La depresión, un reto de salud pública en España

Su trivialización le confiere parte del estigma a una patología con impacto laboral, económico y personal

Isabel Gallardo Ponce. Madrid |igallardo@diariomedico.com | 17/02/2015 18:32

Miguel Gutiérrez, Miquel Bernardo, Miquel Roca y Jerónimo Saiz, ayer en Madrid. (Mauricio Skrycky)

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La prevalencia anual de la depresión está en torno al 4-5 por ciento en España y el riesgo de padecerla en algún momento de la vida aumenta hasta el 10 por ciento de la población y 1.868.173 personas la padecieron en 2013, según Miquel Roca, presidente de la Fundación Española de Psiquiatría y Salud Mental.

Roca, junto a Miguel Gutiérrez, presidente de la Sociedad Española de Psiquiatría; Jerónimo Saiz, jefe del Servicio de Psiquiatría del Hospital Ramón y Cajal, de Madrid, y Miquel Bernardo, presidente de la Sociedad Española de Psiquiatría Biológica, explicaron ayer en un encuentro organizado por sus sociedades, con la colaboración de Lundbeck, que la depresión es un gravísimo problema de salud pública con una altísima prevalencia, que no recibe en políticas sanitarias, de prevención y manejo la atención por su impacto personal, laboral, económico familiar y social...

Según Saiz, uno de los principales problemas es que "la depresión está trivializada. Es una enfermedad psiquiátrica con repeticiones múltiples que produce sufrimiento y limitaciones importantes. Su síntoma clave es la tristeza, pero ésta no es reactiva, tiene su propia autonomía".

El paciente sufre alteraciones cognitivas: pierde capacidad de atención, de decisión, de concentración, y agilidad mental. "No dejan de trabajar pero su rendimiento está muy perjudicado. Estas consecuencias económicas consumen el 1 por ciento del PIB europeo".

El estigma lleva al retraso diagnóstico, a mayor resistencia a recibir tratamiento y dificulta el acceso al sistema. El paciente suele tener mala adherencia, mayor consumo de tóxicos y más riesgo de patologías cardiovasculares y otros trastornos psiquiátricos. El riesgo de suicidio es 21 veces superior en pacientes con depresión. Por ello recomienda concienciar a los profesionales sanitarios y a los que puedan estar en contacto con una conducta suicida para mejorar el diagnóstico precoz. "Es la puerta de entrada de la conducta suicida", ha dicho Roca, quien ha explicado que existe un trabajo entre AP y el Instituto de Salud Carlos III para mejorar el cribado y detección precoz del suicidio y su derivación a salud mental.

En investigación, "las líneas más prometedoras se encuentran en la neurobiología de la depresión, el cerebro depresivo como resultado de la interacción gen/ ambiente modulada por los factores biológicos, psicológicos y sociales, y las nuevas aproximaciones terapéuticas: biológicas, farmacológicas y psicológicas", ha dicho Bernardo. Además, España, desde la Universidad de las Islas Baleares, colabora en el proyecto internacionalMood Food, con otros once grupos de investigadores. En él participarán mil europeos de entre 18 y 65 años -españoles, alemanes, ingleses y holandeses- con sobrepeso y algún síntoma depresivo. "Vamos a comparar si las estrategias de reducción de peso con técnicas de psicoterapia, con placebo o con omega-3, durante un año se correlacionan con la prevención de depresión".