PREMIOS FUNDACIÓN BBVA
La optogenética, más cerca de la clínica
Los artífices de la optogenética, Ed Boyden, Karl Deisseroth y Gero Miesenbök, reciben el premio Fundación BBVA Fronteras del Conocimiento en Biomedicina.
Redacción. Madrid | 20/06/2016 15:20
Edward Boyden, catedrático de Ingeniería Biológica del MIT; Gero Miesenböck, catedrático de Biología Celular de la Universidad de Oxford, y Karl Deisseroth, catedrático de Bioingeniería y Psiquiatría de la Universidad de Stanford. (DM)
La optogenética, una técnica desarrollada hace apenas una década, permite explorar con un grado de precisión sin precedentes el funcionamiento del cerebro vivo. Sus artífices son Ed Boyden, Karl Deisseroth y Gero Miesenböck, galardonados con el premio Fundación BBVA Fronteras del Conocimiento en Biomedicina, que recibirán este martes en la sede de la institución, en Madrid
Este método, afirman los premiados, se aproxima ya a la investigación clínica; consideran queayudará a descifrar qué pasa en el cerebro de las personas con Alzheimer o a mejorar el tratamiento de las enfermedades mentales.
Consiste en activar con luz grupos escogidos de neuronas a las que se les ha introducido una proteína sensible a la luz. Por ahora la técnica pertenece sobre todo al ámbito de la investigación básica, aunque ya han comenzado en Estados Unidos los primeros ensayos clínicos en que se emplea para tratar la ceguera por retinosis pigmentaria. Pronto podrían comenzar también otros ensayos que usan la optogenética contra algunas formas de dolor superficial y de sordera.
"La gran promesa de la optogenética es facilitar una mejor comprensión de la función normal del cerebro", afirma Gero Miesenböck, catedrático de la Universidad de Oxford. "La optogenética ha catalizado la transformación de la neurociencia de una disciplina de observación a una de intervención".
Pero también hay unanimidad en que lo que se aprenda servirá para desarrollar terapias más racionales y eficaces. Karl Deisseroth, que compagina investigación y docencia en la Universidad de Stanford con la práctica clínica de la psiquiatría, señala que el conocimiento proveniente de la optogenética ya está sirviendo para guiar a la clínica, concretamente en terapias contra la adicción.
Además, la optogenética ha permitido encontrar en una región del cerebro implicada en el miedo y la ansiedad -la amígdala- una vía antiansiedad.
Alcance y limitaciones
Para Edward Boyden, catedrático de Ingeniería Biológica y del Cerebro en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), la "belleza" de la optogenética es que permite "hablar el lenguaje natural del cerebro; podemos iluminar una neurona y se activará en milisegundos, y cuando apaguemos la luz las neuronas se inhibirán en milisegundos; podemos controlar la actividad neuronal con la precisión temporal del cerebro vivo intacto".
Para Edward Boyden, catedrático de Ingeniería Biológica y del Cerebro en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), la "belleza" de la optogenética es que permite "hablar el lenguaje natural del cerebro; podemos iluminar una neurona y se activará en milisegundos, y cuando apaguemos la luz las neuronas se inhibirán en milisegundos; podemos controlar la actividad neuronal con la precisión temporal del cerebro vivo intacto".
Los tres galardonados coinciden en que existen frenos para utilizarla en el cerebro de las personas. Se trata de un método cruento (es necesario introducir un cable de fibra óptica para llevar la luz al cerebro), así que antes de aplicarlo a humanos se debe garantizar su seguridad y valorar si el valor de la información que se espera obtener justifica su uso.
Otro de los aspectos que generan preocupación son las implicaciones éticas derivadas de la posibilidad de controlar conductas mediante esta técnica.
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