martes, 5 de diciembre de 2017

La supervivencia de las células de Purkinje, una herramienta para entender los TEA - DiarioMedico.com

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I CONGRESO INTERNACIONAL DE AUTISMO

La supervivencia de las células de Purkinje, una herramienta para entender los TEA

La investigación neurobiológica empieza a ofrecer algunas claves en autismo. Descifrar factores de riesgo y factores protectores inicia una nueva etapa en el abordaje de este trastorno, según las conclusiones del I Congreso Internacional de Autismo celebrado en Sevilla.
Carmen Cáceres. Sevilla   |  04/12/2017 11:27
 
 

José Ramón Alonso
José Ramón Alonso, neurobiólogo y catedrático del Instituto de Neurociencias de Castilla y León, de la Universidad de Salamanca. (Carmen Cáceres)
La importancia de los estudios neurobiológicos de los Trastornos del Espectro Autista (TEA) radica en que están dejando claro cómo surgen los comportamientos asociados al autismo, los aspectos hereditarios y los aspectos ambientales. "Estamos avanzando en temas como poder contar con biomarcadores, tenemos modelos animales mucho más prometedores y se abre una ventana de esperanza para poder entender estos trastornos, cómo surgen y qué factores les afectan", ha expresado José Ramón Alonso, neurobiólogo y catedrático del Instituto de Neurociencias de Castilla y León, de la Universidad de Salamanca, durante el I Congreso Internacional Autismo Sevilla.

Desarrollo en todas las áreas

Hay descubrimientos de interés en prácticamente todas las áreas, pero en especial en los aspectos genéticos, moleculares y celulares del autismo. "La presencia de cambios en el genoma tales como las mutaciones postcigóticas o las variaciones en el número de copias, la importancia de moléculas como las neurexinas y neuroliginas o los cambios mediados por la microglía y la inflamación son algunos ejemplos", ha citado Alonso.
El catedrático ha defendido que "es necesario que la investigación neurobiológica facilite nuevas herramientas a los profesionales -psicólogos clínicos, maestros y neuropediatras- que trabajan con niños y adultos con autismo" y se ha mostrado convencido de que "la solución para el autismo vendrá de la mano de la investigación neurobiológica". En su opinión, "estamos más cerca de descubrir factores de riesgo y factores protectores de este trastorno, cuyo número de personas afectadas no ha parado de crecer".
Precisamente, su grupo de investigación, el Laboratorio de Plasticidad Neuronal y Neurorreparación del Instituto de Neurociencias de Castilla y León, trabaja en la posibilidad de utilizar la plasticidad neuronal y células madre para revertir, en un modelo animal, la pérdida neuronal. "Poco a poco vamos entendiendo los cambios a nivel sináptico, en la neurogénesis y en otros procesos que pueden ser el sustrato de este trastorno".

Células madre y neuroprotección

En cuanto a los avances significativos conseguidos en los últimos meses, Alonso ha presentado resultados de su grupo donde emplean un modelo experimental de ratón que pierde selectivamente células de PurkinjeLa pérdida de estas neuronas es una de las características distintivas observadas en estudios post-mortem de personas con autismo. "Hemos usado células madre y hemos visto que algunas de ellas llegan a la capa de las células de Purkinje. Después, hemos probado diversas estrategias neuroprotectoras para aumentar la supervivencia de estas células, como distintas formas de cultivo de las células madre, distintas formas de administración (inyección intraperitoneal, inyección intravenosa, vía intranasal) y tratamientos neuroprotectores como la N-oleíl etanolamida antes de que se produzca la neurodegeneración".
Sus últimos estudios incorporan un constructo viral donde incluyen en las células madre el gen de la IGF-1 y un gen reportero -un marcador fluorescente que les permite distinguir aquellas neuronas que han incorporado el virus frente a las que no lo han hecho. "Los resultados preliminares son muy llamativos, con un salto cuantitativo en la supervivencia de las células de Purkinje en comparación con los controles. En estos momentos estamos ampliando el número de animales, realizando una cuantificación de la supervivencia a distintas fechas y haciendo un estudio de su comportamiento atendiendo a aspectos motores y emocionales, especialmente. Esos son nuestros siguientes pasos".
Alonso concluye que la identificación del sustrato neurobiológico de los TEA permitirá explorar tratamientos preventivos y paliativos mejores que los actuales. Este grupo ha publicado sus resultados en los últimos años en Journal of NeuroscienceGliaCell TransplantationNeuroscientist y Journal of Tissue Engineering and Regenerative Medicine.


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