El 40 por ciento de los niños hospitalizados siente dolores a diario, según expertos
Madrid (05/09/2012) - Silvia C. Carpallo
El "Estudio sobre el dolor en niños hospitalizados", realizado por la Fundación Antena 3 y la Fundación Grünenthal, desvela conclusiones como la importancia para el abordaje del dolor de informar al niño de lo que le ocurre y de mantenerle distraído con actividades lúdicas
Cuando un niño está hospitalizado importa no sólo lo que le pasa, sino también que sufra el menor dolor posible. Con el objetivo de descubrir por boca de los propios pacientes pediátricos cómo viven el dolor durante los periodos de hospitalización, la Fundación Antena 3 y la Fundación Grünenthal han realizado durante el primer semestre de 2012 el "Estudio sobre el dolor en niños hospitalizados", donde una de las ideas principales, según Ángela González, gerente de gestión de proyectos de la Fundación Grünenthal, es que pese a que el 70 por ciento de estos niños dice sentirse bien en rasgos generales, el abordaje de su dolor "es aún susceptible de mejoras".
De este estudio, realizado mediante encuestas a alrededor de 400 niños de entre 7 y 12 años, y sus familiares, procedentes de 20 hospitales diferentes del territorio nacional, se desprende que el 40 por ciento de los niños hospitalizados siente dolores a diario. La percepción de este dolor varía entre aquellos que están en su primer ingreso, o que son reincidentes y por lo tanto conocen mejor la mecánica del hospital, siendo así en el 60 por ciento de los casos. Según Francisco Reinoso, coordinador de la Unidad del Dolor Infantil del Hospital La Paz, la intensidad de este dolor es habitualmente poco intenso, aunque en momentos de dolor puntual, este suele ser muy intenso. Respecto a cómo responde el personal sanitario cuando los niños piden ayuda o comunican su malestar, tanto familiares como sanitarios prestan atención a los niños, pero "existe una latencia en la eficacia de los tratamientos analgésicos", materia susceptible de mejora.
Otros datos significativos son los que se extraen de los propios cuidadores, que en un 69 por ciento de los casos están representados por la madre, y en un 20 por ciento el padre, cifra que disminuye en los casos de ingresos repetitivos. Pero ambos coinciden, según Reinoso, en que "el dolor del hijo afecta afectiva y emotivamente en los padres".
Lo que más temen y lo que más les calma
Un dato de especial interés extraído de este estudio es que lo que les da más miedo a los niños, es lo que luego les produce más dolor, y en este caso son las inyecciones, con casi el doble de porcentaje que las operaciones e intervenciones. Un 67 por ciento de los encuestados declaró tener miedo a las agujas y a las inyecciones.
En cuanto a lo que más valoran estos pacientes en su estancia es el trato recibido por el personal sanitario. De hecho, este estudio también concluye que la comunicación y la información que se le proporciona al niño son de especial relevancia, ya que el 62 por ciento de los niños que conocían previamente qué es lo que les va a pasar, se sentían más tranquilos y eso les hacía amortiguar el dolor. El problema es que un 20 por ciento de los encuestados declaró no haber recibido ningún tipo de información.
Sobre las propias estrategias que los niños asumían para paliar su dolor, está como principal la de intentar dormirse o distraerse, así como el pedir ayuda a los familiares. Otras como respirar hondo, intentar relajarse o pedir medicación también son algunos de los recursos que estos niños van asimilando con más asiduidad cuando son hospitalizados repetitivas veces. Así, Julia Vidal, psicóloga experta en dolor crónico y directora de Área Humana Psicología, aseguraba que "4 de cada 5 niños dice que cuando está realizando una actividad que le distrae le duele menos". Algunas de esas actividades que los niños demandan o dicen que más les distraen son hablar con las visitas, ver la televisión y jugar.
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