miércoles, 26 de mayo de 2010
"Ver el cáncer como algo homogéneo es el mayor error en su abordaje" :: Diariomedico.com :: ESPAÑA
René Bernards
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ESPAÑA
RENÈ BERNARDS
"Ver el cáncer como algo homogéneo es el mayor error en su abordaje"
Tratar el cáncer como enfermedad homogénea ha sido uno de los mayores errores en el abordaje de una patología que debe estratificarse según las vías moleculares implicadas. Así lo cree Renè Bernards, del Instituto Oncológico de Amsterdam, en Holanda, que ha ofrecido una conferencia en la Fundación Ramón Areces, en Madrid, sobre personalización terapéutica.
José Antonio Plaza - Martes, 25 de Mayo de 2010 - Actualizado a las 16:16h.
A su juicio, haber tratado el cáncer de mama atendiendo a una división sólo dependiente de si el receptor estrogénico (ER) es positivo o negativo ha conducido a una sobreutilización de la quimioterapia. Bernards cree que se trata de una distinción importante "porque determina si hay que actuar con terapia hormonal o no. Pero nos ha llevado a pensar que los tumores ER positivo y negativo eran homogéneos, cuando no es así". Al creer que todos los cánceres mamarios ER negativos necesitaban de quimioterapia en sus casos más avanzados "tratamos en consecuencia a muchas mujeres que no necesitaban la quimioterapia, logrando beneficios muy escasos".
Hay decenas de mutaciones que diferencian un cáncer de mama de otro: "Aunque provengan del mismo tejido no siempre responden igual a la terapia". La quimioterapia es muy poco específica, aunque a veces puede ser muy efectiva, pero sólo en grupos concretos de pacientes: "Los tumores de tipo basal de alto grado responden muy bien a este tratamiento, algo que no sucede en casos ER positivos tipo luminal, o en tumores lobulares, aunque sean de alto grado".
El principal reto reside en discriminar los diferentes subtipos de cáncer mamario: "Debemos clasificarlo según las vías moleculares activas en su desarrollo. Si seguimos este camino comprendemos que quizá no haya más de diez o doce vías celulares ligadas al cáncer". En la mayoría de los casos es una combinación de estas vías la que deriva en la enfermedad. Bernards se vale de un ejemplo: "Si se estudio la vía PI3 cinasa, se deduce que el cáncer puede deberse a una mutación en esta propia cinasa, pero también a alteraciones en HER2, AKT, PTEN...".
El especialista comprende los errores del pasado: "De forma comprensible, nombramos al cáncer partiendo del tejido en el que se origina: mama, colon, próstata, etc. Pero estábamos equivocados porque esta nomenclatura sugiere que todos ellos son tumores homogéneos". Las mutaciones y vías celulares compartidas entre diferentes tipos de cáncer son numerosas. Conocer el "gatillo" molecular que inicia el proceso oncogénico permitirá inhibir las vías desreguladas por las mutaciones: "Este es el único camino correcto. La medicina personalizada se va acercando".
Menos quimio, nunca monoterapia
La quimioterapia se ha visto mejorada por la adición de terapias dirigidas. Aún es una opción muy utilizada y un estándar en algunos casos, "pero va a ir perdiendo importancia en favor de las combinaciones de estos tratamientos específicos". En todo caso, Bernards cree que habrá que esperar mucho tiempo hasta hablar de un abordaje del cáncer sin quimioterapia: "Cuando hablamos de que habrá soluciones personalizadas en cáncer dentro de diez años no nos referimos a que la quimioterapia habrá desaparecido: eso sí, cada régimen terapéutico contará con un componente personalizado".
Entre tanta alternativa, si de algo está seguro el especialista "es de que el cáncer no puede ser curado con monoterapia". Según ha apuntado, siempre hay que hablar de combinaciones, aunque existan ejemplos positivos de tratamientos en solitario, como es el caso de imatinib en leucemia mieloide crónica: "Puede controlar la enfermedad durante un buen periodo de tiempo, pero al final el cáncer se vuelve resistente". La monoterapia, que en ocasiones es muy poderosa, no alcanza el calificativo de curativa: "Las combinaciones de fármacos biológicos, apoyadas a corto medio-plazo por la quimioterapia, escribirán el futuro del tratamiento tumoral".
Fármacos polifacéticos
En el pasado el objetivo era administrar un mismo fármaco a la mayor cantidad de afectados. Era la época de los fármacos blockbuster, vinculados a ventas millonarias. Ahora, imatinib pertenece a este grupo, pero va destinado a una pequeña cantidad de pacientes: la razón es que debe tomarse durante toda la vida. “Los fármacos del futuro no tendrán como objetivo un solo tipo de cáncer; serán útiles para diferentes tumores. Al final, serán muchos los pacientes tratados con una molécula que en principio sólo iba destinada a un cinco por ciento de afectados de cáncer de mama: "A este porcentaje se le unirán, por ejemplo, otro cinco por ciento de afectados de próstata, un siete por ciento de pulmón, un cuatro por ciento de colon, etc, haciendo mayor el grupo de pacientes tratados con un mismo fármaco".
Test genéticos en evolución
Por otro lado, los microarray genéticos son una gran opción no sólo diagnóstica, ya que "analizar los patrones de actividad genética puede predecir la respuesta tarapéutica, el riesgo de recurrencia y el nivel de agresividad del tumor". Bernards apunta que, por el momento, se trata de herramientas más pronósticas, pero esta misma tecnología tiene en la predicción de la respuesta terapéutica una de sus principales bazas. 'MammaPrint', test genético desarrollado por la compañía Agendia (creada por Bernards), y utilizado en España, es un ejemplo de las mejoras en la estratificación de pacientes y en su selección para determinadas terapias por delante de otras.
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