Los expertos en Parkinson reconocen que la asignatura pendiente es detener la progresión de la enfermedad
Barcelona (27/11/2013) - Nekane Lauzirika
• En el Debate 99", "Es turno de la enfermedad de Parkinson", celebrado en el Congreso de la SEN, se anunció la existencia de estudios en marcha con moléculas innovadoras que podrían ejercer un papel neuroprotector
• La rasagilina desarrollada por Lundbeck obtuvo resultados muy positivos en el ensayo Adagio
La enfermedad de Parkinson fue la protagonista del Debate 99", un formato en el que los especialistas debieron contestar las pregunta del conductor del programa sin llegar a un minuto. En este caso el doctor Jose Ángel Obeso, neurólogo de la Clínica Universitaria de Navarra, fue el encargado de dirigir esta iniciativa, impulsada por la compañía danesa Lundbeck, especializada en exclusividad en la investigación de moléculas en el área del Sistema Nervioso Central (SNC).
El Debate 99", "Es turno de la enfermedad de Parkinson" en su cuarta edición, tuvo lugar en el marco de la LXV Reunión Anual de la Sociedad Española de Neurología que se celebró la pasada semana en Barcelona con la participación de destacados especialistas de todo el país.
Entre los integrantes de la inicitiva Lundbeck se encontraron el doctor Eduardo Tolosa, del Hospital Clínic de Barcelona, el doctor Marcelo Merello, de la Universidad Católica de Fleni, Buenos Aires, Francisco Grandas, del Gregorio Marañón y Rosario Moratalla, entre otros expertos en este trastorno neurodegenerativo crónico que conduce con el tiempo a una incapacidad progresiva, producido a consecuencia de la destrucción, por causas que todavía se desconocen, de las neuronas pigmentadas de la sustancia negra.
En el debate se abordaron distintas temáticas, aunque se hizo especial hincapié en los hitos, errores y aciertos históricos en la Enfermedad de Parkinson en los últimos años. Entre los errores, el doctor Merello citó el haber considerado la patología solo como una enfermedad motora. "Ese fue un grave error". Sin embargo, han sido tantos los avances para tratar los síntomas clásicos del Parkinson que ya queda muy poco margen para seguir mejorando en esta línea, reconoció con conocimiento de causa el doctor José Ángel Obeso.
Entre los grandes hitos en Neurofarmacología, los expertos no dudaron en señalar la aparición de la levodopa para tratar esta dolencia. "La levodopa se introdujo a finales de los años 60, pero aún hoy sigue siendo efectivo para mejorar los síntomas de la enfermedad y en combinación con otros aún los resultados son mejores". Entre los retos a conseguir, aunque se ha avanzado mucho, destacaron diagnosticar con mayor rapidez la enfermedad. "Enfocar cuando comienza el Parkinson antes de que empiecen los síntomas motores", añadieron.
Neuroprotección
Uno de los retos para resolver la enfermedad –subrayaron- es hacer neuroprotección. "Por ahora no disponemos de fármacos para proteger las neuronas. Se necesitarían en las fases precoces de la dolencia disponer de apoyo de biomarcadores. Para ello hay que invertir dinero en comprender los mecanismos para saber que no aparezca la enfermedad". Para Eduardo Tolosa y para el resto de los intervinientes, la gran asignatura pendiente en el Parkinson es detener su progresión.
En este sentido reconocieron que hay numerosos estudios en marcha con moléculas innovadoras que podrían ejercer un papel neuroprotector, según se ha visto en modelos experimentales, pues son antiapoptóticas, mejoran la actividad mitocondrial y evitan el estrés oxidativo. Entre ellas, se encuentran la coenzima Q-10, la acetil-carnitina o la rasagilina, que buscan la neuroprotección.
La rasagilina, fármaco que se vende bajo el nombre comercial de Azilect, actúa en diferentes fases de la enfermedad ya que en los pacientes con estadios iniciales es donde tiene efectos más importantes en monoterapia en ralentizar la evolución de los síntomas y además su mecanismo de acción sugiere que puede cambiar la evolución de la enfermedad.
