jueves, 19 de mayo de 2016

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Las terapias contra el lupus continúan evolucionando

Lupus: ¿Quién sufre de Lupus?_infografia
Fuente: Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) y Colegio Estadounidense de Remautología

En esta página:
Puede ser una enfermedad difícil de diagnosticar y de tratar. Su nombre es lupus y hasta 24,000 personas son diagnosticadas con la enfermedad todos los años en los Estados Unidos. 
Mayo es el Mes Nacional de Concientización sobre el Lupus, una oportunidad para reflexionar acerca de esta enfermedad y los desafíos que plantea para los pacientes, los investigadores y los profesionales de la salud por igual. Hoy día, los científicos trabajan en muchos frentes para entender los fundamentos genéticos de la enfermedad, así como para crear terapias nuevas y más específicas para tratarla.

¿Qué es el lupus?

Lupus El lupus es una enfermedad que puede dañar muchas partes del organismo, incluyendo las articulaciones, la piel, los riñones, el corazón, los pulmones, los vasos sanguíneos y el cerebro. Es una enfermedad autoinmunitaria —o sea, una enfermedad que se presenta cuando el cuerpo erróneamente detecta su propio tejido como si fuera ajeno y se ataca a sí mismo— que puede ser mortal en algunos casos graves. Aunque personas de todas las razas pueden contraer la enfermedad, el número de casos nuevos es tres veces mayor entre las mujeres afroamericanas que entre las blancas que no son de origen hispano. Las mujeres afroamericanas tienden a contraer la enfermedad a una edad más temprana que las mujeres blancas no hispanas, y a presentar complicaciones más graves y potencialmente mortales. También es más común entre las mujeres de ascendencia hispana, asiática e indígena americana.
La causa subyacente del lupus no se conoce del todo y hay muchas variedades de la enfermedad .  La forma más común, llamada lupus eritematoso sistémico, por lo general ocasiona aftas o úlceras en la boca, sarpullido, fatiga, dolor en las articulaciones e inflamación, y también afecta los riñones.
Además, el lupus es una enfermedad crónica. “Con tratamiento, la enfermedad puede mitigarse, pero también pueda que reaparezca tarde o temprano. Aunque puede controlarse con medicamentos, una vez que la adquieres, la tendrás para siempre”, explica la Dra. Sarah Yim, M.D., reumatóloga de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés). Una persona con lupus tendrá períodos buenos y períodos malos, advierte, y los síntomas pueden fluctuar, de leves o moderados, a graves.

¿Quiénes son los afectados?

Los cálculos sobre el número de personas con lupus en los Estados Unidos varían, de aproximadamente 300,000 personas a 1.5 millones. Según el Colegio Estadounidense de Reumatología, diez veces más mujeres que hombres tienen lupus, y la enfermedad suele comenzar entre los 15 y los 44 años de edad.
¿Qué es lo que hace que el lupus sea tan difícil de diagnosticar? A muchas personas puede catalogárseles como enfermas de lupus, pero todas pueden tener diferentes cosas que anden mal con su sistema inmunológico, aclara la Dra. Yim. Y muchos de los síntomas que puede presentar alguien con lupus no son específicos de la enfermedad y también pueden presentarse en otras afecciones, lo cual hace que sea difícil acertar en el diagnóstico.
La Dra. Jonca Bull, M.D., directora de la Oficina de Salud de las Minorías de la FDA, señala que aún hay una necesidad enorme de contar con mejores terapias, y que los científicos pueden estar a punto de encontrar terapias más refinadas que pongan los síntomas bajo control y consigan la remisión de las enfermedades relacionadas con la susceptibilidad al lupus, o que desempeñen alguna función en su formulación. En los últimos años, la Oficina de Salud de la Mujer de la FDA ha financiado varios estudios   relacionados con el lupus y otras enfermedades autoinmunitarias.

Terapias de propósito específico

El tratamiento del lupus depende de la parte del organismo que se vea afectada por la enfermedad y de la gravedad del problema. La FDA aprobó la aspirina, el primer medicamento para tratar el lupus, en 1948, y más tarde aprobó los corticosteroides, como la prednisona, que suprimen el sistema inmunológico y reducen la inflamación. En 1955, la dependencia aprobó el fármaco antipalúdico Plaquenil (hidroxicloroquina), que ayuda a aliviar algunos síntomas del lupus tales como la fatiga, el sarpullido, el dolor en las articulaciones o las úlceras bucales.
Parte de lo que hace la investigación del lupus tan difícil es que el problema exacto que presenta el sistema inmunológico es muy diferente de un paciente a otro, explica la Dra. Yim. Las nuevas investigaciones tratan de concentrarse en cuáles podrían ser los mejores blancos a atacar.
“En los últimos años se han descubierto tecnologías que pueden hacer que nuestras medicinas estén mejor dirigidas a actuar sobre la molécula o las moléculas específicas del sistema inmunológico que pudieran estar ocasionando el problema”, informa la Dra. Yim. “Los medicamentos más viejos tienden a suprimir el sistema inmunológico entero, cosa que funciona, pero es un poco como dispararle a una mosca con una bala de cañón y pueden tener muchos efectos secundarios indeseables relacionados”.
La FDA aprobó el Benlysta, la primera terapia de propósito específico contra el lupus, en 2011. El Benlysta se administra directamente en la vena. Está diseñado para actuar sobre una proteína llamada estimulador de linfocitos B, lo cual puede reducir el efecto de las células anormales que se cree que constituyen un factor en la aparición del lupus.
La Dra. Yim advierte que el Benlysta no funciona en todas las personas y no se ha investigado lo suficiente aún como para saber si funcionará en las que padecen formas de lupus muy severas. Pero funciona bien en los pacientes con lupus en los que se ven afectadas la piel y las articulaciones, añade.
Los avances de las últimas décadas en la comprensión y el tratamiento del lupus han resultado en una vida más larga para las personas que padecen la enfermedad.
No obstante estos avances, aún hay mucha gente con lupus que necesita alternativas de tratamiento adicionales. La FDA mantiene su compromiso de colaborar con los investigadores y los formuladores de medicamentos para ayudar a hacer realidad nuevos tratamientos.
Este artículo aparece en la página de Artículos de Salud para el Consumidor de la FDA que muestra lo más reciente de todos los productos regulados por la FDA
27 de mayo de 2014




