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VI Curso para Educadores en Asma y otras enfermedades alérgicas
Los cuidadores del niño con alergia a alimentos deben saber administrar la adrenalina
· SEICAP pide más programas educativos en las escuelas para enseñar a los profesores su uso
· El niño al que su pediatra alergólogo haya recetado el autoinyector de adrenalina debe llevar siempre el dispositivo encima, siendo aconsejable llevar dos
· Los niños a partir de los 10-11 años pueden aprender a manejarlo
Barcelona, 7 de noviembre de 2019. La anafilaxia es la reacción alérgica más grave que puede afectar a un niño, y el tratamiento que es imprescindible administrar con urgencia para salvar su vida es la adrenalina. Sin embargo, en muchos casos, los adultos cercanos al menor no saben cómo usar los autoinyectores de adrenalina. Así lo advierten los organizadores del VI Curso para Educadores en Asma y otras enfermedades alérgicas EducAler 2019, que organiza la Sociedad Española de Inmunología Clínica, Alergología y Asma Pediátrica (SEICAP) los días 7 y 8 de noviembre en Barcelona.
Por ello, desde SEICAP se piden más programas educativos en las escuelas para enseñar a los profesores, colectivo que en su mayor parte no sabe utilizar los autoinyectores, a manejar estos dispositivos. En la actualidad, ya hay Comunidades Autónomas en las que se están desarrollando algunos de estos programas, pero son minoritarios y es necesario ampliarlos a todo el territorio nacional.
Todos los adultos que estén en contacto con el niño ya sean padres, profesores, monitores de tiempo libre o cuidadores, han de saber utilizar los autoinyectores. Así, estarán en condiciones de actuar con rapidez ante una anafilaxia. A partir de los 10-11 años “el menor puede ya aprender el manejo de estos dispositivos, pero en niños de menor edad han de ser los adultos quienes administren la adrenalina”, explica el doctor Juan Carlos Juliá, coordinador del Grupo de Educación Sanitaria de SEICAP. “Los niños más pequeños en una situación de anafilaxia se ponen muy nerviosos y, aunque pudieran aprender a manejar el autoinyector, es raro que puedan administrárselo solos. Incluso en casos graves pueden llegar a perder la consciencia”, añade.
Además, los especialistas de SEICAP aconsejan que el niño al que su pediatra alergólogo haya recetado el autoinyector de adrenalina debe llevar siempre dos de estos dispositivos encima, a donde quiera que vaya. “A veces, en las anafilaxias puede ser necesario repetir la dosis a los diez o quince minutos porque no se ha resuelto el caso, de ahí la importancia de llevar dos autoinyectores”, afirma este especialista.
La adrenalina en el shock anafiláctico
El shock anafiláctico está asociado con síntomas bruscos, de carácter grave, que provocan una súbita caída de la tensión arterial. Puede ocurrir de forma inesperada, frecuentemente ante la ingesta de algún alimento que produce una reacción alérgica en niños. La administración del modo más inmediato posible de
adrenalina o epinefrina es el tratamiento indicado para todos los niños propensos a sufrir un caso de anafilaxia. La demora en su administración puede llevar consigo una peor evolución y no es necesario esperar a que el niño entre en choque anafiláctico para administrar la adrenalina.
“Uno de los objetivos del VI Curso para Educadores en Asma y otras enfermedades alérgicas es formar en el reconocimiento precoz de la anafilaxia y en el uso de los autoinyectores de adrenalina a profesionales de la salud y que éstos, a su vez, transmitan estos conocimientos a pacientes, familiares y profesorado”, comenta el doctor Juliá. Y los organizadores de este curso destacan también que es muy importante concienciar sobre la necesidad de prevención de la anafilaxia tanto en las casas como en los colegios.
Problemas de desabastecimiento
En la actualidad hay en el mercado español cuatro tipos de autoinyectores de adrenalina. Sin embargo, según advertía recientemente SEICAP, estos dispositivos se están viendo afectados por problemas de desabastecimiento. Una encuesta realizada por esta sociedad científica asegura que el 81% de los niños alérgicos españoles tienen problemas en el acceso a los autoinyectores de adrenalina. Este hecho tiene un fuerte impacto psicológico en las familias, provocando angustia y ansiedad.
Aparte del manejo de la anafilaxia, en este curso dirigido a los profesionales que atienden a niños con enfermedades alérgicas también se prestará especial atención al uso de los inhaladores, los autocuidados en el asma, la alergia alimentaria en la práctica diaria, la inmunoterapia y la prevención y el tratamiento de la dermatitis atópica. “Si las personas que atienden a los niños tienen la formación adecuada mejorará el cumplimiento de los tratamientos, la calidad de vida de los menores alérgicos y supondrá, además, un ahorro para el sistema sanitario”, comenta la doctora Eulalia Tauler Toro, directora del curso y miembro del Grupo de Trabajo de Educación Sanitaria de SEICAP. “Los costos económicos sanitarios y familiares son más elevados cuanto peor es el control de la enfermedad”, añade la experta.
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