INNOVACIÓN | Medicina regenerativa
Japón autoriza el primer ensayo con células iPS en humanos
Un portavoz del ministerio japonés de Sanidad explica la decisión.| Kyodo
- Los ensayos se iniciarán el próximo año, según han adelantado las autoridades
- Se centrarán en el tratamiento de la degeneración macular ligada a la edad
- Los autores son cautos y vigilarán que no se desarrollen tumores
Una comisión gubernamental japonesa ha dado su visto bueno para que se inicien en humanos los primeros ensayos clínicos con células madre reprogramadas o iPS. Los encargados de llevar a cabo estos ensayos serán científicos la Fundación para la Investigación Biomédica y la Innovación (IBRI), un centro hospitalario en Kobe (al oeste de Japón).
Las investigaciones comenzarán el próximo año, según han adelantado fuentes del ministerio de Sanidad, y se centrarán en el tratamiento de la degeneración macular ligada a la edad, que es la primera causa de ceguera en las personas mayores de 55 años en los países industrializados y que afecta a unas 700.000 personas en Japón.
Las células iPS, también denominadas reprogramadas o pluripotenciales inducidas, son células creadas a partir de células adultas, que gracias a un 'cóctel' específico de células, se retrotraen a un estado primigenio, similar al embrionario.
A partir de ese estado, las nuevas células pueden volver a diferenciarse en cualquier tipo celular, en función del medio en el que se encuentren.
La solicitud del nuevo ensayo fue realizada el pasado mes de octubre. Tal y como confirmaba la investigadora Masayo Takahashi -una de las líderes del proyecto en la unidad de medicina regenerativa en IBRI-, durante un simposio en San Francisco (EEUU) celebrado el pasado año, se pretende probar la terapia en seis personas mayores de 50 años afectadas por degeneración macular, un trastorno que afecta a la parte central de la retina, denominada mácula. Se trata de obtener células iPS a partir de la piel de los pacientes y transformarlas en células de la retina para su posterior implantación.
Según informa el diario 'Cebu Daily News', este proceso de transformación podría tardar unoos 10 meses, tras los cuales las células ya estarán listas para su implantación. Posteriormente, los seis pacientes serán evaluados durante una media de cuatro años paa ver cómo reacciona su organismo y, sobre todo, para detectar cualquier posible transformación maligna de las células.
De hecho, se ha elegido la degeneración macular, como primera enfermedad a tratar con iPS, debido a que las células del ojo son menos propensas a desarrollar cáncer e, incluso si un tumor apareciera, se podría eliminar fácilmente. En cualquier caso, la propia doctora Takahashi ha querido ser cauta y ha insistido en que no qiere "generar excesivas expectativas"; el nuevo tratamiento, ha dicho, "es una esperanza para estos pacientes, pero probablemente pasarán años antes de que estas células puedan contribuir realmente a mejorar su visión".
El gobierno japonés pretende invertir alrededor de 1.800 millones de dólares a lo largo de una década en el empleo de células iPS dentro del campo de la medicina regenerativa.
El año pasado, el investigador japonés Shinya Yamanaka y el británico John Gurdon, recibieron de forma conjunta el premio Nobel de Medicina por haber hecho posible la reprogramación célular, una técnica clave para el futuro de la medicina regenerativa.
El propio Yamanaka aseguraba en una entrevista concedida tras recibir el premio de la Fundación BBVA que el primer órgano reproducido en el laboratorio sería la retina.
Al contrario de lo que ocurre con otros linajes celulares, la utilización de células iPS no supone ningún problema ético fundamental, aunque se había puesto en duda su empleo debido al elevado riesgo de cáncer que se observó en las células adultas que se retrotrajeron a su estado primitivo.
Los trabajos con células iPS se han convertido en una prioridad de la investigación en Japón, cuyo gobierno ha destinado un importante apoyo económico a tal fin al considerar que se trata de un campo muy prometedor en el que los científicos del país deberían tomar la delantera.
Las investigaciones comenzarán el próximo año, según han adelantado fuentes del ministerio de Sanidad, y se centrarán en el tratamiento de la degeneración macular ligada a la edad, que es la primera causa de ceguera en las personas mayores de 55 años en los países industrializados y que afecta a unas 700.000 personas en Japón.
Las células iPS, también denominadas reprogramadas o pluripotenciales inducidas, son células creadas a partir de células adultas, que gracias a un 'cóctel' específico de células, se retrotraen a un estado primigenio, similar al embrionario.
A partir de ese estado, las nuevas células pueden volver a diferenciarse en cualquier tipo celular, en función del medio en el que se encuentren.
La solicitud del nuevo ensayo fue realizada el pasado mes de octubre. Tal y como confirmaba la investigadora Masayo Takahashi -una de las líderes del proyecto en la unidad de medicina regenerativa en IBRI-, durante un simposio en San Francisco (EEUU) celebrado el pasado año, se pretende probar la terapia en seis personas mayores de 50 años afectadas por degeneración macular, un trastorno que afecta a la parte central de la retina, denominada mácula. Se trata de obtener células iPS a partir de la piel de los pacientes y transformarlas en células de la retina para su posterior implantación.
Según informa el diario 'Cebu Daily News', este proceso de transformación podría tardar unoos 10 meses, tras los cuales las células ya estarán listas para su implantación. Posteriormente, los seis pacientes serán evaluados durante una media de cuatro años paa ver cómo reacciona su organismo y, sobre todo, para detectar cualquier posible transformación maligna de las células.
De hecho, se ha elegido la degeneración macular, como primera enfermedad a tratar con iPS, debido a que las células del ojo son menos propensas a desarrollar cáncer e, incluso si un tumor apareciera, se podría eliminar fácilmente. En cualquier caso, la propia doctora Takahashi ha querido ser cauta y ha insistido en que no qiere "generar excesivas expectativas"; el nuevo tratamiento, ha dicho, "es una esperanza para estos pacientes, pero probablemente pasarán años antes de que estas células puedan contribuir realmente a mejorar su visión".
El gobierno japonés pretende invertir alrededor de 1.800 millones de dólares a lo largo de una década en el empleo de células iPS dentro del campo de la medicina regenerativa.
El año pasado, el investigador japonés Shinya Yamanaka y el británico John Gurdon, recibieron de forma conjunta el premio Nobel de Medicina por haber hecho posible la reprogramación célular, una técnica clave para el futuro de la medicina regenerativa.
El propio Yamanaka aseguraba en una entrevista concedida tras recibir el premio de la Fundación BBVA que el primer órgano reproducido en el laboratorio sería la retina.
Al contrario de lo que ocurre con otros linajes celulares, la utilización de células iPS no supone ningún problema ético fundamental, aunque se había puesto en duda su empleo debido al elevado riesgo de cáncer que se observó en las células adultas que se retrotrajeron a su estado primitivo.
Los trabajos con células iPS se han convertido en una prioridad de la investigación en Japón, cuyo gobierno ha destinado un importante apoyo económico a tal fin al considerar que se trata de un campo muy prometedor en el que los científicos del país deberían tomar la delantera.
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