Redacción. Madrid | 27/03/2017 11:45
Diferentes formas de la proteína DIDO indican a las células madre embrionarias en qué momento comenzar el proceso de diferenciación. Es lo que ha demostrado un equipo de investigadores del Centro Nacional de Biotecnología del CSIC (CNB-CSIC) en colaboración con investigadores del centro de Biología Molecular Severo Ochoa. El trabajo ha sido publicado en
Stem Cell Reports.
Los autores del trabajo llevan años estudiando en profundidad el gen Dido y las tres proteínas que codifica (DIDO1, DIDO2 y DIDO3) para entender su papel en la biología de las células madre. Este último trabajo arroja luz sobre la maquinaria implicada en uno de los aspectos que hacen a estas células únicas: la decisión de replicarse y mantenerse como célula madre, o bien diferenciarse en una célula específica de alguno de los tejidos del organismo.
Según los autores, el gen Dido es el responsable de que la célula tome uno u otro camino. Cuando llega el momento de diferenciarse, la expresión de DIDO3 (la forma más grande de la proteína) disminuye, mientras la expresión de DIDO1 (la forma más pequeña de la proteína) aumenta. "De esta manera -asegura Carlos Martínez-Alonso, autor principal del estudio-, el gen Dido actúa como un interruptor que activa el proceso de diferenciación".
Además, según las observaciones de los científicos, ambas proteínas han de localizarse en compartimentos diferentes y muy específicos de la célula. En concreto, para que se inicie la diferenciación, Dido1 debe estar en el citoplasma. Cuando la célula madre mantiene la autorreplicación, Dido3 ha de encontrarse en el centrosoma.
"Entender los mecanismos moleculares que rigen el proceso de autorreplicacion y de diferenciación de las células madre es clave para avanzar en el desarrollo de la medicina regenerativa, fundamentalmente para poder actuar in vivo sobre las células madre adultas presentes en los distinto tejidos", explica Martínez-Alonso.
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