Desarrollan un sistema de alerta y tratamiento del exceso de grasa
29/11/2013 - E.P.
Se trata de un circuito genético implantable compuesto principalmente por componentes de genes humanos
Para construir este complejo circuito regulatorio, los biotecnólogos han combinado hábilmente diferentes genes que producen proteínas particulares en distintas etapas de reacción. Sus creadores implantaron el sistema en células humanas, que posteriormente se insertaron en pequeñas cápsulas.
Los investigadores analizaron individuos de un modelo experimental obeso que habían sido alimentados con alimentos grasos y, después de implantarles las cápsulas con el circuito de regulación de genes, dejaron de comer y su peso corporal se redujo notablemente. A medida que los niveles de grasa en sangre volvieron a la normalidad, el circuito regulador dejó de producir la señal de saciedad.
"Perdieron peso, aunque seguimos dándoles la misma comida alta en calorías", subraya Fussenegger. Comieron menos porque el implante les produjo una sensación de saciedad, mientras que los que recibieron alimento normal no perdieron nada de peso ni redujeron su ingesta de alimentos, según este biotecnólogo.
Una de las ventajas del circuito de regulación sintético es que no sólo es capaz de medir un tipo de grasa sino distintas grasas animales y vegetales saturadas y no saturadas. Sin embargo, este mecanismo no puede aplicarse directamente en el ser humano, sino que llevará muchos años desarrollar un producto adecuado, advierten sus creadores.
Esta red de genes es una de las más complejas que Fussenegger y su equipo han construido hasta la fecha y ha sido posible gracias a años de experiencia en el campo de la biotecnología. No es la primera vez que estos expertos tienen éxito en la construcción de un circuito de retroalimentación tan complejo: hace varios años, produjeron un implante que también se puede utilizar para combatir la gota a través de un circuito regulador de realimentación.
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