"La leucemia, para la mayoría de la población, sigue siendo una palabra tabú"
Desde bien pequeño, Jesús Alcaraz quería convertirse en un “detective” del cuerpo humano. Tras años de especialización, ha decidido centrar su trabajo y sus estudios en la hematología, una especialización con tan solo 60 años de vida, y ha desarrollado la terapia de plasma rico en plaquetas.
"La hematología es un área troncal que deriva directamente de otras dos disciplinas médicas –la medicina interna y el laboratorio de análisis–, que interrelaciona multitud de enfermedades y permite al especialista a modo de “detective” realizar un diagnóstico, tratamiento y seguimiento integral de la enfermedad”, explica Jesús Alcaraz, coordinador de las Unidades de hematología de Unión Murciana de Hospitales y codirector de la Unidad de terapia regenerativa del Hospital La Milagrosa (Madrid). El especialista comenta que “a pesar de que la sangre es uno de los órganos más extensos y en continua renovación, la hematología es una de las especialidades más jóvenes existentes, con tan solo 60 años de vida”. Hoy en día, aparece tanta información nueva que sobrepasa la capacidad de asimilación de los profesionales, por lo que Alcaraz cree que se “precisa un drástico cambio en el modelo de formación de la especialización y subespecialización”.
Plasma rico en plaquetas
A mediados del año pasado, Alcaraz fue premiado en la 3ª Reunión de Expertos en Reportes de Casos Médicos por su investigación con el plasma rico en plaquetas, técnica ampliamente utilizada en todo el mundo. “La técnica de obtención de factores de crecimiento permite de forma sistematizada en un único procedimiento de centrifugación obtener un producto óptimo en factores de crecimiento plaquetario, plasmático o leucocitario, según se precise para la aplicación clínica que se le quiera dar”, explica Alcaraz. De esta manera, y por primera vez, “se está aprendiendo a diferenciar un perfil de composición proteico y celular, de cada centrifugado final para una aplicación médica determinada, que sea reproducible por cualquier profesional, lo que permitirá en un futuro el diseño de ensayos clínicos, con unos resultados fiables desde el punto de vista científico”. Por otra parte, el conocimiento de cada tipo de centrifugado, permite generar un medio de cultivo eficiente in vitro para la expansión clonal de diferentes poblaciones de células madre pluri y multipotenciales.
Actualmente están estudiando sus posibilidades de uso en campos como la neurología o la neurocirugía –para la reparación nerviosa o en procesos neurológicos con perfil isquémico–, como anestesia en el abordaje del dolor crónico –resistente a terapias analgésicas convencionales–, dermatología, oftalmología y obstetricia y ginecología, entre otros.
La hematología en nuestro país
Mirando el presente, pero también al futuro, Alcaraz cree que “la hematología está de enhorabuena en España”. ¿El motivo? “La existencia de grupos de trabajo altamente cualificados en las distintas patologías de la sangre, con una capacidad de innovación y producción, cuyos resultados se están exportando al resto de países del mundo”. Y es que España se está convirtiendo en un referente mundial en esta especialidad. Para Alcaraz es necesario señalar la labor de la Sociedad Española de Hematología y todos sus grupos cooperativos. Además, el hematólogo añade que “entre el 35-40% de todos los ensayos clínicos que se realizan en España versan sobre enfermedades hematológicas”, cosa que abre el camino a la curación de patologías de la sangre que hasta ahora no tienen un tratamiento eficaz. “La generación de nuevas moléculas terapéuticas contra dianas específicas, como es el caso del desarrollo de anticuerpos monoclonales o la inmunoterapia, como la terapia CART, están permitiendo un tratamiento eficaz de la enfermedad onco-hematológica, minimizando los efectos secundarios para el paciente, a modo de terapia dirigida y particularizada a cada enfermo”, sentencia.
Alcaraz también se lamenta que “la leucemia, para la mayoría de la población, sigue siendo una palabra tabú, dada la gran repercusión mediática no exenta de excesivos mitos que tiene”. Para evitarlo, aboga por “acercar la hematología al ciudadano de a pie, que la mayoría de las veces no sabe para qué sirve o qué patologías trata”.
Terapia CART
Hablando de la terapia CART, Alcaraz cree que es una oportunidad de curación de ciertos tumores, “especialmente aquellos con especial agresividad o donde los tratamientos oncológicos convencionales ya no tienen éxito”. A pesar de ello, cree que “no desplazará a los tratamientos quimio-radioterápicos ya existentes, sino más bien se protocolizará su uso en determinadas circunstancias” y será difícil que todo paciente subsidiario pueda acceder a ella.
Alcaraz también hace una reflexión: “La célula tumoral tiene una capacidad extraordinaria de adaptación a situaciones ambientales extremas adversas, por lo que la falta de evidencia científica sólida para este tipo de terapia abre la duda de, si con el tiempo, una unidad celular tumoral puede evolucionar hacia una clona mucho más agresiva que acabe generando resistencia a este tipo de terapia, como pasa con los antibióticos”. Por eso, el experto hematólogo reclama prudencia.
Una prudencia que Alcaraz vuelve a remarcar cuando le preguntamos sobre el futuro. Y es que, si bien es cierto que estamos más cerca de diseñar herramientas terapéuticas que o curarán o cronificarán la enfermedad, “hay que tener cuidado con cada paso que damos en este sentido. El ir en contra de la natura, a veces puede darnos un revés en forma de procesos oncológicos mucho más agresivos y por tanto de difícil control”.
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