sábado, 10 de junio de 2017

Así fluye la microbiota de un hospital - DiarioMedico.com

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RESONANCIA INFORMATIVA

Así fluye la microbiota de un hospital

Un curioso proyecto de seguimiento bacteriano en un hospital antes y después de su apertura proporciona pistas sobre las rutas colonizadoras y lugares favoritos de los microbios.
por José Ramón Zárate   |  03/06/2017 10:00
 
 

Bacteria
Bacteria. (DM)
La microbiota o microflora, el conjunto de microorganismos que habita en una persona o un animal, ha ido adquiriendo relevancia en los últimos años por su implicación en la salud y en la enfermedad en función de su composición. Incluye bacterias, arqueas, protistas, hongos y virus, unos huéspedes cuyo número de células igualaría como poco al de las células del propio organismo humano, estimado en unos 40 billones (trillion en inglés).
La preocupación por las resistencias bacterianas, en especial en el entorno hospitalario, condujo hace cuatro años al desarrollo del Hospital Microbiome Project, "uno de los mayores estudios microbiológicos de la historia", según la entusiasta descripción de Jack Gilbert, director del Microbiome Center y profesor de Cirugía de la Universidad de Chicago, que ha coordinado el análisis aparecido en mayo en Science Translational Medicine. El trabajo comenzó el 23 de febrero de 2013, dos meses antes de que se abriera el Center for Care and Discovery de la Universidad de Chicago y continuó durante diez meses después. Doce meses en los que se recolectaron más de 10.000 muestras de las que se detectó ADN microbiano en 6.523, procedentes de diez habitaciones y dos salas de enfermería, una de pacientes quirúrgicos y otra de oncológicos; en total se revisó a 252 pacientes.
Los resultados proporcionan un mapa de las comunidades microbianas que habitan en un hospital -en pacientes (manos, fosas nasales y axilas), personal sanitario (manos, guantes y zapatos) y superficies como suelos, sillas, ordenadores, filtros de aire, picaportes y teléfonos- y cómo cambian y fluyen. Antes de que el hospital se abriera, la mayoría de organismos bacterianos en el edificio eran los que se encuentran comúnmente en el suelo y el agua, como Acinetobacter y Pseudomonas. Después, estos microbios fueron reemplazados rápidamente por los encontrados típicamente en la piel humana, como Corynebacterium, Staphylococcus y Streptococcus. Las habitaciones se desinfectaban a diario y más profundamente al alta de los pacientes. Aun así, algunos microbios sobrevivían. Estos tendían a moverse de las superficies a un nuevo paciente en el primer día en el hospital. Pero en el segundo día los propios microbios del paciente comenzaban a colonizar las superficies de la habitación, reemplazando a las bacterias del anterior paciente, y aumentando la diversidad microbiana de ecosistema hospitalario.
También se observó que el calor y la humedad del verano impulsaban los intercambios bacterianos, y que diferentes superficies contenían distintos tipos de microbios: los de los teléfonos eran distintos a los de los picaportes y los de los ratones de ordenador. "Aunque los organismos bacterianos provienen de fuentes comunes, cada ambiente parece seleccionar sus microbios", deduce Gilbert.
En 92 pacientes que estuvieron en el hospital varios meses, algunas bacterias potencialmente dañinas, como Staphylococcus aureus y Staphylococcus epidermidis, adquirieron genes asociados con la resistencia a los antibióticos. Estos microbios estaban más presentes en las superficies que en la piel. La mayoría de los microbios encontrados eran benignos, y los malignos resistían en ocasiones a los tratamientos antibióticos. "Nadamos en bacterias -añade Gilbert- y la mayoría están muertas, pero hay bastantes vivas y frente a ellas no hay mucho que podamos hacer". El estudio puede ayudar a comprender mejor cómo fomentar las interacciones microbianas beneficiosas y disminuir el contacto con las potencialmente dañinas.

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