La ecografía reduce el número de pacientes de cáncer de mama que necesita extirpación de glanglios linfáticos
05/02/2015 - E.P.
Eliminar todos los ganglios linfáticos puede causar linfedema y limitar el alcance del movimiento del brazo
Un nuevo estudio liderado por la Clínica Mayo, en Rochester, Minesota, Estados Unidos, revela que no todas las mujeres con cáncer de mama con ganglios linfáticos positivos tratados con quimioterapia antes de la cirugía necesita la extirpación de todos sus ganglios linfáticos axilares. El ultrasonido es una herramienta útil para juzgar antes de la cirugía de cáncer de mama si la quimioterapia elimina el cáncer de los ganglios linfáticos de la axila, según los investigadores.
En el pasado, cuando se descubría que el cáncer de mama se había extendido a los ganglios linfáticos axilares, los cirujanos retiraban rutinariamente todos ellos. Sin embargo, eliminar todos esos ganglios linfáticos puede causar inflamación del brazo, un trastorno llamado linfedema, y limitar el alcance del movimiento del brazo.
Ahora, muchas pacientes de cáncer de mama reciben quimioterapia antes de la cirugía y, gracias a las mejoras en los medicamentos de quimioterapia y el uso de la terapia dirigida, los cirujanos están viendo más mujeres cuyo cáncer de los ganglios linfáticos está erradicado en el momento en que llegan a la sala de operaciones, señala la cirujana de mama de la Clínica Mayor Judy C. Boughey, autora principal de este trabajo cuyos resultados se publican en 'Journal of Clinical Oncology'.
El estudio concluye que la repetición de la ecografía después de la quimioterapia es una forma de ayudar a determinar si los cirujanos deben quitar solamente algunos ganglios linfáticos y analizarlos para el cáncer, ahorrando a los pacientes cuyos ganglios centinela están libres de cáncer la eliminación de todos los nódulos de la axila, o si deben extraerlos todos ellos, explica Boughey.
"Nuestro objetivo aquí es realmente tratar de alejarnos de la idea de que todos los pacientes con cáncer de mama necesitan los mismos medicamentos y la misma cantidad de quimioterapia y cirugía y, en lugar de ello, personalizar el tratamiento quirúrgico basándose en la respuesta del paciente a la quimioterapia", apunta Boughey.
Evitar la extirpación completa de los ganglios linfáticos de la axila cuando sea posible significa que menos mujeres experimentarán las complicaciones que pueden acompañar a la cirugía y evitar esos efectos secundarios también ahorrará costos de atención de salud, según esta experta.
"Ésa es una de las cosas realmente buenas de administrar la quimioterapia de manera anticipada: nos permite ser menos invasivos en la cirugía, tanto en términos de cirugía de mama como de los ganglios linfáticos y adaptar el tratamiento basándonos en la respuesta a la quimioterapia", celebra Boughey.
La mayoría de los pacientes con cáncer de mama con ganglios linfáticos positivos reciben tratamiento de radiación tras la cirugía. Un nuevo estudio está en marcha para los hombres y las mujeres con cáncer de mama cuyos nodos linfáticos de la axila están siendo positivos para el cáncer después de la quimioterapia y se evaluará qué es más eficaz: la eliminación de todos los nodos o dejarlos y tratarlos con radiación, adelanta Boughey.
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