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Institutos Nacionales de la Salud
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Un grupo de médicos de EE. UU. califica a la obesidad de enfermedad
Los defensores afirman que la medida de la AMA estimulará los recursos para combatir la epidemia de aumento de peso, pero otros cuestionan la decisión
Traducido del inglés: jueves, 20 de junio, 2013
Con algo de suerte, la decisión preparará el camino para que los médicos presten más atención a la obesidad y a sus peligrosas complicaciones, y podría incluso aumentar la cobertura de seguro para los tratamientos, señalaron los expertos.
"Reconocer la obesidad como una enfermedad ayudará a cambiar la forma en que la comunidad médica se enfrenta a este complejo problema que afecta a alrededor de uno de cada tres estadounidenses", aseguró el martes en una declaración una miembro de la junta de la AMA, la Dra. Patrice Harris. "La AMA está comprometida con mejorar los resultados de salud, y está trabajando para reducir la incidencia de las enfermedades cardiovasculares y la diabetes tipo 2, que con frecuencia se relacionan con la obesidad".
Una experta cree que la decisión de la AMA, aprobada el martes en la reunión anual del grupo, podría llevar a una mayor cobertura para los tratamientos contra la obesidad por parte de las compañías de seguros.
"Ya tratamos la obesidad como una enfermedad crónica", apuntó la Dra. Esa Matius Davis, profesora asistente de medicina de la Universidad de Pittsburgh. "Pero esta decisión traerá más recursos al campo porque, con algo de suerte, permitirá una mayor cobertura de seguro, y eso ha sido realmente el problema para lograr que las personas obtengan la ayuda que necesitan", planteó.
Los tratamientos para la obesidad (que incluyen fármacos, asesoría nutricional y cirugía, si resulta necesaria) con frecuencia no son reembolsados por las compañías de seguros, lamentó Davis. Esto significa que muchos pacientes no reciben la atención que necesitan porque no pueden permitirse pagar los costos de desembolso, explicó.
Si el seguro cubriera estos servicios, "aumentarían las remisiones y el tratamiento, y eso sería un paso importantísimo en la dirección correcta", señaló Davis.
Actualmente, Davis obtiene la cobertura de seguro para sus pacientes obesos al diagnosticarlos con hipertensión, colesterol alto o diabetes, u otras afecciones relacionadas con la obesidad. Pero eso deja sin apoyo a muchos pacientes obesos, dijo.
La Sociedad de la Obesidad (Obesity Society), que se autodenomina como la principal sociedad científica dedicada al estudio de la obesidad, felicitó a la AMA por su decisión. "La promulgación de la nueva política de la AMA que clasifica a la obesidad como una enfermedad refuerza al conocimiento científico que subyace a la prevención y al tratamiento de la obesidad", aseguró en una declaración Theodore Kyle, presidente de defensoría.
"Este reconocimiento vital de la obesidad como una enfermedad puede ayudar a asegurar que se dediquen más recursos a la investigación, la prevención y el tratamiento necesarios; animar a los profesionales en la atención de la salud a reconocer el tratamiento contra la obesidad como una vocación necesaria y respetada; y reducir el estigma y la discriminación experimentados por los millones de afectados", aseguró.
Kyle dijo que la AMA se ha unido ahora a varias organizaciones que han realizado esta clasificación anteriormente, entre ellas los Institutos Nacionales de Salud de EE. UU., la Administración del Seguro Social, y los Centros para los Servicios de Medicare y Medicaid.
Sin embargo, no todos piensan que la decisión de la AMA fue acertada. De hecho, muchos miembros del grupo de médicos se opusieron a la medida, incluso un comité que había estado a cargo de explorar el tema. Había votado contra reconocer la obesidad como una enfermedad.
Una de las objeciones a etiquetar la obesidad como enfermedad tiene que ver con la forma en que la obesidad se determina, utilizando el llamado índice de masa corporal (una proporción entre el peso y la estatura), que algunos expertos opinan que es inexacto.
Esa no es la única objeción.
"Nunca me ha gustado la idea de calificar la obesidad de enfermedad, porque la enfermedad ocurre cuando el cuerpo funciona mal", señaló el Dr. David Katz, director del Centro de Investigación en Prevención de la Universidad de Yale. "Convertir las calorías adicionales en una reserva de grasa no es un mal funcionamiento, es la fisiología normal".
Katz señaló que la obesidad es mayormente un problema social provocado por un exceso de comida y una falta de actividad física. Aunque sin duda la obesidad amerita tratamiento, hay que cambiar los aspectos de la cultura que han llevado a la epidemia de obesidad, enfatizó.
"La obesidad es ubicua en el mundo moderno, no debido a cambios en nuestros cuerpos, sino a cambios en el mundo moderno. Nos estamos ahogando en un exceso de calorías y de tecnologías que ahorran trabajo", advirtió.
Cree que los tratamientos contra la obesidad ameritan cobertura de seguro.
En los últimos 20 años, ha habido un aumento dramático en la obesidad en EE. UU., y se considera obesos a más de un tercio de los adultos (el 35.7 por ciento) y aproximadamente el 17 por ciento de los niños y los adolescentes (o 12.5 millones), según los Centros para el Control y la Prevención de las Enfermedades (CDC) de EE. UU.
Entre las afecciones relacionadas con la obesidad se hallan las enfermedades del corazón, el accidente cerebrovascular, la diabetes tipo 2 y ciertos tipos de cáncer, que son algunas de las principales causas prevenibles de muerte.
Se calcula que los costos médicos asociados con la obesidad fueron de 147 mil millones de dólares en 2008, y los costos médicos para las personas obesas fueron 1,429 dólares más altos que para las personas de peso normal, señalaron los CDC.
Los negros tienen las tasas de obesidad ajustadas por la edad más altas (del 49.5 por ciento), seguidos por los estadounidenses de origen mexicano (el 40.4 por ciento), los hispanos (el 39 por ciento) y los blancos (el 34 por ciento).
Entre los niños y los adolescentes, desde 1980 la prevalencia de la obesidad casi se ha triplicado. Hay disparidades raciales y étnicas significativas en las tasas de obesidad entre los niños. Los chicos hispanos son significativamente más propensos a ser obesos que los blancos, y las chicas negras son significativamente más propensas a ser obesas que las blancas, según los CDC.
La obesidad y el sobrepeso son etiquetas para rangos de peso que son más elevados de lo que se considera saludable para una estatura dada.
Entre los adultos, la obesidad y el sobrepeso se determinan usando el peso y la estatura para calcular el índice de masa corporal (IMC). Un adulto con un IMC de entre 25 y 29.9 se considera en sobrepeso, mientras que alguien que tiene un IMC a partir de 30 se considera obeso.
Una persona que mida 5 pies y 9 pulgadas (1.75 metros) y que pese entre 125 y 168 libras (entre 57 y 76 kilos) tendría un IMC de entre 18.5 y 24.9, lo que se considera saludable. Si la misma persona pesara entre 169 y 202 libras (entre 77 y casi 92 kilos) tendría un IMC de 25.0 a 29.9, lo que se considera sobrepeso. Si la persona pesara más de 203 libras (o más de 92 kilos), tendría un IMC de 30 o más, que se considera obesidad.
Artículo por HealthDay, traducido por Hispanicare
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