Redacción. Madrid | 19/06/2017 12:57
Cuando el tratamiento con inhibidores de la proteasa fracasa, generalmente se debe a que el VIH se hace resistente mutando en unas posiciones muy concretas de esta enzima. Sin embargo, hay pacientes en los que el tratamiento no funciona y en los que no se detectan estas mutaciones. Un equipo de científicos del Instituto de Investigación del Sida IrsiCaixa ha descubierto que esto puede deberse a la aparición de mutaciones en regiones externas a la proteasa, concretamente en las proteínas de la matriz y cápside del virus, y que hasta ahora no se habían identificado. El descubrimiento describe así regiones vulnerables del VIH contra las que diseñar nuevos fármacos. También permitiría anticipar si una persona es portadora de este tipo de virus resistente y adecuar así su tratamiento antirretroviral.
El trabajo ha sido realizado por científicos del Instituto de Investigación del Sida IrsiCaixa, impulsado conjuntamente por la Obra Social "la Caixa" y por el Departamento de Salud de la Generalitat de Cataluña, con la colaboración de investigadores de la Universidad de California San Diego y de la Universidad Ludwig-Maximilians de Munich.
Sus resultados se publican en la revista Scientific Reports, perteneciente al grupo
Nature.
Para el estudio, los científicos secuenciaron el ADN de los virus de pacientes tratados con inhibidores de la proteasa durante al menos 9 años, para analizar cómo evolucionaban conjuntamente la proteasa y una proteína estructural del virus llamada gag durante la administración prolongada del fármaco. Esto les permitió identificar regiones del virus implicadas en la adquisición de resistencias a los inhibidores de la proteasa, y que eran "hasta ahora desconocidas, pero importantes", apunta García Prado.
El estudio mejora el entendimiento básico de cómo funciona el virus y cuáles son sus dinámicas de evolución en presencia de fármacos. Además, puede ayudar a definir zonas vulnerables que permitan el diseño de nuevos fármacos contra la matriz y la cápside del virus, y que aumenten la eficacia del tratamiento antirretroviral. Los inhibidores de la cápside se encuentran actualmente en fases iniciales de desarrollo, y no existe ningún inhibidor de la matriz. "Diseñando inhibidores de la matriz y de la cápside, los virus resistentes a los inhibidores de la proteasa quedarían bloqueados, porque no podrían mutar en estas zonas esenciales para su supervivencia", concluye García Prado.
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