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Institutos Nacionales de la Salud
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Los límites sobre el tamaño de los refrescos podrían ayudar en la lucha contra la obesidad, afirman los expertos
La prohibición afectaría sobre todo a los estadounidenses con sobrepeso y no discriminaría a los pobres, sugieren los hallazgos
Traducido del inglés: miércoles, 12 de junio, 2013
En un esfuerzo por combatir la obesidad, la Junta de Salud de la Ciudad de Nueva York aprobó una prohibición en la venta de las bebidas azucaradas mayores de 16 onzas en los restaurantes, pero la ley fue derogada por la Corte Suprema del Estado de Nueva York en marzo. Esta semana se inició una apelación.
Para evaluar el efecto que esa prohibición tendría en todo el país, investigadores de la Facultad de Salud Pública Mailman de la Universidad de Columbia analizaron los expedientes de más de 19,000 personas que participaron en la Encuesta nacional de examen de la salud y de la nutrición de EE. UU. entre 2007 y 2010.
El estudio halló que alrededor del 60 por ciento de los estadounidenses consumían bebidas azucaradas a diario, pero apenas el 7.5 por ciento compraban bebidas azucaradas "súper grandes" en un restaurante en un día dado. Sin embargo, las tasas eran algo más altas en ciertos grupos: el 13.6 por ciento de los adolescentes con sobrepeso, el 12.6 por ciento de los adultos jóvenes con sobrepeso de 20 a 44 años de edad y el 8.6 por ciento de las personas con sobrepeso en general.
Los investigadores también hallaron que las personas con ingresos bajos y con ingresos altos tenían en realidad las mismas probabilidades de comprar bebidas azucaradas grandes en los restaurantes, lo que cuestiona la crítica de que la prohibición de la venta de esas bebidas en los restaurantes discrimina a las personas pobres.
Los investigadores dijeron que este hallazgo resultó sorprendente porque las personas más pobres son más propensas a beber bebidas azucaradas que las que tienen unos ingresos más altos. Pero aunque los pobres tienden a consumir más bebidas azucaradas, para ellos resulta más barato comprarlas en una tienda y consumirlas en casa, dijeron los autores.
El estudio, que aparece en una edición en línea de la revista American Journal of Clinical Nutrition, usó datos nacionales, pero muestra que este tipo de prohibición ayudaría a combatir la obesidad sin importar en qué país se implemente.
"Nuestros hallazgos son claros: una ley de estas características abordaría una de las principales causas de la obesidad, el creciente tamaño de las porciones de bebidas azucaradas", aseguró en un comunicado de prensa de la universidad la autora líder, la Dra. Y. Claire Wang, profesora asistente de políticas y gestión de la salud.
Por ejemplo, los autores del estudio dijeron que en 1955 un refresco de tamaño regular en McDonald's contenía 7 onzas. Hoy en día, los tamaños ofrecidos abarcan desde uno de 12 onzas para los niños hasta una bebida de 32 onzas. "Cambiar las normas sociales resulta difícil, pero a medida que los tamaños de las porciones ha crecido, establecer un nuevo estándar resulta útil", aseguró Wang.
Otro experto, el Dr. Sandro Galea, catedrático del departamento de epidemiología de la Facultad Mailman, apuntó a la importancia de los hallazgos del estudio.
"[El estudio] provee evidencia crítica fundamental de que los esfuerzos propuestos por restringir el mercadeo de los refrescos grandes en la ciudad de Nueva York y en otros lugares pueden tener un impacto sustancial sobre la salud de la población", afirmó Galea, quien también es miembro de la Junta de Salud de la Ciudad de Nueva York.
Artículo por HealthDay, traducido por Hispanicare
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