La edad de los padres y el estilo de vida están asociados con defectos de nacimiento
19/05/2016 - E.P.
Los hábitos de vida pueden tener como resultado alteraciones epigenéticas que afectan potencialmente a múltiples generaciones
Un creciente cuerpo de investigación está revelando asociaciones entre los defectos de nacimiento y la edad del padre, el consumo de alcohol y los factores ambientales, según investigadores del Centro Médico de la Universidad de Georgetown, en Estados Unidos. A su juicio, estos defectos son el resultado de alteraciones epigenéticas que pueden afectar potencialmente a múltiples generaciones.
Su trabajo, publicado en la revista American Journal of Stem Cells, sugiere que ambos padres contribuyen al estado de salud de sus hijos, una conclusión de sentido común que sólo ahora está empezando a demostrar la ciencia, dice la investigadora principal del estudio, Joanna Kitlinska, profesora asociada de Bioquímica y Biología Molecular y Celular.
"Sabemos que el ambiente nutricional, hormonal y psicológico proporcionado por la madre altera permanentemente la estructura del órgano, la respuesta celular y la expresión de genes en su descendencia -dice esta experta--. Sin embargo, nuestro estudio muestra que sucede lo mismo con los padres, su estilo de vida y la edad que tiene se pueden reflejar en las moléculas que controlan la función de los genes. De esta manera, un padre puede afectar no sólo a su descendencia inmediata, sino también a las generaciones futuras".
Por ejemplo, un recién nacido puede ser diagnosticado con el trastorno del espectro alcohólico fetal (TEAF), a pesar de que la madre nunca ha consumido alcohol, dice Kitlinska. "Hasta el 75 por ciento de los niños con TEAF tienen padres biológicos que son alcohólicos, lo que sugiere que el consumo de alcohol paterna pre-conceptual afecta negativamente a su descendencia", añade.
El informe es una revisión de la evidencia, humana y animal publicada hasta la fecha sobre el vínculo entre padres y programación epigenética hereditaria. Entre los estudios revisados, se encontró que la edad avanzada de un padre se correlaciona con tasas elevadas de esquizofrenia, autismo y defectos de nacimiento en sus hijos.
Además, una dieta limitada durante la pre-adolescencia de un padre se ha relacionado con un menor riesgo de muerte cardiovascular en sus hijos y nietos y la obesidad paternal está ligada a células de grasa agrandadas, cambios en la regulación del metabolismo, la diabetes, la obesidad y el desarrollo de cáncer de cerebro.
El estrés psicosocial en el padre está vinculado a rasgos de comportamiento defectuosos en su descendencia y el consumo de alcohol paterno conduce a una disminución del peso al nacer del recién nacido, una marcada reducción en el tamaño del cerebro en general y deterioro de la función cognitiva.
"Este nuevo campo de la epigenética paterna heredada necesita ser organizado en recomendaciones clínicamente aplicables y cambios en el estilo de vida --propone Kitlinska--. Y para comprender realmente las influencias epigenéticas de un niño, tenemos que estudiar la interacción entre los efectos maternos y paternos, en lugar de considerar cada uno de forma aislada".
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