La ingeniería tisular ayudará a reparar el daño severo a los nervios periféricos
Un modelo preclínico demuestra su eficacia, incluso en lesiones crónicas en las que se ha perdido la capacidad natural de regeneración axonal.
El daño a los nervios periféricos es una consecuencia frecuente de la cirugía reconstructivaen los traumatismos causados por agentes externos y resulta en diferentes grados de pérdida de función de la parte del organismo afectada. Investigadores de la Universidad de Pennsylvania han ideado una nueva manera de regenerar las conexiones nerviosas de larga distancia en un modelo animal, utilizando injertos nerviosos preparados mediante ingeniería tisular (TENGs). Los TENGs son un tipo de tejido nervioso cultivado en laboratorio y constituido por neuronas con largos tractos axonales. Es precisamente esta característica la que hace que los TENGs sean estructuralmente similares a los nervios endógenos.
Los injertos nerviosos actualmente comercializados son incapaces de facilitar de manera consistente la regeneración axonal en lesiones en las que se han perdido 5 o más centímetros de segmento nervioso. En uno de los dos estudios presentados en el congreso anual de laAmerican Society for Peripheral Nerve, los científicos consiguieron una regeneración axonalde 5 cm en las piernas del 100% de los animales tratados. En el procedimiento, los TENGs son insertados quirúrgicamente creando un puente entre los dos extremos del nervio seccionado, reemplazando así el segmento perdido. En cuestión de 5 semanas se hace aparente una nueva población de axones que cruzan el injerto y a los 3 meses la mayor parte de éstos ya han alcanzado el extremo distal del nervio seccionado. La funcionalidad de la reinervación fue demostrada en experimentos de respuesta a estimulación eléctrica en la parte distal de la extremidad. A lo largo de los 9 a 11 meses posteriores a la intervención se constató un aumento progresivo en la actividad eléctrica y en la fuerza del músculo.
El examen microscópico en el mismo período demostró la existencia de nuevas placas neuromusculares establecidas entre los nervios regenerados y el músculo. La acción terapéutica de los TENGs es dependiente de la presencia de neuronas vivas que preserven la capacidad regenerativa. Aunque esta capacidad se pierde progresivamente tras la lesión, los investigadores lograron demostrar que los TENGs son igualmente eficaces en la regeneración nerviosa hasta 16 semanas después de la lesión en un modelo de axotomía crónica. Esta capacidad parece derivar de la acción protectora de los TENGs sobre las células de Schwann, un tipo celular imprescindible para la generación de axones de larga distancia y que suele perder su función entre 6 u 8 semanas después de la lesión. Se espera que estos esperanzadores resultados sean confirmados en otros modelos preclínicos y en humanos
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