retos en la patología
Soluciones originales para el viejo problema de la gripe
La investigación básica propone estrategias novedosas para prevenir futuras pandemias. La búsqueda de la vacuna antigripal 'universal' parece cada vez menos una quimera.
Sonia Moreno | soniamb@diariomedico.com | 03/06/2013 00:00
Varios estudios recientes proponen estrategias creativas para luchar contra la gripe. Las principales limitaciones de las actuales vacunas, como expone a DM Adolfo García-Sastre, director del Instituto de Patógenos Emergentes en la Facultad de Medicina Icahn del Mount Sinai (Nueva York), residen en su forma de preparación -huevos-; una eficacia subóptima -sobre todo en mayores de 65 años- y que no generan protección contra cepas futuras.
Por ello, se intenta que las inmunizaciones se preparen en tejidos celulares, augura García-Sastre, que también ve probable que en sectores poblacionales menos protegidos se administren adyuvantes y "que se generen vacunas capaces de proteger no sólo contra las cepas circulantes, sino también contra las futuras. Tales vacunas estarían basadas en la inducción de inmunidad contra partes conservadas del virus de la gripe". Su grupo trabaja en la consecución de esa vacuna "universal", lo que aún parece bastante lejano aunque no imposible. De hecho, un reciente estudio en Nature, encabezado por Gary Nabel, en el Instituto Nacional de Alergia y Enfermedades Infecciosas estadounidense cuando realizó la investigación, ha diseñado una nanopartícula que produce anticuerpos neutralizantes de una gran variedad de cepas de gripe. La inmunización generada por nanopartículas sintéticas podría servir frente a variedades de influenza que aún no han emergido. También original es la prueba de concepto presentada en el último número de Science Translational Medicine por investigadores de la Universidad de Pensilvania que demuestran la eficacia de inocular un vector adenoviral con genes de influenza por vía nasal para contrarrestar la replicación del patógeno. El experimento, en ratones y hurones, resultó eficaz frente a las temidas cepas H5N1 y H1N1, causantes de las pandemias de 2009 y 1918, respectivamente.
Glicosilaciones
En la línea de potenciar las vacunas existentes, el laboratorio de García-Sastre con el de Rafael Medina, de la Pontificia Universidad Católica de Chile (Santiago), ha realizado una investigación cuyas conclusiones, también en Science Translational Medicine, desvelan cómo las glicosilaciones (oligosacáridos añadidos a las proteínas) facilitan o impiden interacciones entre proteínas. Medina cuenta por e-mail que "la proteína hemaglutinina (HA) del virus adquiere glicosilaciones N-enlazadas, generalmente grandes y muy ramificadas. Se sabe que las HA de influenza adquieren estas modificaciones al circular estacionalmente en humanos; así, le confieren al virus la capacidad de evadir la respuesta inmune de los anticuerpos preexistentes".
En el contexto de las cepas estacionales, "la aparición de glicosilaciones en las HA virales puede causar un cambio antigénico significativo. Por tanto, la vigilancia y detección de cepas con nuevas glicosilaciones debe seguirse, pues pueden llegar a ser las predominantes en la estación. La caracterización antigénica y virulenta temprana de esos virus podría ser muy útil para seleccionar nuevas cepas que incluir en las formulaciones vacunales". Medina concluye que este trabajo abre la posibilidad de "explorar el uso de esas modificaciones para optimizar la calidad y amplitud de los anticuerpos inducidos por las vacunas actuales, lo que podría generar vacunas mas eficientes".
En la multirresistencia, la solución no reside únicamente en el desarrollo de nuevos antimicrobianos, sino también en optimizar las opciones terapéuticas disponibles, así como el control de la infección, el manejo del paciente y los métodos diagnósticos; se busca que estos últimos sean más rápidos.
Y de los patógenos emergentes preocupan sobre todo las enterobacterias productoras de carbapenemasas: "Los carbapenémicos son antibióticos de última generación, que cubrirían un mayor número de bacterias, pero hay enzimas capaces de destruirlos, lo que es un grave problema internacional".
