La exposición al plomo en la infancia se asocia a un menor cociente intelectual

Científicos de la Universidad Duke, en Carolina del Norte (Estados Unidos), han realizado un estudio que evidencia la relación entre la exposición al plomo en la infancia y un declive cognitivo hasta tres décadas después.

Redacción. Madrid | dmredaccion@diariomedico.com | 29/03/2017 10:00

Un estudio, que se publica en JAMA, afirma que los niños que tienen niveles altos de plomo en sangre a los 11 años son más propensos a manifestar una baja función cognitiva, así como menores cocientes intelectuales y estatus socioeconómicos cuando alcanzan los 38 años.

La exposición al plomo en la infancia puede afectar negativamente a la salud cerebral e interrumpir el desarrollo cognitivo. No se sabe si esta interrupción afecta al declive cognitivo y a las trayectorias socioeconómicas en la mediana edad. Aaron Reuben, de la Universidad Duke, en Carolina del Norte (Estados Unidos), y sus colegas condujeron un estudio que incluyó a participantes del Estudio Multidisciplinar de Salud y Desarrollo de Dunedin (Nueva Zelanda), una investigación de salud y comportamiento de individuos nacidos entre abril de 1972 y marzo de 1973 en la ciudad. En este grupo se observaron altos niveles de plomo en sangre en niños de entre todos los estatus socioeconómicos.

De los 1.037 participantes originales, 1.007 vivían a los 38 años, y entre ellos se encontraron niveles de plomo en sangre a los 11 años en 565 (56 por ciento). Los investigadores observaron una asociación entre los niveles de este metal en sangre durante la infancia con un cociente intelectual más bajo tres décadas después y un estatus socioeconómico menor, debidos a un declive cognitivo y a un descenso de la movilidad social tras la exposición al plomo durante la infancia.

Los autores del estudio aseguran que "los resultados indican que la exposición al plomo durante la infancia puede relacionarse con los resultados cognitivos y socioeconómicos detectados más de tres décadas después. Para las comunidades que han vivido una exposición colectiva al plomo y para los países en los que el contacto con este metal sigue estando por encima de los estándares de salud de manera rutinaria, estos resultados aumentan la duración y la magnitud de respuesta pública. La toxicidad del plomo en los hogares parece persistir, así como los pobres resultados asociados a su exposición. Las respuestas públicas a corto plazo de estas comunidades pueden no ser suficiente".