiento para adultos. PDQ Tratamiento de la leucemia mielógena crónica. Bethesda, MD: National Cancer Institute. Actualización: <MM/DD/YYYY>. Disponible en: https://www.cancer.gov/espanol/tipos/leucemia/pro/tratamiento-lmc-pdq. Fecha de acceso: <MM/DD/YYYY>.
Las imágenes en este sumario se reproducen con el permiso del autor, el artista o la editorial para uso exclusivo en los sumarios del PDQ. La utilización de las imágenes fuera del PDQ requiere la autorización del propietario, que el Instituto Nacional del Cáncer no puede otorgar. Para obtener más información sobre el uso de las ilustraciones de este sumario o de otras imágenes relacionadas con el cáncer, consultar Visuals Online, una colección de más de 2000 imágenes científicas.

Cláusula sobre el descargo de responsabilidad

Según la solidez de los datos probatorios, las opciones de tratamiento se clasifican como “estándar” o “en evaluación clínica”. Estas clasificaciones no deben fundamentar ninguna decisión sobre reintegros de seguros. Para obtener más información sobre cobertura de seguros, consultar la página Manejo de la atención del cáncer disponible en Cancer.gov/espanol.

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  • Actualización: 15 de febrero de 2019

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