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ESPAÑA
LA INTERLEUCINA HA SUPUESTO UNA REVOLUCIÓN ABSOLUTA EN ESTA INFECCIÓN
Hallar genes que cubran los vacíos de IL-28, reto en VHC
El Congreso de la Asociación Española para el Estudio del Hígado, celebrado en Madrid, ha confirmado la relevancia de la IL-28, un marcador que modificará la terapia en hepatitis C, según opinan Fernando Pons, presidente del congreso, y Manuel Romero, del Hospital de Valme.
José A. Plaza - Lunes, 28 de Febrero de 2011 - Actualizado a las 00:00h.
El Congreso Nacional de la Asociación Española para el Estudio del Hígado (AEEH), que se ha celebrado en Madrid, ha tenido a la interleucina 28 (IL-28) como una de las principales protagonistas. Fernando Pons, del Hospital Universitario Marqués de Valdecilla, de Santander, y presidente del congreso, ha apuntado que el tratamiento de las hepatopatías víricas, la hipertensión portal relacionada con el paciente cirrótico y el abordaje del hepatocarcinoma han sido otras de las cuestiones más destacadas.
La IL-28 se está ganando en los últimos años un nombre propio escrito en mayúsculas. Pons ha destacado que, como marcador de respuesta al tratamiento antiviral de la hepatitis C, "no sólo tiene influencia en nuevos infectados con enfermedad crónica, sino también en los pacientes que recidivan después de un trasplante".
Lipoviropartículas
Manuel Romero, del Hospital de Valme, de Sevilla, lleva tiempo relacionado con la IL-28. Su grupo es uno de los que más presentaciones ha tenido en el congreso: catorce. Según ha explicado a Diario Médico, una de las más interesantes ha estado relacionada con el genotipo de la IL-28b en relación al SNP rs12979860, que modula el metabolismo lipídico en pacientes con VHC pero no afecta a personas sanas.
Romero ha dicho que el virus viaja por el organismo en forma de lipoviropartículas: "Su presencia reorganiza la síntesis y secreción del colesterol y provoca que las personas con el genotipo CC, el más favorable para la curación, tengan niveles más altos de colesterol, mientras que con el genotipo desfavorable los niveles son bajos".
El uso de la IL-28 cambiará las dosis, la duración del tratamiento y los fármacos que se han de combinar en casos de hepatitis C
El juego a tres bandas que se produce entre el virus, la genética y el metabolismo es especialmente interesante: "Los resultados patológicos y clínicos dependen de la existencia o no del virus. Hay que conocer mejor los mecanismos moleculares implicados, porque aunque parece fácil explicarlos a través de las lipoviropartículas ésta es una respuesta simplista que hace falta mejorar".
Aguja (de oro) en un pajar
Romero ha añadido que el caso de la IL-28 "ha sido una revolución absoluta. Hacer un estudio de genoma humano libre de hipótesis es buscar una aguja en un pajar, pero no sólo hemos dado con la aguja, sino que es de oro". Este polimorfismo, situado en un gen codificador de una proteína antiviral, ha permitido diferenciar márgenes de supervivencia en hepatitis C según localizaciones, ya que los asiáticos viven más que los caucásicos y éstos más que los afroamericanos.
Conocer la distribución del genotipo favorable abre la puerta a mejoras teóricas y, "sobre todo, a la aplicabilidad de la medicina individualizada. Hace quince años todos los pacientes se trataban de igual manera, pero la llegada de la IL-28 es el punto en el que debemos apoyarnos para clasificar las terapias. Unos pacientes requieren de terapia doble (interferón alfa-2a más ribavirina), otros triple, otros tratamiento de doce semanas, otros de un año...". En definitiva, cambiarán las dosis, la duración del tratamiento y los fármacos que se han de combinar.
El genotipo de la IL-28b en relación con el SNP rs12979860 modula el metabolismo lipídico en pacientes con VHC pero no afecta a personas sanas
Cubrir los vacíos de IL-28
Por el momento, el uso de la IL-28 queda encuadrado en la hepatitis C. Esta interleucina se asocia con la posibilidad de curación pero no con la progresión de la enfermedad, la fibrosis o la carga viral, por lo que no tiene impacto en otras patologías. El equipo de Romero ha trabajado con ella en cirróticos y no ha observado ningún impacto más allá de la posibilidad de curación en hepatitis C.
El siguiente paso, "porque esto no es más que el punto de partida", es buscar qué otras señales genéticas predecirán respuesta en casos en que la IL-28b no sea útil: "Estamos tan convencidos de que la respuesta está en la genética; hay tantos trabajos en marcha que es probable que el próximo año haya novedades".
ENCEFALOPATÍA HEPÁTICA
Romero también se ha referido a otra de sus líneas de investigación, la relacionada con la encefalopatía hepática: "Estamos desarrollando un inhibidor de la glutaminasa como nueva opción terapéutica. El producto, un derivado de la tiurea inhibidor selectivo de la glutaminasa tipo K, THDP-17, ya está patentado y está mostrando muy buenos resultados". En modelo animal, THDP-17 no inhibe significativamente la actividad glutaminasa tipo-L, por lo que mejora el perfil de seguridad y eficacia. Con respecto a los efectos adversos, los ratones, que eran sacrificados a las 72 horas, presentaban un leve edema pulmonar.
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