La garrapata, en el punto de mira de infectólogos

Determinar la infección causada por picadura de garrapata es esencial para establecer terapias efectivas.

C.S. Zaragoza | dmredaccion@diariomedico.com | 30/05/2013 18:41

Stephen Dumler, de la División de Microbiología de la Johns Hopkins, de Estados Unidos. (Xavi Buil)

Stephen Dumler, responsable de la División de Microbiología Médica del Departamento de Patología del Hospital Johns Hopkins (Estados Unidos), que ha participado en la conferencia inaugural del XVII Congreso de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica, que se está celebrando en Zaragoza, ha recalcado la importancia de mejorar los diagnósticos y tratamientos de las enfermedades producidas por los microorganismos inoculados por la picadura de garrapata.

Uno de los objetivos de la comunidad científica es combatir la enfermedad causada por garrapatas desde la vacunación, pero sólo existe para la encefalitis"

Dumler inició sus investigaciones en 1979, cuando en Estados Unidos se produjo un aumento del número de casos de fiebre maculosa de las Montañas Rocosas, una de las enfermedades más mortíferas originada por una rickettsia (en Europa equivale a la fiebre maculosa mediterránea).

"Desde entonces se han descubierto otras muchas enfermedades relacionadas con la picadura de garrapata, como la ehrlichiosis. Debemos comprender con detalle el comportamiento de estas infecciones y los microbios que las transmiten, para identificarlas mejor y poder aplicar los tratamientos más efectivos", ha señalado a DM.

Aumento histórico
En los últimos quince años se han incrementado hasta niveles históricos los casos relacionados con la picadura de garrapata, tanto en Estados Unidos como en Europa y Asia. Las razones son múltiples. "La extensión de terreno urbanizable a áreas rurales lleva a los humanos a entrar en contacto con este parásito. Además, el cambio climático origina cada vez ambientes más cálidos, un entorno favorable a la propagación de bacterias".

Infectólogos y microbiólogos son conscientes de la importancia creciente de este tipo de enfermedades y existe una red de intercambio de información e investigaciones a nivel internacional. Cada vez se diagnostica un mayor número de casos gracias a la concienciación y estado de alerta de la comunidad científica. "En los años 90 descubrimos una nueva enfermedad originada por la picadura de garrapata que hasta entonces sólo se había identificado en el ganado. Pero estos microorganismos tienen un perfil diferente cuando son inoculados en humanos y son resistentes al antibiótico suministrado a los animales". Normalmente, y según Dumler, se aíslan estos microorganismos para observarlos en el laboratorio. "Realizamos un seguimiento de su evolución y pruebas con fármacos para después aplicarlas en los pacientes de manera satisfactoria". Un ejemplo de ello es un antibiótico clásico frecuentemente utilizado para tratar infecciones bacteriológicas, la fluoroquinolona. "En el laboratorio utilizamos fluoroquinolona y erradicamos los microorganismos. Al suministrarlo a pacientes, éstos mejoraban, pero una vez finalizado el tratamiento se presentaba una recaída".

Puntos clave
Subrayó además la importancia de ahondar en el conocimiento del comportamiento de las garrapatas, las dinámicas de transmisión, así como de realizar un buen diagnóstico, predecir los riesgos en áreas específicas e identificar qué tipo de microorganismo ha originado la infección para suministrar el antibiótico apropiado.
Existe una asociación directa de las garrapatas con el medio rural, pero la equivalencia no es matemática.
La enfermedad de Lyme, causada por la Borrelia burgdorferi, es la enfermedad bacteriana más importante en Norteamérica y Europa, y se transmite por la picadura de garrapata. "Esta enfermedad no se originó en áreas rurales, sino en las periferias de las grandes ciudades", apunta este especialista.

Difícil control
Divulgar las formas de evitar el contacto con este ácaro es también tarea de la comunidad científica. De esta forma, los investigadores pueden identificar las áreas de población de garrapatas, aunque es difícil su control. "Los científicos -según Dumler- están realizando ensayos para evitar las enfermedades provocadas por la garrapata con las vacunas adecuadas, pero, desafortunadamente, tan solo existe por ahora una contra la encefalitis transmitida por garrapatas o Tick-Borne Encephalitis".