POLÉMICA | Recogida de firmas
¿Niño o niña? Lo que los padres quieran
La legislación española no permite elegir el sexo del bebé. | Bernabé Cordón
- Una clínica privada recoge firmas para que se pueda elegir el sexo del bebé
- Esta práctica está prohibida en España y en la mayoría de los países europeos
Una clínica privada de reproducción asistida de Barcelona ha comenzado a recoger firmas para permitir que las parejas o mujeres solas que se sometan a técnicas de este tipo puedan elegir el sexo del bebé, algo que está prohibido en la legislación española y en la mayoría de países europeos, aunque sí se permite en países como EEUU, México o Jordania, entre otros.
El Instituto de Reproducción Cefer presentó en enero una iniciativa legislativa popular (IPL) para cambiar la Ley y, tras las gestiones necesarias, ha anunciado hoy en rueda de prensa que ha comenzado a buscar medio millón de personas que la apoyen, como ya lo ha hecho institucionalmente la Asociación Nacional de Clínicas de Reproducción Asistida (ANACER), que engloba a varios centros privados. Los dueños de este centro han conseguido que el Congreso admita su propuesta, pero es necesario que 500.000 ciudadanos les acompañen para que se produzca un eventual debate en la cámara baja y se someta a votación su proposición.
Simón Marina, fundador del centro promotor, cree que se trata de "una cuestión de libertad y democracia" y apunta a que no existe ninguna razón para prohibir la elección de sexo. "Es un derecho que no atenta contra nadie", explica a ELMUNDO.ES
La supuesta aprobación de esta IPL supondría un cambio en los pacientes de las clínicas de reproducción asistida, que dejarían de ser solo mujeres sin pareja masculina o parejas con infertilidad y empezarían a incluir parejas sanas que se sometieran a estas técnicas no por motivos médicos, sino por un deseo personal de tener una descendencia de determinado sexo.
Este sería uno de los puntos polémicos de la IPL, según Roberto Matorras, jefe de la Unidad de Reproducción Humana del Hospital de Cruces de Bilbao. Para este especialista, toda intervención médica "tiene un riesgo, aunque mínimo". "Personalmente, no estoy a favor", apunta, añadiendo que le preocupa la situación de los embriones del sexo indeseado.
En cualquier caso, subraya, debatir esta medida le parece que puede implicar "la frivolización de la reproducción asistida".
La bióloga Montse Boada, del Instituto Universitario Dexeus, opina por su parte "que no hay mucha demanda de este tipo" por parte de sus pacientes. Señala que no puede "estar en contra" de la iniciativa del Instituto de Reproducción Cefer, pero no le parece que sea el objetivo de la reproducción asistida, "que es tratar los problemas de esterilidad o las enfermedades genéticas".
Eso sí, Boada se muestra de acuerdo con Simón Marina en que una supuesta aprobación de esta ILP no supondría un problema en el sentido de equilibrio de sexos, como sí lo sería en países donde hay rechazo para el sexo femenino.
Este es uno de los argumentos más utilizados por los promotores del cambio legislativo, que señalan que la mayoría de los solicitantes actuales son parejas que tienen dos hijos del mismo sexo y buscan un tercero de distinto género.
La coordinadora del grupo de interés en ética y buena práctica de la Sociedad Española de Fertilidad (SEF), Rocío Núñez, considera que la aprobación o no de la ley "daría lo mismo", puesto que existen técnicas para hacerlo y, a su juicio, no tendría repercusión en el equilibrio de sexos. Sin embargo, esta experta subraya que el cambio sería difícil, porque "en otros supuestos ha costado bastante" cambiar la ley.
La recogida de firmas para la aprobación de la ILP ha comenzado ya en los cuatro centros que Cefer tiene en Barcelona, Lleida y Valencia pero, tal y como adelanta Marina, pronto se podrá también firmar en el resto de clínicas de reproducción asistida de ANACER. Entre los planes para promover la ILP, Marina comenta que su intención es reunirse con la SEF y otras sociedades médicas involucradas en el campo de la reproducción.
Todo ello con el objetivo de reunir las firmas necesarias antes de finales de noviembre, cuando acaba el plazo. También es posible apoyar la iniciativa en formato electrónico.
Marina es consciente de la dificultad de sacar adelante la IPL e, incluso, de llegar a recoger el medio millón de firmas necesario. "Aunque se recogieran las firmas, el parlamento tendría que aceptar que se debatiera y tenemos un Gobierno en el que hay una presión ideológica en torno a estos temas", concluye.
