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Institutos Nacionales de la Salud
Los conductores mayores podrían ser vulnerables a apenas una bebida alcohólica
Pero eso no significa que para los conductores más jóvenes sea seguro consumir alguna cantidad de alcohol, señalan los investigadores
Traducido del inglés: viernes, 21 de marzo, 2014JUEVES, 20 de marzo de 2014 (HealthDay News) -- Incluso una sola copa de vino, botella de cerveza o cóctel podría afectar a la capacidad de conducción de las personas mayores de 55 años, sugiere una investigación reciente.
Un pequeño estudio de científicos de la Universidad de Florida observó cómo una porción de alcohol afectaba las habilidades de conducción de un grupo de 72 personas sanas. La mitad tenía entre 25 y 36 años, y la otra mitad entre 55 y 70.
Consumir una sola bebida alcohólica no aumentó los niveles de alcohol en la sangre de ningún participante por encima de 0.08, el límite legal para conducir. Pero fue suficiente para afectar las habilidades de conducción de los conductores de más edad, advirtieron los investigadores en una edición reciente de la revista Psychopharmacology.
"Este estudio sugiere que incluso con unas dosis bajas de alcohol, que producen niveles de alcohol por debajo del límite legal actual, puede afectar algunas habilidades de conducción básicas en los adultos mayores", señaló el coautor del estudio Alfredo Sklar, candidato doctoral del Centro para la Investigación y la Educación sobre la Adicción del Colegio de Medicina de la Universidad de Florida.
Al inicio del estudio, se pidió a ambos grupos de edad que tomaran una prueba de conducción simulada mientras estaban sobrios en un recorrido de tres millas (4.8 KM) en una carretera rural con curvas. El equipamiento para la prueba de conducción incluía varias computadoras con monitores grandes al frente y en los costados de los conductores, para dar la impresión de las ventanillas laterales de un coche. La consola de conducción incluía un volante, frenos y un acelerador, y se proveyeron sonidos ambientales a través de un sistema estéreo. Para añadir cierto realismo, de vez en cuando pasaba otro coche.
Los investigadores rastrearon la capacidad de los conductores para mantenerse dentro de su carril y mantener una velocidad constante, además de su uso del volante mientras conducían por la carretera.
Otro día, se dividió a los participantes en tres grupos. Un grupo bebió una bebida no alcohólica de lima y limón, el segundo grupo bebió una bebida alcohólica que produjo un resultado en una prueba de aliento del 0.04 por ciento y el tercer grupo consumió una bebida alcohólica que aumentó la prueba de aliento al 0.065 por ciento. Ninguna de las bebidas alcohólicas hizo que los participantes llegaran al límite legal de 0.08 por ciento, apuntaron los investigadores.
Entonces, los conductores dieron una vuelta por la carretera simulada una vez más.
Consumir menos de una bebida y entonces conducir el coche simulado no tuvo un impacto en las habilidades del grupo de menos edad, pero los conductores mayores mostraron una precisión más baja, según el estudio. Su respuesta al volante sugiere "una mayor sensibilidad al alcohol entre los conductores de más edad", señalaron los investigadores.
Jan Withers, presidenta nacional de Mothers Against Drunk Driving (MADD), afirmó que los nuevos hallazgos son "muy interesantes".
"La disfunción puede comenzar con la primera copa, así que es importante que las personas piensen sobre lo que han comido, qué medicamentos quizá estén tomando y cómo responden sus organismos normalmente al alcohol", planteó Withers.
Los resultados sugieren que quizá haya llegado el momento de reevaluar los niveles legales de alcohol en sangre de todos los conductores, dijeron los autores del estudio.
Pero cambiar los límites de consumo de alcohol para los conductores no necesariamente es la respuesta, advirtió Janina Kean, presidenta y directora ejecutiva del Centro de Recuperación High Watch, un centro de rehabilitación de drogas de Kent, Connecticut. "Si va a conducir un coche, no debe beber en lo absoluto", enfatizó Kean, quien también es enfermera psiquiátrica autorizada para emitir recetas.
Comentó que el país se enfrenta a problemas más profundos con la adicción, y encarcelar a los conductores borrachos no logrará unos avances significativos. "Enjaularlos no resolverá el problema del alcoholismo", lamentó Kean. "Cuando salen, no van a tratamiento. No se puede aprender una lección si se trata de una enfermedad".
Los conductores más jóvenes no deben creer que los resultados sean un mensaje de que beber cuando conducen está bien, plantearon también los expertos.
Aunque los adultos mayores en el estudio fueron más sensibles a las bebidas alcohólicas que los más jóvenes, apuntó Sklar, el escenario de conducción que él y sus colaboradores utilizaron para el estudio fue mucho menos complejo que los ambientes de conducción con que la mayoría de las personas se encuentran en el mundo real, que pueden incluir peatones, animales, patrones inusuales de tráfico, emergencias y otros conductores impredecibles.
"Nuestros hallazgos no significan que esas dosis sean completamente seguras para los conductores más jóvenes", aseguró Sklar.
Los bebedores siempre deben planificar por adelantado para contar con un conductor designado si van a consumir alcohol, enfatizó Withers, de MADD. "La opción más segura para toda persona mayor de 21 años es tener un conductor designado que no consuma alcohol si va a beber", aseguró.
Artículo por HealthDay, traducido por Hispanicare
FUENTES: Alfredo Sklar, doctoral candidate, Center for Addiction Research, University of Florida College of Medicine; Jan Withers, national president, Mothers Against Drunk Driving (MADD); Janina Kean, A.P.R.N., president and CEO, High Watch Recovery Center, Kent, Conn.; February 2014 Psychopharmacology
HealthDay
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