jueves, 9 de junio de 2016

Los ginecólogos reclaman programas de salud específicos para mujeres a partir de 40 años

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8 millones de españolas necesitan atención personalizada

Los ginecólogos reclaman programas de salud específicos para mujeres a partir de 40 años
·           Una de cada cinco mujeres tiene síntomas graves en la menopausia pero sólo el 1% se trata

·           Nuevos tratamientos permiten tratar la atrofia vaginal y los sofocos con más seguridad y tolerancia

Valencia, 9 de junio de 2016. Los ginecólogos españoles, reunidos en Valencia en el XIV Congreso Nacional de la Asociación Española para el Estudio de la Menopausia (AEEM), reclaman a la Administración programas integrales de asistencia sanitaria para las mujeres a partir de 40 años, como existen en otros países, y reducir así los riesgos de salud que aparecen en este período. El objetivo es “promover hábitos de vida saludables, detectar enfermedades de manera precoz y prevenir problemas que se inician antes de la menopausia y que pueden tener consecuencias importantes en el resto de vida de la mujer”, según el doctor Plácido Llaneza, presidente de la AEEM. Más de ocho millones de españolas tienen entre 40 y 64 años, "un período que requiere especial atención sanitaria para tener una buena calidad de vida después”, señala.

Desde la AEEM reclaman que, al igual que existen planes específicos de atención durante el embarazo o para la de detección de cáncer de mama o de cuello de útero, “se creen programas de salud en todas las comunidades autónomas en el periodo anterior a la aparición de la menopausia”, indica el doctor Llaneza. La edad media del cese de la función ovárica (menopausia) es de 51 años aunque puede variar entre los 45 y los 55 años. En estos programas, añade, “deben incluirse pruebas de cribado para el diagnóstico precoz de ciertas enfermedades, un estudio de antecedentes cardiovasculares, prevención de la osteoporosis, o incluso la prescripción de ejercicio físico”.

La AEEM, junto con la Sociedad Española de Cardiología y la Federación Española de Medicina Deportiva, ha elaborado un consenso publicado en la revista Maturitas por el que instan a prescribir ejercicio físico como una terapia más durante la menopausia, puesto que “la inactividad física puede poner en riesgo la salud de las mujeres o agravar los trastornos existentes”.

Sin embargo, antes de que la mujer llegue a esa etapa, se empiezan a producir una serie de cambios hormonales que pueden dar lugar a síntomas propios del climaterio como sofocos, sudores nocturnos, insomnio,  sequedad vaginal o incluso depresión. “Se trata de un período clave en la vida de la mujer, por lo que los profesionales sanitarios implicados, el médico de Atención Primaria, la matrona o enfermera, y el ginecólogo, deben tener las herramientas necesarias para detectar riesgos y prevenirlos”, indica el doctor Rafael Sánchez Borrego, presidente de la Fundación Española para el Estudio de la Menopausia (FEEM). La Comunidad Valenciana es una de las pocas comunidades que dispone de un programa integral de atención a la mujer de más de 40 años, aunque su actividad se concentra en los centros de primaria adscritos a los hospitales Clínico y La Fe. El Hospital Clínico ha creado una plataforma electrónica para mujeres de más de 40 años, que se conectan con su móvil y les permite mejorar la adherencia a los tratamientos y les motiva a realizar actividad física.

Un objetivo de estos programas “debe ser el mantener a la mujer informada acerca de los distintos factores de riesgo y problemas específicos que puedan desarrollarse en esta etapa y de los distintos tratamientos disponibles”, comenta el doctor Sánchez Borrego. Según este especialista, un 20%  de las españolas tiene síntomas menopaúsicos graves pero sólo el 1% se trata con terapia hormonal. Una de las razones es que “muchas se resignan a sufrir síntomas como sofocos, insomnio y trastornos osteoarticulares porque los consideran propios de la edad, cuando podrían tratarse”, advierte. Otra de las causas que apunta es que “España es uno de los países de Europa con más hormonofobia, tanto para la anticoncepción como para  el climaterio, lo que podría evitarse con información”. De hecho, la información es el factor más determinante en el uso de la terapia hormonal, según  una investigación española publicada en mayo en la revista Climateric, en la que han participado los doctores Nicolás Mendoza y Plácido Llaneza, secretario y presidente de AEEM, respectivamente.

Nuevos tratamientos
Durante el XIV Congreso de la AEEM se presentan nuevos fármacos que actúan de manera eficaz y segura contra los síntomas relacionados con la menopausia, como los sofocos y la atrofia vaginal. La principal novedad es el lanzamiento del primer tratamiento hormonal libre de progestágenos para el tratamiento de los síntomas vasomotores como los sofocos. “El TSEC es un medicamento que combina estrógenos con bazedoxifeno que no conlleva riesgo de cáncer de mama, tiene mayor seguridad y eficacia en la protección del endometrio y mejora la adherencia al tener menos sangrado”, afirma el doctor Santiago Palacios, director del Instituto Palacios. Un estudio publicado en mayo confirma la eficacia de este nuevo medicamento para prevenir el crecimiento del cáncer de mama.

Otro de los avances que se presenta es el Ospemifeno, “una auténtica revolución en el tratamiento de la atrofia vaginal ya que es el primer medicamento oral que no contiene hormonas”, asegura el doctor Llaneza. Según el presidente de la AEEM, “va a permitir mejorar su cumplimiento y mejorará la calidad de vida de muchas mujeres que, durante la postmenopausia, sufren incomodidad vaginal y dolor durante sus relaciones sexuales, pudiendo incluso ser empleado en mujeres con cáncer de mama que han finalizado su tratamiento”.

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