El Consejo de Universidades tiene en sus manos defender la salud
visual de nuestra población
El Consejo Argentino de
Oftalmología, institución que nuclea a todas las sociedades y cátedras de
oftalmología argentinas y que cuenta con más de 4.000 asociados en todo el país,
desea alertar a la prensa y a la
población en general sobre el riesgo que correrá la salud visual de los
argentinos el próximo lunes 17 de
septiembre a las 13 hs.
Ese día se llevará a
cabo una reunión del Consejo de Universidades en el Salón Rosario Vera Peñaloza
del Ministerio de Educación de la Nación (Pizzurno 935 PB) que podría
definitivamente autorizar a la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) a otorgar
títulos de Licenciado en Óptica Ocular y Optometría cuyas incumbencias profesionales
se superpondrán con las de los médicos oftalmólogos, permitiendo en principio,
examinar pacientes y prescribir soluciones ópticas sin haber estudiado
medicina.
¿Qué significa?
Significa que personas
que no cuentan con capacitación en medicina podrán atender a pacientes,
examinarlos y prescribirles anteojos. Y debido a su falta de formación
para detectar algo fuera de lo normal, prescribirán anteojos aunque para el caso
estuviera contraindicado, y pudiera conducir inevitablemente a la
ceguera.
El optómetra no médico, no está capacitado para decidir qué es
normal y qué es anómalo
El problema es
simple: los optómetras no médicos, no están capacitados para decidir qué es un
ojo sano y cuál no. Basta con chequear el plan de estudios de esta carrera
técnica para comprender que no se los capacita médicamente. Es como pensar que los médicos
están capacitados para fabricar un microscopio, un telescopio o un osciloscopio
por el simple hecho de que los usan.
El médico oftalmólogo
es el único profesional capacitado para decidir qué es normal y qué es
patológico. Para alcanzar ese estadio, se ha formado durante un mínimo de 6 años
en una facultad de medicina y ha realizado luego una residencia de 4 años,
acompañado por docentes preparados para capacitar a futuros
oftalmólogos.
¿Qué impacto puede tener esta medida en la salud visual de la
población?
El 90% de las consultas
que recibe el oftalmólogo se concretan luego de que una persona siente que no ve
bien, y tiene trastornos visuales. Recién entonces decide acudir a un médico. En
esas condiciones, es primordial que reciba atención de un profesional capacitado
para detectar “enfermedades silenciosas” como el glaucoma (presión de ojos), las
retinopatías (diabetes, hipertensión arterial, degeneración macular senil,
tóxica), estrabismo (ojos cruzados), tumores y muchas otras, que dañan la visión
y muchas veces pueden terminar en ceguera o en la muerte, como sucede por
ejemplo en el caso del retinoblastoma.
En caso de aprobarse
las incumbencias del nuevo título de optómetra no médico, personas que no tienen
formación médica se encargarán de atender esa primera consulta y recetar
anteojos aunque no fueran necesarios, no estuviese indicado para la clase de
afección que aqueja a la persona, y aún, aunque fuera perjudicial, lo que
acarrea un gravísimo riesgo. Porque está
comprobado que los pacientes no vuelven a chequear su visión hasta que detectan
nuevos indicios de trastornos visuales. En el lapso de tiempo que existe
entre ambas consultas, sus ojos pueden estar sufriendo los efectos de alguna
enfermedad que no es posible detectar si no se cuenta con la capacitación médica
–esencialmente científica- que es indispensable para
diagnosticarla.
El optómetra no médico está formado en una facultad de
Ciencias Exactas, muy adecuada para formar Físicos, Ingenieros, Astrónomos, pero
NADA MÁS ALEJADO DE LA MEDICINA.
El peligro que prevemos
es que esta medida -si fuera adoptada- impactará negativamente en los índices de
salud visual de nuestra población: más ciegos, más glaucoma, más retinopatía
diabética, etc, como lo muestran las estadísticas en países como Estados Unidos,
en el que la Academia Americana de Oftalmología está luchando para devolver a
los médicos la capacidad de prescribir en forma exclusiva. Y detrás de cada
índice, hay seres humanos que padecen la enfermedad, y lo que es peor, la
ceguera.
Contraposición de
intereses
De imponerse la
medida a la que hacemos alusión, nos enfrentaremos ante la posibilidad de que
quien atienda a pacientes sea también quien le venderá sus anteojos. Sin
embargo, la esencia de una premisa legal de nuestro país puede traducirse como
“el que receta no vende, y el que vende no receta”, por la simple razón de que
son acciones con intereses
contrapuestos.
Cuál es la posición del Consejo Argentino de
Oftalmología
Nuestra institución
llama a la población a tener en cuenta que la aplicación de esta medida podría
tener efectos negativos en los índices de salud visual de nuestro
país.
El próximo lunes 17 de septiembre a las 13 hs., médicos
oftalmólogos de todo el país nos reuniremos frente a las puertas del Ministerio
para preservar las incumbencias médicas y luchar por la salud visual de nuestros
pacientes.
El Consejo Argentino de Oftalmología le recuerda a la
población que el tratamiento de la enfermedad del hombre, su detección,
prevención y la protección y promoción de la salud son objeto de la Medicina y
que el Médico Oftalmólogo es el único
profesional con la capacitación suficiente para realizar esta tarea dentro
de su área de incumbencia.
Ley
Nacional Nº 17.132 y Res.Min. Educación nº
1314/07.
Prensa Consejo Argentino de
Oftalmología - Agencia
Asset-Comm
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