El cigarrillo electrónico en jóvenes causa más riesgo de tabaquismo

G.E. Madrid | 07/03/2014 00:00

Stanton A. Glantz (UCSF)

VISTA:

La Organización Médica Colegial y el Comité Nacional de Prevención del Tabaquismohan censurado la posibilidad de que la regulación del cigarrillo electrónico permita su uso en espacios públicos cerrados, pues se perdería el "efecto educativo en los jóvenes", quienes desde la exclusión del tabaco en la hostelería "perciben más adecuadamente la peligrosidad del consumo" .

Se trata de algo más que una presunción avalada por el sentido común, según revela una investigación que hoy adelanta JAMA Pediatrics. El estudio, dirigido por Stanton A. Glantz, del Centro para la Investigación y la Educación sobre el Tabaco de la Universidad de California en San Francisco, ha analizado los datos de los 39.882 estudiantes de secundaria y bachillerato que en 2011 y 2012 completaron la Encuesta Nacional de Tabaco entre la Juventud.

En 2011, el 3,1% de ellos habían probado al menos una vez los cigarrillos electrónicos (1,7% con cigarrillos; 1,5% sólo electrónicos) y el 1,1% era consumidor habitual, de los que la mitad los simultaneaba con tabaco convencional. La proporción de "lo he usado al menos una vez" se más que duplicó al año siguiente, alcanzando el 6,5%, y lo mismo ocurrió con los consumidores habituales, que pasaron al 2%. En el primer caso, el reparto entre usuarios con cigarrillos y usuarios exclusivos fue del 2,6 y el 4,1%. Entre quienes se asentaron en los electrónicos en 2012, de nuevo la mitad los combinaba con tabaco.

Al aplicar técnicas estadísticas adicionales, los autores detectan que "el uso presente o pasado de cigarrillos electrónicos se asocia con un aumento de las probabilidades de experimentar con los convencionales".

Por otra parte, parece haber una continuidad entre la prueba recelosa del tabaco convencional, el uso menos cauto de cigarrillos electrónicos y la adquisición del hábito tabáquico: "En los adolescentes que han experimentado con cigarrillos convencionales el uso ocasional de electrónicos se asoció con convertirse en fumador habitual".

Además, los cigarrillos electrónicos generan una tensión entre su papel como sustituto del tabaco y su capacidad para inducir el hábito: "Los fumadores que en 2011 habían usado alguna vez cigarrillos electrónicos eran más propensos a querer dejar de fumar al año siguiente. Sin embargo, entre los experimentadores, los electrónicos se asociaron a menor abstinencia". Aunque los datos no permiten "identificar si los jóvenes comienzan usando cigarrillos convencionales y luego pasan a los electrónicos o viceversa", sí apuntan a que "los electrónicos no desincentivan".