Es necesario crear en la sociedad un aprecio por la ciencia y sus avances
13 mayo
11:552020
La revista digital Actividad Docente ha publicado recientemente dos interesantes artículos sobre la necesidad de “crear en la sociedad un aprecio por la ciencia y sus avances” y en ambos casos se aboga por que esta acción se inicie en la escuela desde edades tempranas.
Son dos enfoques orientados a dar solución al siguiente problema: el hecho de que la sociedad viva de espaldas a un conocimiento científico que cada día es más importante y decisivo en el mundo actual. Son complementarios porque la idea troncal que los une es la necesidad de iniciar ese aspecto de la formación a edades tempranas y ambos inciden en que el camino lógico para impulsar este cambio transita por una adecuada formación en ciencia del profesorado.
El título de cada uno de estos artículos permite vislumbrar en qué aspectos se pone un mayor énfasis. Así, en el titulado “Las ciencias en la escuela: un «salto de conocimiento necesario para el futuro ‘STEM” (ver más) se recoge la opinión de científicos, algunos pertenecientes al CSIC. Este organismo ya tiene en marcha desde hace tiempo un programa, el CSIC en la Escuela, que persigue “colaborar en la actualización de conocimientos en ciencia y tecnología del profesorado de enseñanzas no universitarias”. Ese salto de conocimiento se considera necesario para el fomento de una mayor vocación investigadora y en general de carreras técnicas; y se trata la forma en la que se debe enseñar para conseguir que el niño se haga preguntas e investigue y que también como adolescente continúe con esta curiosidad que le lleve a cuestionarse los principios de la realidad física en la que estamos inmersos.
En Ciudadanos del Universo se aboga por un conocimiento que alcance a todo el alumnado, el germen de la sociedad del próximo futuro, ya que “los principales hallazgos de la ciencia, sobre todo si nos referimos a la cosmología y la evolución en el Universo, influyen profundamente en la forma en que pensamos sobre nosotros mismos y constituyen una parte importante de nuestra cultura”.
Además, en este último escrito se desglosa y destaca el Magisterio de la Iglesia, que señala la obligación de los creyentes de una adecuada formación sobre las verdades alcanzadas por la ciencia. Y esta faceta queremos también destacarla aquí porque, con independencia de los aspectos prácticos o culturales que estos conocimientos implican, los colegios de orientación católica deben cumplir con este cometido, buscando activamente la formación de profesores y alumnos.
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