Consumer Updates > Lupus Therapies Continue to Evolve





Lupus Therapies Continue to Evolve

Lupus: Who is Affected?_infographic
Sources: Food and Drug Administration (FDA) and American College of Rheumatology

 On this page:
It can be a difficult disease to diagnose and a difficult disease to treat. It’s called lupus, and as many as 24,000 people in the United States are diagnosed with the disease each year.
May is National Lupus Awareness month, a time to think about lupus and the challenges it presents patients, researchers and health care professionals alike. Scientists today are working on many fronts to understand the genetic underpinnings of the disease and to develop new and more targeted therapies to treat it.

What is Lupus?

Lupus is a disease that can damage many parts of the body, including the joints, skin, kidneys, heart, lungs, blood vessels and brain. It is an autoimmune disease—an illness that occurs when the body mistakenly detects its own tissue as foreign and attacks itself, and can be fatal in some severe cases. While people of all races can have the disease, African American women have a three-times higher number of new cases than white, non-Hispanic women. African American women tend to develop the disease at a younger age than white, non-Hispanic women and to develop more serious and life-threatening complications. It is also more common in women of Hispanic, Asian and Native American descent.
The underlying cause of lupus is not fully known, and there are many types of the disease. The most common form, called systemic lupus erythematosus, commonly causes mouth sores, rash, fatigue, joint pain and swelling, as well as affecting the kidneys.
Lupus also is a chronic disease. “With treatment, the disease may quiet down, but it also may relapse eventually. Although it may be controlled with medications, once you get it, you will always have it,” explains Sarah Yim, M.D., a rheumatologist at the Food and Drug Administration (FDA). A person with lupus will have good periods and bad periods, she says, and symptoms can range from mild or moderate to severe.

Who is Affected?

Estimates vary on the number of lupus sufferers in the United States, ranging from approximately 300,000 to 1.5 million people. According to the American College of Rheumatology, ten times more women than men have lupus, and the disease often starts between the ages of 15 and 44.
What makes lupus so hard to diagnose? A lot of people can be called lupus sufferers but can all have different things wrong with their immune systems, Yim says. And many of the symptoms that can occur in someone with lupus are non-specific and can also occur in other diseases, making it hard to nail down the diagnosis.
Jonca Bull, M.D., director of FDA’s Office of Minority Health, says there is still an enormous need for better therapeutics, and that scientists may be on the cusp of more refined therapies that bring symptoms under control and bring about remission of the diseases that are associated with susceptibility to lupus or play a role in its development. FDA’s Office of Women’s Health has funded several studies related to lupus and other autoimmune diseases in recent years.

Targeting Therapies

Treatment of lupus depends on the part of the body being affected by the disease, and how serious the problem. FDA approved the first drug to treat lupus, aspirin, in 1948 and later approved corticosteroids, such as prednisone, which suppress the immune system and reduce inflammation. In 1955, the agency approved the antimalarial drug Plaquenil (hydroxychloroquine) which helps to relieve some lupus symptoms such as fatigue, rashes, joint pain or mouth sores.
Part of what makes lupus research such a challenge is that the precise problem with the immune system is so different among patients, Yim says. New research is trying to zero in on what the best targets might be.
“Technologies have been developed in recent years that can make our medicines more targeted to address the specific molecule or molecules in the immune system that may be causing the problem,” Yim says. “Older medicines tend to suppress the whole immune system, which works, but it’s a little bit like shooting a fly with a cannonball, and can be associated with many undesirable side effects.”
FDA approved Benlysta—the first targeted therapy for lupus—in 2011. Benlysta is delivered directly into a vein. It is designed to target a protein called B-lymphocyte stimulator, which may reduce the impact of abnormal cells thought to be a factor in the development of lupus.
Yim says that Benlysta doesn’t work for everyone, and not enough research has been done yet to know if it will work in people with very severe lupus. But it works well for lupus patients with skin and joint involvement, she says.
Advances in the understanding and treatment of lupus over the last several decades have resulted in people with the disease living longer.
Despite these advances, however, there remain many people with lupus who need additional treatment options. FDA remains committed to working with researchers and drug developers to help make new treatments a reality.
This article appears on FDA's Consumer Updates page, which features the latest on all FDA-regulated products.
Published: May 27, 2014
Reviewed: April 22, 2016

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