La insuficiencia cardíaca establecida tiene peor pronósico que el cáncer más maligno. Sólo un 10% de los candidatos consiguen un trasplante de corazón
El Prof. Francisco Fernández-Avilés analiza el progreso de la medicina regenerativa cardíaca en los últimos 10 años.
Con motivo de la celebración los días 6 y 7 de junio de 2013 en el Hospital Gregorio Marañón de Madrid, de la 10ª edición del International Symposium on Stem Cell Therapy and Cardiovascular Innovations, su coordinador el Prof. Francisco Fernández-Avilés ha analizado las luces y las sombras en la evolución de la medicina regenerativa cardíaca de los últimos 10
años.
El
simposio se enmarca dentro de las actividades de investigación del
Instituto de Investigación Sanitaria del Hospital Gregorio Marañón y de
las redes de Investigación Cardiovascular (RIC) y de Terapia Celular
(TERCEL) del Instituto de Salud Carlos III. Está acreditado por la
Sociedad Española de Cardiología, la Sociedad Europea de Cardiología y
el Ministerio de Sanidad.
Aunque
ahora se celebra en Madrid, tuvo su primera edición en Valladolid
(2004) y desde entonces se ha consolidado como cita anual obligatoria
para profesionales de todo el mundo con interés por la medicina
regenerativa cardiaca (científicos clínicos y básicos, profesores,
divulgadores, representantes de las empresas de biotecnología,etc).
Comenta
Fernández-Avilés que en cierto modo la historia de este simposio es la
historia de la terapia de regeneración cardiaca. El primer simposio
comenzó inmediatamente después de la primera aplicación de células madre
derivadas de la médula ósea en pacientes con infarto de miocardio.
Lo
primero que llama poderosamente la atención al analizar estos 10 años
es, según Fernández-Avilés, la perseverancia de los científicos en este
tipo de investigación. “Tanta perseverancia viene provocada por la
necesidad imperiosa de encontrar una solución para evitar o prevenir el
desarrollo de insuficiencia cardíaca secundaria a la destrucción del
corazón por un infarto.
La
insuficiencia cardiaca es muy prevalente, consume gran cantidad de
recursos económicos y cuando está establecida tiene peor pronóstico que
el cáncer más maligno. El único tratamiento eficaz para este problema es
el trasplante de corazón, pero debido a la escasez de donantes, sólo un
10% o menos de los candidatos a trasplante de corazón consiguen
finalmente el órgano que necesitan.
Los
tratamientos farmacológicos y otras terapias convencionales ayudan
mucho pero han llegado a su techo de eficacia y no aportarán ningún
avance significativo en los próximos 10 años. De ahí la imperativa
necesidad de innovar en este campo con soluciones alternativas al
trasplante” afirma Fernández-Avilés.
La
medicina regenerativa cardiovascular nace de la hipótesis de que la
utilización de células madre puede sustituir el tejido cardiaco por otro
nuevo, evitando el desarrollo de insuficiencia cardíaca o provocando
que la situación revierta hacia la normalidad. ¿Qué ha ocurrido en los
últimos 10 años en este campo? El Prof. Francisco Fernández-Avilés saca
estas conclusiones:
· Se
ha destruido definitivamente el dogma clásico que negaba la capacidad
regenerativa. Hoy sabemos, sin ningún género de duda, que el corazón
posee células madre capaces de activarse y proliferar, aunque con una
intensidad inferior a la que puede observarse en otros tejidos, como la
sangre o la piel.
· En
la experimentación animal se ha observado que las células con alta
plasticidad, como las células embrionarias, tienen la capacidad de
colonizar y regenerar totalmente el tejido cardiaco infartado en modelos
de enfermedad similares al humano, como el porcino. También se ha visto
que células con menor plasticidad cómo las células madre adultas de
diferentes procedencias (médula ósea, grasa, músculo esquelético o
músculo
cardiaco) tienen capacidad de regeneración cardiaca y, a
través de diversos mecanismos, son beneficiosas para la evolución de los
modelos animales de infarto de miocardio más similares a la clínica
humana.
· Estos
hallazgos se han traslado a la investigación clínica con resultados que
han sido diferentes según la gravedad y el estado evolutivo de la
enfermedad cardiaca.
· La
máxima experiencia en la clínica humana corresponde a los pacientes con
infarto agudo de miocardio. En este escenario el número de pacientes
estudiados es ya más de 3.000, habiéndose comprobado que las células
derivadas de la médula ósea, añadidas al tratamiento convencional del
infarto, tienen un efecto beneficioso que evita el desarrollo de
insuficiencia cardiaca. Para saber si definitivamente debe recomendarse
este
tratamiento, se esperan los resultados de un estudio financiado por la
Unión Europea en el que participarán 3.000 pacientes de diversos países
europeos y en el que España tendrá un gran protagonismo.
· La
investigación de la terapia celular en los pacientes con infarto
crónico ha sido muy intensa, pero con resultados menos claros. En las
fases más avanzadas de la enfermedad no hay beneficio porque en esas
etapas ya se ha producido una trasformación del tejido en una cicatriz
en la que no sólo han desaparecido las células, sino también la
estructura extracelular que las organiza y alimenta. La
única esperanza para estos pacientes es la ingeniería tisular, es decir,
la creación de tejidos y órganos bio-artificiales construidos
con células madres implantadas en matrices de cadáver para poder
trasplantar después este tejido fabricado a la medida al pacientes que
lo necesita.
El 10º International Symposium on Stem Cell Therapy and Cardiovascular Innovations está
sirviendo para abordar los resultados obtenidos y las tareas pendientes
de todos estos aspectos: valorar de la historia de la regeneración
cardiaca apoyada en las 10 ediciones de este evento, revisar los
resultados de la investigación preclínica con los nuevos productos
celulares, los métodos de administración de las células y las técnicas
de ingeniería tisular.
También
se están presentando los resultados de los últimos estudios clínicos.
Están teniendo protagonismo esencial los últimos trabajos publicados por
los miembros más jóvenes de los principales grupos de investigación del
mundo, así como la discusión de los hitos más relevantes de este último
año en medicina regenerativa cardiaca y no cardiaca.
Finalmente
se espera una predicción de cómo debe enfocarse el futuro de la
investigación en la medicina regenerativa cardiovascular.
Se adjunta programa del Simposio
Días: 6 y 7 de Junio
Lugar: Aula Magna. Pabellón Docente. Hospital General Universitario Gregorio Marañón.
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