martes, 7 de junio de 2016

Los fármacos opioides podrían prolongar el dolor - DiarioMedico.com

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ESTUDIO EN 'PNAS'

Los fármacos opioides podrían prolongar el dolor

Los opioides podrían provocar el efecto contrario al deseado, elevando la intensidad y duración del dolor, según se ha visto en ratas.
Redacción. Madrid   |  30/05/2016 15:35
 
 

Los analgésicos opioides podrían causar dolor crónico, un efecto paradójico que se ha encontrado en ratas de laboratorio en un estudio dirigido por investigadores de la Universidad de Colorado, en Boulder, y que se publica en Proceedings of the National Academy of Sciences.
El trabajo, coordinado por los profesores Peter Grace y Linda Watkins, mostró que apenas unos días de tratamiento con morfina provocaron un dolor crónico que se prolongó durante varios meses, al exacerbarse la liberación de las señales de dolor en ciertas células inmunes de la médula espinal. Estos resultados sugieren que el reciente repunte de prescripciones de opiáceos podría estar contribuyendo a un aumento del dolor crónico, según Grace. "Por primera vez demostramos que incluso una breve exposición a los opioides puede tener efectos negativos a largo plazo sobre el dolor", dice.
En el estudio, se comprobó cómo al producir una lesión en el nervio periférico de las ratas, las células nerviosas dañadas enviaban una señal a las células inmunes gliales, en la médula espinal. Al administrar opioides durante cinco días, se provocó una sobrerreacción de las células gliales, que, a su vez, dio pie a una cascada de acciones, incluyendo la inflamación en la médula espinal. En un símil propuesto por Watkins, la señal de dolor generada en la médula espinal por el dolor y las posteriores inducidas por el tratamiento con morfina, se asemejan a dar dos bofetadas a alguien: "Puedes no sentir dolor con la primera bofetada, pero no con la segunda. Este doble golpe hace que las células gliales se activen y revolucionan a las neuronas implicadas en los procesos del dolor".
El equipo de investigadores descubrió que las señales de dolor de una lesión periférica al combinarse con la morfina generaron una cascada de señalización celular glial. La cascada produce a su vez una señal en la célula de la interleucina-1 beta (IL-1B), lo que aumenta la actividad de las células nerviosas del dolor en la médula espinal y el cerebro. Eso puede suponer un aumento de la duración del dolor que se prolonga durante varios meses.
"Las implicaciones para los pacientes tratados con opioides como la morfina, oxicodona y metadona, son importantes, ya que nos muestran que la decisión a corto plazo de prescribir opioides puede provocar a la larga que el dolor sea más intenso y duradero", afirma Watkins. "Este es un feo efecto secundario de estos fármacos que no se había reconocido antes". La buena noticia que aporta el trabajo es que se ha apuntado cómo bloquear a los receptores específicos en las células gliales que reconocen los opioides. Esto podría permitir un cierto alivio del dolor y, potencialmente, prevenir su cronicidad.

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