lunes, 5 de junio de 2017

ERC, modelo de envejecimiento acelerado - DiarioMedico.com

ERC, modelo de envejecimiento acelerado - DiarioMedico.com



SEGÚN LOS DATOS DEL 'GLOBAL KIDNEY HEALTH ATLAS'

ERC, modelo de envejecimiento acelerado

España tiene una prevalencia del 13 por ciento, un poco superior a la media europea que es del 12 por ciento. Las medidas preventivas, incluso desde la infancia, son las auténticas armas de lucha futura contra la patología.
Raquel Serrano. Madrid |raquelserrano@diariomedico.com   |  02/06/2017 15:51
 
 

Alberto Oriz, Maria Dolores del Pino, Jorge Cannata, Jose Herrero
Alberto Ortiz, investigador en la Fundación Jiménez Díaz; María Dolores del Pino, presidenta de la Sociedad Española de Nefrología; Jorge Cannata, presidente del Congreso Europeo de Nefrología, y José Herrero, presidente de la Sociedad Madrileña de Nefrología. (José Luis Pindado)
La enfermedad renal crónica (ERC) afecta en Europa a entre un 5-10 por ciento de personas que han perdido parte de su función renal y, por tanto, tienen muchas probabilidades de precisar tratamientos renales sustitutivos, como la diálisis y el trasplante. España, según los datos del Global Kidney Health Atlas, fechado el pasado mes de abril, la prevalencia de la ERC es del 13 por ciento, ligeramente por encima de la media europea, que se sitúa en un 12 por ciento. En el mundo, Arabia Saudí y Bélgica ostentan la prevalencia más elevada de ERC, con un 24 por ciento, mientras que Noruega y los Países Bajos tienen la más baja: un 5 por ciento.
Tradicionalmente, el envejecimiento se ha postulado como uno de los principales factores de riesgo para padecer ERC, fruto del deterioro paulatino de la función renal, mediada además por el aumento de sus factores de riesgo asociados como la diabetes, la hipertensión arterial, la enfermedad cardiovascular o la obesidad. Se observa, de hecho, que en los últimos diez años la ERC en España ha crecido un 20 por ciento debido al envejecimiento de la población. Así pues, el progresivo deterioro de la función renal se ha considerado un hecho normal y fisiológico de la edad, aunque ya se alzan voces científicas que señalan que este envejecimiento renal podría no considerarse tan fisiológico, pues a ello podrían contribuir otros muchos factores, como los de riesgo cardiovascular, casi comunes a los renales, e incluso elementos ambientales.
Pero, ¿por qué la ERC se considera un modelo de envejecimiento prematuro? “Efectivamente, la ERC es un modelo humano de envejecimiento acelerado, debido a que las consecuencias de la ERC van más allá de, eventualmente, quedarse sin función renal y necesitar sustitución mediante diálisis o trasplante. En la definición de la ERC se incluye el hecho de que se asocia a un aumento de la mortalidad prematura, fundamentamente por un envejecimiento acelerado del sistema cardiovascular”, ha indicado a DM Alberto Ortiz, del Laboratorio de Investigación Nefrológica de la Fundación Jiménez Díaz de Madrid, y miembro del Consejo de la Asociación Europea Renal-Asociación Europea de Diálisis y Trasplante (ERA-EDTA, en sus siglas en inglés) que celebra hasta mañana en Madrid su 54 Congreso Europeo de Nefrología.
  • La producción de la hormona antienvejecimiento Klotho empieza a disminuir en etapas muy tempranas de la insuficiencia renal