Por ello, se intenta que las inmunizaciones se preparen en tejidos celulares, augura García-Sastre, que también ve probable que en sectores poblacionales menos protegidos se administren adyuvantes y "que se generen vacunas capaces de proteger no sólo contra las cepas circulantes, sino también contra las futuras. Tales vacunas estarían basadas en la inducción de inmunidad contra partes conservadas del virus de la gripe". Su grupo trabaja en la consecución de esa vacuna "universal", lo que aún parece bastante lejano aunque no imposible. De hecho, un reciente estudio en Nature, encabezado por Gary Nabel, en el Instituto Nacional de Alergia y Enfermedades Infecciosas estadounidense cuando realizó la investigación, ha diseñado una nanopartícula que produce anticuerpos neutralizantes de una gran variedad de cepas de gripe. La inmunización generada por nanopartículas sintéticas podría servir frente a variedades de influenza que aún no han emergido. También original es la prueba de concepto presentada en el último número de Science Translational Medicine por investigadores de la Universidad de Pensilvania que demuestran la eficacia de inocular un vector adenoviral con genes de influenza por vía nasal para contrarrestar la replicación del patógeno. El experimento, en ratones y hurones, resultó eficaz frente a las temidas cepas H5N1 y H1N1, causantes de las pandemias de 2009 y 1918, respectivamente.
Glicosilaciones
En la línea de potenciar las vacunas existentes, el laboratorio de García-Sastre con el de Rafael Medina, de la Pontificia Universidad Católica de Chile (Santiago), ha realizado una investigación cuyas conclusiones, también en Science Translational Medicine, desvelan cómo las glicosilaciones (oligosacáridos añadidos a las proteínas) facilitan o impiden interacciones entre proteínas. Medina cuenta por e-mail que "la proteína hemaglutinina (HA) del virus adquiere glicosilaciones N-enlazadas, generalmente grandes y muy ramificadas. Se sabe que las HA de influenza adquieren estas modificaciones al circular estacionalmente en humanos; así, le confieren al virus la capacidad de evadir la respuesta inmune de los anticuerpos preexistentes".
En el contexto de las cepas estacionales, "la aparición de glicosilaciones en las HA virales puede causar un cambio antigénico significativo. Por tanto, la vigilancia y detección de cepas con nuevas glicosilaciones debe seguirse, pues pueden llegar a ser las predominantes en la estación. La caracterización antigénica y virulenta temprana de esos virus podría ser muy útil para seleccionar nuevas cepas que incluir en las formulaciones vacunales". Medina concluye que este trabajo abre la posibilidad de "explorar el uso de esas modificaciones para optimizar la calidad y amplitud de los anticuerpos inducidos por las vacunas actuales, lo que podría generar vacunas mas eficientes".
La receta de optimizar los recursos frente a las bacterias multirresistentes
Además de los virus como la gripe, las bacterias multirresistentes son patógenos que también requieren nuevas soluciones; la acumulación de resistencias a diferentes familias antimicrobianas constituye un grave problema, sobre todo en el entorno hospitalario, como se ha destacado en el XVII Congreso de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (Seimc), en Zaragoza. Rafael Cantón, jefe del Servicio de Microbiología del Hospital Ramón y Cajal, de Madrid, ha citado a DM, por su relevancia clínica, a Staphylococcus aureus resistente a meticilina (MRSA); las infecciones por este patógeno son esencialmente nosocomiales, aunque también se producen en el medio extrahospitalario en pacientes vulnerables inmunológicamente, como los ingresados en residencias de ancianos, por ejemplo: "Si bien se ha hecho un gran esfuerzo y hay tasas que indican que en España, como en otros países, su presencia ha disminuido, aún así sigue siendo grave". Las tasas de aislamientos en España son ahora del 20-25 por ciento, aunque se ha llegado a superar el 35 por ciento. En esta disminución ha contribuido una mejora en la detección en el laboratorio y en el control de la infección. Los especialistas tampoco pierden de vista a Pseudomonas aeruginosa y a ciertas enterobacterias; estas últimas, presentes en el microbioma intestinal, pueden intercambiar genes de resistencia que compliquen su tratamiento.En la multirresistencia, la solución no reside únicamente en el desarrollo de nuevos antimicrobianos, sino también en optimizar las opciones terapéuticas disponibles, así como el control de la infección, el manejo del paciente y los métodos diagnósticos; se busca que estos últimos sean más rápidos.
Y de los patógenos emergentes preocupan sobre todo las enterobacterias productoras de carbapenemasas: "Los carbapenémicos son antibióticos de última generación, que cubrirían un mayor número de bacterias, pero hay enzimas capaces de destruirlos, lo que es un grave problema internacional".
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