El Instituto de Reproducción Cefer presentó en enero una iniciativa legislativa popular (IPL) para cambiar la Ley y, tras las gestiones necesarias, ha anunciado hoy en rueda de prensa que ha comenzado a buscar medio millón de personas que la apoyen, como ya lo ha hecho institucionalmente la Asociación Nacional de Clínicas de Reproducción Asistida (ANACER), que engloba a varios centros privados. Los dueños de este centro han conseguido que el Congreso admita su propuesta, pero es necesario que 500.000 ciudadanos les acompañen para que se produzca un eventual debate en la cámara baja y se someta a votación su proposición.
Simón Marina, fundador del centro promotor, cree que se trata de "una cuestión de libertad y democracia" y apunta a que no existe ninguna razón para prohibir la elección de sexo. "Es un derecho que no atenta contra nadie", explica a ELMUNDO.ES
La supuesta aprobación de esta IPL supondría un cambio en los pacientes de las clínicas de reproducción asistida, que dejarían de ser solo mujeres sin pareja masculina o parejas con infertilidad y empezarían a incluir parejas sanas que se sometieran a estas técnicas no por motivos médicos, sino por un deseo personal de tener una descendencia de determinado sexo.
Este sería uno de los puntos polémicos de la IPL, según Roberto Matorras, jefe de la Unidad de Reproducción Humana del Hospital de Cruces de Bilbao. Para este especialista, toda intervención médica "tiene un riesgo, aunque mínimo". "Personalmente, no estoy a favor", apunta, añadiendo que le preocupa la situación de los embriones del sexo indeseado.
Problemas éticos
Matorras reconoce que hay parejas que solicitan este servicio, denegado por la ley pero, a su juicio, son pocas. "Si fuera libre, quizás más parejas lo pedirían", apunta el experto. A Matorras le preocupa el estatus del embrión y apunta a que existe una técnica, la filtración con espermatozoides, que permite seleccionar los espermatozoides más proclives a formar un varón. Sin embargo, se trata de un procedimiento "poco eficiente" por lo que no se utiliza. Si pudiera utilizarse, el especialista considera que la elección de sexo tendría menos problemas éticos.En cualquier caso, subraya, debatir esta medida le parece que puede implicar "la frivolización de la reproducción asistida".
La bióloga Montse Boada, del Instituto Universitario Dexeus, opina por su parte "que no hay mucha demanda de este tipo" por parte de sus pacientes. Señala que no puede "estar en contra" de la iniciativa del Instituto de Reproducción Cefer, pero no le parece que sea el objetivo de la reproducción asistida, "que es tratar los problemas de esterilidad o las enfermedades genéticas".
Eso sí, Boada se muestra de acuerdo con Simón Marina en que una supuesta aprobación de esta ILP no supondría un problema en el sentido de equilibrio de sexos, como sí lo sería en países donde hay rechazo para el sexo femenino.
Este es uno de los argumentos más utilizados por los promotores del cambio legislativo, que señalan que la mayoría de los solicitantes actuales son parejas que tienen dos hijos del mismo sexo y buscan un tercero de distinto género.
La coordinadora del grupo de interés en ética y buena práctica de la Sociedad Española de Fertilidad (SEF), Rocío Núñez, considera que la aprobación o no de la ley "daría lo mismo", puesto que existen técnicas para hacerlo y, a su juicio, no tendría repercusión en el equilibrio de sexos. Sin embargo, esta experta subraya que el cambio sería difícil, porque "en otros supuestos ha costado bastante" cambiar la ley.
Una elección cara
Núñez, no obstante, apunta otro dato: "La técnica que se utilizaría para seleccionar el sexo del embrión sería el diagnóstico genético preimplantacional (DGP). Aunque la efectividad es 100%, se trata de una técnica cara, por lo que no sería una opción para cualquier pareja, sino para aquellas con nivel adquisitivo alto que se lo pudieran permitir".La recogida de firmas para la aprobación de la ILP ha comenzado ya en los cuatro centros que Cefer tiene en Barcelona, Lleida y Valencia pero, tal y como adelanta Marina, pronto se podrá también firmar en el resto de clínicas de reproducción asistida de ANACER. Entre los planes para promover la ILP, Marina comenta que su intención es reunirse con la SEF y otras sociedades médicas involucradas en el campo de la reproducción.
Todo ello con el objetivo de reunir las firmas necesarias antes de finales de noviembre, cuando acaba el plazo. También es posible apoyar la iniciativa en formato electrónico.
Marina es consciente de la dificultad de sacar adelante la IPL e, incluso, de llegar a recoger el medio millón de firmas necesario. "Aunque se recogieran las firmas, el parlamento tendría que aceptar que se debatiera y tenemos un Gobierno en el que hay una presión ideológica en torno a estos temas", concluye.
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