Concepto actualizado

La prevención, la detección precoz de la insuficiencia renal, así como la mejora de los diversos tratamientos y actuaciones sanitarias están ocupando el análisis de los más de 8.000 nefrólogos participantes en este congreso. Pero, también, los hallazgos de laboratorio están empezando a dar respuesta a muchos aspectos relacionados con la ERC, considerada como una asesina silente, y replanteando, incluso, teorías e hipótesis clásicas que pueden ofrecer nuevas estrategias preventivas y terapéuticas.
El término tradicional de IRC alude a que el riñón no cumple adecuadamente su función, que es la de filtrar las toxinas. Pero el actual concepto se ha expandido al de personas cuyos riñones funcionan perfectamente bien, porque conservan la capacidad de filtración de toxinas y, sin embargo, presentan lesiones porque pierden más albúmina y tienen más proteínas en orina. La pregunta, por tanto, es: si no hay acúmulo de toxinas, ¿cómo es posible que siga existiendo un envejecimiento acelerado y un aumento de la mortalidad precoz?
Según Ortiz, recientemente se ha encontrado una potencial explicación. Entre las múltiples funciones del riñón, además de eliminar toxinas, se encuentra una que parece fundamental: la de producir hormonas: eritropoyetina (EPO), que combate la anemia; el calcitriol, vitamina D activa que combate la enfermedad ósea, así como la Klotho, una hormona con propiedades antienvejecimiento sobre el sistema cardiovascular y óseo, entre otros. “Uno de los hallazgos más interesantes de los últimos años es que cuando aparece ERC en etapas muy tempranas -con un exceso de albúmina en orina, pero con función de filtrado de toxinas conservada-, ya disminuye la producción de la hormona antienvejecimiento Klotho en el riñon”, señala Ortiz. Por qué se produce y cómo se puede reparar es, para los nefrólogos, uno de los grandes retos futuros, y no solo para resolver la ERC sino para limitar el envejecimiento en general. “Se sabe que el 60 por ciento de las personas de más de 80 años presenta ERC, por lo que está sobre el tapete una cuestión: hasta qué punto el hecho de que los riñones estén dañados contribuye al desarrollo de lo que conocemos como envejecimiento”, subraya el investigador. Se ha sugerido incluso que la inhibición de esta hormona antienvejecimiento podría convertirse en una potencial diana contra la ERC y el envejecimiento en general.
  • El manejo de la ERC es integral. La SEN ha elaborado un documento en el que se implica a pacientes, profesionales y administraciones
De la prevención y detección temprana de la ERC depende su evolución, según Andrzej Wiecek, presidente de la ERA-EDTA, quien considera que “mejorar la prevención de las enfermedades renales crónicas es una de las actuales tareas de la comunidad científica” y no solo por conseguir una mejor supervivencia y calidad de vida para los afectados, sino porque, además, la ERC es una de las patologías con mayor carga social y económica para los actuales sistemas de salud. De ahí, que el fomento de medidas encaminadas a prevenir factores que desembocan en ERC, así como el diagnóstico temprano, en el que la Atención Primaria tiene un papel destacado, sean objetivos prioritarios de las principales sociedades nacionales e internacionales de ERC, según indican Jorge Cannata-Andía, del Hospital Universitario Central de Asturias, en Oviedo, y presidente del 54 Congreso Europeo de Nefrología de Madrid, y María Dolores del Pino, del Complejo Hospitalario Torrecárdenas, en Almería, y presidenta de la Sociedad Española de Nefrología (SEN).
La presidenta de la SEN ha hecho hincapié en que “en España la ERC “es un auténtico problema de salud”, según los datos que se desprenden del último informe del Global Kidney Health Atlas.

Documento estratégico

Para Cannata-Andía, teniendo en cuenta que solo una de cada cinco personas mayores de 65 conoce que padece insuficiencia renal, la estrategia en el abordaje de la cronicidad renal “debe ser integral”, implicando a pacientes, profesionales y administraciones sanitarias. La SEN ha elaborado un documento marco en el que se contemplan cinco estrategias consideradas esenciales.
“La prevención y detección precoz encabezan las medidas de actuación. Prevención de la diabetes, hipertensión, obesidad; todos factores de riesgo cardiorrenal demostrados; detección precoz para evitar que las lesiones renales no progresen; mejorar la atención de los pacientes y de los tratamientos sustitutivos; empoderar a los pacientes y, por último, llevar a cabo una formación continua de los profesionales”. El objetivo final de este acuerdo marco es evitar insuficiencias renales muy avanzadas que necesitan tratamientos agresivos. “Los programas de detección son claves para evitar la pérdida lenta de la función renal”, aclara Del Pino.

Las dietas ricas en fosfatos hacen trabajar más al riñón

Las dietas de hace cien años no contenían apenas fosfatos, una sal conservante muy abundante en los actuales alimentos procesados. La ingesta de fosfatos en las dietas occidentales es hoy bastante superior a la recomendada, “lo que implica que el riñon debe hacer un esfuerzo extra para eliminarlos. Si a ello se añade un mal funcionamiento renal y que la actividad disminuye con la edad, el problema está servido”, indica Alberto Ortiz, quien alerta de este hecho entre los ancianos, “a los que se suelen dar suplementos de fósforo, y en los que se deberían limitar las dietas y alimentos ricos en fosfatos”.

No hay comentarios:

Publicar un comentario