Un trastorno poco común convence a la gente de que huele mal
Un estudio encuentra que con frecuencia quienes lo sufren se aíslan y piensan en el suicidio Traducido del inglés: miércoles, 26 de mayo, 2010
MARTES, 25 de mayo (HealthDay News/DrTango) -- Una investigación reciente da nuevas ideas sobre un trastorno psiquiátrico poco común pero debilitante conocido como síndrome de referencia olfativa (SRO), en que las víctimas están convencidas de que emiten olores horribles, y debido a esto con frecuencia se aíslan o incluso intentan suicidarse.
"Los pacientes sufren muchísimo como resultado de esta falsa creencia y parecen tener una gran discapacidad en cuanto al funcionamiento. También parece que tienen mayores índices de tendencia al suicidio", apuntó la Dra. Katherine A. Phillips, profesora de psiquiatría y conducta humana de la Universidad de Rhode Island y Brown, en Providence. "Pero, sorprendentemente, el SRO se ha estudiado poquísimo. No es un trastorno bien conocido".
Phillips, que presentará su investigación sobre el síndrome el martes en la reunión anual de la American Psychiatric Association (APA) en Nueva Orleáns, intervino en una teleconferencia del martes. La APA está considerando si el síndrome merece o no ser definido de forma oficial como trastorno independiente en la próxima edición del Manual Diagnóstico y Estadístico de Trastornos Mentales (DSM-V).
"El SRO ha sido descrito por todo el mundo durante más de un siglo", explicó Phillips. "Consiste en una preocupación con la creencia de que se emite un olor corporal desagradable u ofensivo, que no es perceptible para otras personas".
Es probable que los estándares culturales, sobre todo en épocas anteriores en que la higiene era menos prioritaria, también tengan algo que ver, añadió el Dr. Bryan Page, catedrático de antropología y profesor de psiquiatría de la Facultad de medicina Miller de la Universidad de Miami.
Señaló que en los Estados Unidos, por ejemplo, donde la gente se preocupa mucho por la limpieza, la fobia tal vez tenga una mayor prevalencia.
Los autores del estudio analizaron a veinte pacientes de SRO para determinar las características generales del trastorno.
Los pacientes de la muestra tenían una media de edad de 33.4 años y habían estado sufriendo de SRO desde que tenían 15 o 16 años, en promedio. El 60 por ciento eran de sexo femenino.
En promedio, los voluntarios pasaban tres a ocho horas al día preocupados con pensamientos negativos sobre su olor percibido. Muchos también realizaban actividades repetitivas, tal vez como usar una barra completa de jabón en un día, durante horas al día. El 85 por ciento estaban convencidos de que sus creencias eran completamente exactas, aunque nadie más se mostrase de acuerdo, señaló Phillips, y tres cuartas partes opinaban que los demás los notaban debido a su "olor".
"Si alguien se rasca la nariz debido a una alergia o abre la puerta, creen que es porque los demás piensan que huelen mal", explicó Phillips.
Las tres cuartas partes de los participantes estaban seguros de tener mal aliento. Otras fuentes del mal olor percibido incluían el sudor (65 por ciento), las axilas (60 por ciento) y los genitales (35 por ciento).
El 95 por ciento tenía al menos una conducta compulsiva a diario debido a la convicción. El 80 por ciento se olía a sí mismo de forma continua, el 68 por ciento se duchaba de forma obsesiva y 50 por ciento se cambiaba la ropa repetidamente. Muchos usaban talco o perfume (a veces incluso bebían perfume), desodorante, chicle y otros productos para deshacerse del mal olor. Un individuo incluso se sometió a una extracción de amígdalas, pensando que eso resolvería el mal aliento percibido.
El síndrome también dejó a muchas personas aisladas, y tres cuartas partes afirmaban evitar las interacciones sociales debido al "hedor", y 40 por ciento informaba haber estado encerrado en casa al menos durante una semana. Más de dos tercios habían pensado en el suicidio, y un tercio había intentado suicidarse. Más de la mitad habían sido hospitalizados debido a motivos psiquiátricos.
Muchos también sufrían de un trastorno depresivo mayor y fobia social.
A pesar de las ramificaciones psicológicas del trastorno, 44 por ciento buscó tratamiento no psiquiátrico, de pare de dentistas o dermatólogos, por ejemplo.
La mayoría (85 por ciento) dijeron que en realidad podían olerse, una "alucinación olfativa".
"Animaría a los pacientes a buscar tratamiento psiquiátrico. Hasta donde sepamos, el tratamiento dental y médico no psiquiátrico no ayuda", lamentó Phillips. "La terapia cognitivo conductual ha mostrado ser útil en una pequeña serie de casos, así como ciertos fármacos".
Artículo por HealthDay, traducido por Hispanicare
FUENTES: May 25, 2010, teleconference with: Katharine A. Phillips, M.D., professor, psychiatry and human behavior, Rhode Island Hospital/Brown University, Providence; Bryan Page, Ph.D., professor and chairman, anthropology, professor, psychiatry, University of Miami Miller School of Medicine; May 25, 2010, presentation, American Psychiatric Association annual meeting, New OrleansHealthDay
(c) Derechos de autor 2010, HealthDay
Un trastorno poco común convence a la gente de que huele mal: MedlinePlus
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