La EMA aprueba la lenalidomida como tratamiento para el Síndrome Mielodisplásico
Estocolmo (18/06/2013) - Silvia C. Carpallo
• Será aplicable para el subtipo DEL5Q, en aquellos casos graves en los que el paciente, principalmente debido a su avanzada edad, no haya respondido con éxito a otros tratamientos
• El Síndrome Mielodisplásico fue uno de los temas tratados durante el 18 Congreso de la Asociación Europea de Hematología
Es por ello que el tratamiento del MDS fue también uno de los protagonistas durante el 18 Congreso Anual de la Asociación Europea de Hematología, celebrado la semana pasada en la ciudad de Estocolmo. Pero en esta ocasión fue especialmente relevante, debido a que durante el propio congreso, la Agencia Europea del Medicamento aprobaba el uso de la lenalidomida (comercializada con el nombre de Revlimid por los laboratorios Celgene) para un subtipo concreto del síndrome mielodisplásico, el DEL5Q, cuyo nombre proviene de una malformación genética del cromosoma 5Q.
Según explicaba Aristoteles Giagounidis, director de la unidad de Hematología en el Hospital de San Juan en Duisburg (Alemania), hasta el momento existían diferentes opciones de tratamiento. La primera de ellas es el trasplante de médula ósea, pero se trata de una operación muy complicada, y debido a que suelen ser pacientes de avanzada edad, "sólo el 30 por ciento de las intervenciones tiene éxito". De manera similar ocurre con la quimioterapia, que resulta demasiado agresiva. Lo más habitual es recurrir a las transfusiones de sangre, lo que proporciona un beneficio rápido al paciente. La parte negativa es que estos finalmente "los pacientes acaban siendo muy dependientes de las mismas".
Lenalidomida para pacientes de DEL5Q
Es debido a estas complicaciones que la Agencia Europea del Medicamento aprobaba la lenalidomida - usada principalmente en el tratamiento del mieloma múltiple- para el tratamiento de pacientes con anemia dependiente de transfusión, debido a síndromes mielodisplásicos del subtipo DEL5Q (un 10 por ciento de los MDS en total), cuando otras opciones de tratamiento son insuficientes o inadecuadas.
Según los estudios realizados, los pacientes tratados con lenalidomida obtuvieron una mejoría significativa en la independencia de las transfusiones, al igual que una mejoría en los niveles de hemoglobina, tal y como informaba el Dr. Giagounidis. Igualmente, el hecho de tratarse de un tratamiento por vía oral, permite una mayor independencia del paciente respecto de los servicios sanitarios. Respecto a los efectos secundarios del tratamiento, es posible la aparición de picor de cabeza, diarrea o calambres, pero el más preocupante es que es habitual que antes de la mejoría, el paciente sufra un pico de crisis de la enfermedad, por lo que el médico debe decidir en cada caso si es más beneficioso esperar o suspender el tratamiento.
La necesidad de la implicación de Atención Primaria
La doctora Valeria Santini, Catedrática adjunta de Hematología de la Universidad de Florencia, se centraba más en explicar lo importante que resulta una diagnóstico precoz para que los tratamientos resulten más efectivos. El problema es que se trata "de una enfermedad difícil de diagnosticar, difícil de tratar, y difícil de manejar". Por ello es vital que los médicos de Atención Primaria sepan distinguir los síntomas de alarma, para poder derivarlos al especialista, algo que resulta complejo cuando el principal síntoma es la fatiga en pacientes de avanzada edad, y cuando ha sido en esta última década cuando realmente se ha ido conociendo la enfermedad.
Santini explicaba que en diagnóstico resulta fundamental realizar un estudio citogenético, así como un examen de la médula ósea, de manera que pueda saberse qué tipo de Síndrome Mielodisplásico padece el paciente, puesto que "el tratamiento puede variar sustancialmente".
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