El ejercicio puede aliviar temporalmente las ganas de fumar
(05/09/2012) - E.P.
Parece tener efectos beneficiosos sobre el estado de ánimo y como tal puede ser recomendado enérgicamente en pacientes que intentan abandonar el consumo de tabaco
Investigadores de la Universidad de Exeter, en Reino Unido, sugieren que los fumadores que estén intentando dejar de fumar o reducir su consumo de tabaco podrían optar por algún tipo de actividad física, tras haber comprobado que en general puede servir para combatir su adicción a la nicotina.
Los investigadores, cuyos resultados ha publicado la revista Addiction, combinaron datos de 19 ensayos clínicos previos pero no han logrado dilucidar si la falta de ganas que se consigue con el ejercicio también se traduce en una mayor probabilidad de dejar de fumar.
Según Adrian Taylor, profesor de ejercicio y salud psicológica de la Universidad de Exeter, en los casos clínicos utilizados para el estudio, los fumadores fueron asignados aleatoriamente a ejercicios como caminar rápidamente o montar en bicicleta o algún tipo de actividad "pasiva", como ver un video o simplemente estar sentado tranquilo.
En general, el equipo de Taylor detectó que los pacientes decían tener menos ganas de fumar después de hacer ejercicio que con anterioridad al mismo.
Pero por qué no está del todo claro. El ejercicio podría servir como distracción, mientras que la actividad física también podría mejorar el estado de ánimo, y así no sería necesario recurrir al tabaco para sentirse mejor, ha explicado Taylor.
Además, las conclusiones han mostrado que ninguno de los fumadores de los estudios estuvo en un programa para dejar de fumar o utilizó productos sustitutivos de la nicotina, como chicles o parches, por lo que sugieren que el efecto podría ser menor en los fumadores que utilizan este tipo de productos.
Los investigadores, cuyos resultados ha publicado la revista Addiction, combinaron datos de 19 ensayos clínicos previos pero no han logrado dilucidar si la falta de ganas que se consigue con el ejercicio también se traduce en una mayor probabilidad de dejar de fumar.
Según Adrian Taylor, profesor de ejercicio y salud psicológica de la Universidad de Exeter, en los casos clínicos utilizados para el estudio, los fumadores fueron asignados aleatoriamente a ejercicios como caminar rápidamente o montar en bicicleta o algún tipo de actividad "pasiva", como ver un video o simplemente estar sentado tranquilo.
En general, el equipo de Taylor detectó que los pacientes decían tener menos ganas de fumar después de hacer ejercicio que con anterioridad al mismo.
Pero por qué no está del todo claro. El ejercicio podría servir como distracción, mientras que la actividad física también podría mejorar el estado de ánimo, y así no sería necesario recurrir al tabaco para sentirse mejor, ha explicado Taylor.
Además, las conclusiones han mostrado que ninguno de los fumadores de los estudios estuvo en un programa para dejar de fumar o utilizó productos sustitutivos de la nicotina, como chicles o parches, por lo que sugieren que el efecto podría ser menor en los fumadores que utilizan este tipo de productos.
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