SUPERA LA FASE I DE ENSAYO
Altas dosis de vitamina C para mejorar el tratamiento del cáncer son seguras
Los estudios clínicos confirman que altas dosis de vitamina C administradas a pacientes con cáncer son seguras.
Redacción. Madrid | 30/03/2017 18:33
Distinta sensibilidad a la vitamina C de las células tumorales y sanas. (Schoenfeld)
Como parte del tratamiento de pacientes con tumor de cerebro y pulmón es segura la administración periódica de vitamina C en dosis que multiplica hasta mil veces la cantidad diaria recomendada. Así lo indica un trabajo que se publica en Cancer Cell, llevado a cabo por un equipo de investigadores de la Universidad de Iowa. La investigación también muestra las vías por las que al estar alterado el metabolismo del hierro en las células cancerosas aparece una mayor sensibilidad a la apoptosis causada por altas dosis de vitamina C.
"Este estudio revela una debilidad metabólica en las células tumorales, que nos permite utilizar compuestos antioxidantes, como la vitamina C, para sensibilizarlas a la radiación y la quimioterapia", dice el coautor del trabajo Garry Buettner, que además fue uno de los primeros en proponer que las células cancerosas podrían tener una vulnerabilidad a los compuestos activos redox hace más de 40 años. Ahora es uno de los principales autores de este estudio, junto con Bryan Allen y Douglas Spitz, del Departamento de Oncología Radioterápica de la Universidad de Iowa.
En total se evaluaron a once pacientes con cáncer cerebral, que recibieron tres infusiones semanales de vitamina C a lo largo de dos meses, seguido de dos infusiones por semana durante 7 meses, mientras recibían radiación y quimioterapia. El objetivo de cada infusión era aumentar la concentración de vitamina C en la sangre de un paciente hasta los 20.000 micromoles, en comparación los cerca de 70 micromoles que se encuentran en la mayoría de los adultos. Era necesario elevar tanto la dosis, porque la vitamina C tiene una vida media de unas dos horas en el torrente sanguíneo.
El tratamiento se toleró bien en general, con algunos efectos secundarios leves, como sequedad bucal y diarrea. En raras ocasiones, algunos pacientes tuvieron presión arterial alta, que disminuyó rápidamente tras la infusión. Si bien no era el objetivo del ensayo, que además incluía a un número bajo de pacientes, esta primera fase del estudio mostró también un aumento en la supervivencia general de 4-6 meses en los enfermos, todos con glioblastoma.
Ahora empezarán la fase II del ensayo para determinar qué dosis de vitamina es útil en estos pacientes. Esperan que las respuestas del cáncer cerebral a la radiación y a la quimioterapia se puedan mejorar en estos ensayos de fase II. De momento, están reclutando a pacientes con cáncer de pulmón en estadio IV y con glioblastoma.
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