La rasagilina desarrollada por Lundbeck, obtuvo resultados muy positivos en el ensayo Adagio, pero como reconocen los especialistas estos estudios nunca son definitivos. "Se realizó un seguimiento a 18 meses, pero en una enfermedad que cursa en décadas, no se sabe si cuando los pacientes tengan 15 años de evolución se mantendrá la eficacia".
El Debate 99", "Es turno de la enfermedad de Parkinson" en su cuarta edición, tuvo lugar en el marco de la LXV Reunión Anual de la Sociedad Española de Neurología que se celebró la pasada semana en Barcelona con la participación de destacados especialistas de todo el país.
Entre los integrantes de la inicitiva Lundbeck se encontraron el doctor Eduardo Tolosa, del Hospital Clínic de Barcelona, el doctor Marcelo Merello, de la Universidad Católica de Fleni, Buenos Aires, Francisco Grandas, del Gregorio Marañón y Rosario Moratalla, entre otros expertos en este trastorno neurodegenerativo crónico que conduce con el tiempo a una incapacidad progresiva, producido a consecuencia de la destrucción, por causas que todavía se desconocen, de las neuronas pigmentadas de la sustancia negra.
En el debate se abordaron distintas temáticas, aunque se hizo especial hincapié en los hitos, errores y aciertos históricos en la Enfermedad de Parkinson en los últimos años. Entre los errores, el doctor Merello citó el haber considerado la patología solo como una enfermedad motora. "Ese fue un grave error". Sin embargo, han sido tantos los avances para tratar los síntomas clásicos del Parkinson que ya queda muy poco margen para seguir mejorando en esta línea, reconoció con conocimiento de causa el doctor José Ángel Obeso.
Entre los grandes hitos en Neurofarmacología, los expertos no dudaron en señalar la aparición de la levodopa para tratar esta dolencia. "La levodopa se introdujo a finales de los años 60, pero aún hoy sigue siendo efectivo para mejorar los síntomas de la enfermedad y en combinación con otros aún los resultados son mejores". Entre los retos a conseguir, aunque se ha avanzado mucho, destacaron diagnosticar con mayor rapidez la enfermedad. "Enfocar cuando comienza el Parkinson antes de que empiecen los síntomas motores", añadieron.
Neuroprotección
Uno de los retos para resolver la enfermedad –subrayaron- es hacer neuroprotección. "Por ahora no disponemos de fármacos para proteger las neuronas. Se necesitarían en las fases precoces de la dolencia disponer de apoyo de biomarcadores. Para ello hay que invertir dinero en comprender los mecanismos para saber que no aparezca la enfermedad". Para Eduardo Tolosa y para el resto de los intervinientes, la gran asignatura pendiente en el Parkinson es detener su progresión.
En este sentido reconocieron que hay numerosos estudios en marcha con moléculas innovadoras que podrían ejercer un papel neuroprotector, según se ha visto en modelos experimentales, pues son antiapoptóticas, mejoran la actividad mitocondrial y evitan el estrés oxidativo. Entre ellas, se encuentran la coenzima Q-10, la acetil-carnitina o la rasagilina, que buscan la neuroprotección.
La rasagilina, fármaco que se vende bajo el nombre comercial de Azilect, actúa en diferentes fases de la enfermedad ya que en los pacientes con estadios iniciales es donde tiene efectos más importantes en monoterapia en ralentizar la evolución de los síntomas y además su mecanismo de acción sugiere que puede cambiar la evolución de la enfermedad.
La rasagilina desarrollada por Lundbeck, obtuvo resultados muy positivos en el ensayo Adagio, pero como reconocen los especialistas estos estudios nunca son definitivos. "Se realizó un seguimiento a 18 meses, pero en una enfermedad que cursa en décadas, no se sabe si cuando los pacientes tengan 15 años de evolución se mantendrá la eficacia".
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