miércoles, 12 de mayo de 2010

Hipertensos a causa de la aldosterona - DiarioMedico.com


Julián Segura Julián Segura, de la Unidad de Hipertensión del 12 de Octubre. (José Luis Pindado)

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ESPAÑA
HIPERALDOSTERONISMO
Hipertensos a causa de la aldosterona
Enfermedad coronaria, ictus, insuficiencia renal y todo tipo de condiciones asociadas a la hipertensión arterial son las principales complicaciones derivadas del hiperaldosteronismo, un trastorno producido por un aumento anormal en la producción de aldosterona que constituye la principal causa de hipertensión secundaria.


Laura D. Ródenas - Miércoles, 12 de Mayo de 2010 - Actualizado a las 00:00h.


"Los problemas acontecen cuando se retrasa el diagnóstico; sin embargo, si éste se produce la respuesta suele ser buena", cuenta Julián Segura, nefrólogo de la Unidad de Hipertensión Arterial del Hospital 12 de Octubre, de Madrid.

La hiperplasia y los adenomas son las formas más frecuentes de HAP; el secundario deviene de estímulos originados fuera de la glándula suprarrenal

En este sentido, el hiperaldosteronismo y, en concreto, el primario (HAP) es una de las manifestaciones potencialmente curables de la hipertensión arterial. El exceso de aldosterona, una hormona esteroidea encargada de la regulación del volumen líquido del organismo mediante la reabsorción del sodio de la orina y la secreción de potasio, que se traduce en el incremento de la presión arterial, puede deberse a una hiperproducción en las dos glándulas suprarrenales o a la presencia de un tumor benigno en una de ellas.

"La hiperplasia y los adenomas son las formas más frecuentes de HAP", explica Segura. Otras causas son el hiperaldosteronismo remediable por glucocorticoides, la hiperplasia adrenal primaria y el carcinoma suprarrenal. "Por lo que respecta al secundario -añade-, cursa con renina alta y se produce por estímulos originados fuera de la glándula, entre ellos la estenosis de la arteria renal o el fallo hepático".

Evidentemente, el manejo clínico es diferente. "Para tratar el aumento de tamaño de las glándulas suprarrenales bastaría con la administración de fármacos que bloquean la acción de la aldosterona, mientras que cuando la HPA está causada por un tumor generalmente se trata con cirugía". La exptirpación del tejido afectado puede controlar los síntomas, aunque aún después de pasar por quirófano la presión arterial alta persiste en algunos pacientes y éstos requieren también de determinados medicamentos. Como recomendación: vigilar la ingesta de sal.

En atención primaria se debe sospechar hiperaldosteronismo en hipertensos con potasio bajo que no están bajo tratamiento diabético

Cuándo se sospecha
Pero no hay que adelantar acontecimientos; previa a esta etapa, está la detección. "En atención primaria se debe sospechar hiperaldosteronismo en hipertensos con potasio bajo que no están en tratamiento diabético". No obstante, "el curso de la enfermedad puede ser asintomático y he ahí cuando se complica la situación y pueden producirse episodios que habrían sido evitables de haberse diagnosticado a tiempo".

La mayoría de los síntomas se relacionan con el efecto que el exceso de aldosterona tiene sobre la regulación de los niveles de sodio y potasio. Como esta hormona produce retención de sodio y líquidos en el riñón, cuando se produce más cantidad va a aparecer hipertensión arterial y disminución del potasio en sangre, que trae consigo, a su vez, síntomas como debilidad muscular, fatiga y calambres, y puede ocasionar arritmias cardiacas graves.

Según el experto, los síntomas más comunes que han de poner al profesional sobre la pista son la hipertensión, la hipopotasemia y, dependiendo del grado de gravedad, así como de la existencia o no de enfermedades concomitantes, la poliuria o emisión de un volumen de orina excesivo debido a la acumulación de solutos, sin olvidar los edemas causados por fluido atrapado en los tejidos blandos, por este orden. Cuando el HPA coincide con desórdenes como la alteración renal o la insuficiencia cardíaca suele darse una importante retención de líquidos que ocasiona hinchazón, fundamentalmente en pies y piernas.

Los exámenes más útiles son dos: el primero es la medición de los niveles de renina y aldosterona en sangre; y el otro, el de las técnicas de imagen

Diagnóstico en firme
Por otra parte, los exámenes más útiles para confirmar el diagnóstico son dos. "El primero es la determinación de los niveles de renina y aldosterona en sangre. Si la primera está por debajo del rango normal y la segunda muy alta, estaremos probablemente ante un caso de HAP". Para trabajar sobre seguro conviene hacer hincapié en que estas pruebas pueden verse alteradas por medicamentos que afectan al sistema renina-angiotensina, como es el caso de los inhibidores de la enzima de conversión, los antagonistas de los receptores de angiotensina II, los betabloqueantes y los diuréticos, por lo que hay que retirarlos con anterioridad.

El segundo examen incluye "el uso de técnicas de imagen como la tomografía computarizada del abdomen o la resonancia magnética suprarrenal". Además, en ocasiones, "cuando hay discordancia entre una prueba y otra, puede ser necesario realizar un cateterismo de las venas de las glándulas suprarrenales para determinar cuáles de ellas contienen el tumor". Otros indicadores de recurso son el nivel de potasio y sodio en la orina o los resultados de CO2 o de magnesio y sodio sérico. "El plantel de opciones es variado y lo que tenemos que sacar en claro es que el pronóstico es bueno cuando contamos con un diagnóstico oportuno".

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