SEXUALIDAD | Relaciones de pareja
Códigos, normas y otras alternativas del 'amor'
Fotograma de la película 'Infiel'. El Mundo
- Las relaciones están cambiando. El concepto de amor para toda la vida ya está caduco
- Algunos expertos cuentan cómo nos puede afectar la infidelidad en la pareja
Beatriz G. Portalatín | Madrid
Actualizado sábado 08/09/2012 05:50 horas
A Frida Kahlo nunca le importó que su marido Diego Rivera fuera un mujeriego empedernido. Ella también estuvo con más hombres. Pero lo que no pudo soportar nunca fue que le engañara con su propia hermana. Para Frida, primero la lealtad, más tarde la fidelidad. Según han narrado sus historiadores, ambos parecían tener un 'código particular' que les hizo estar juntos toda la vida a pesar de importantes e intensas aventuras con otras personas.
Dicen los expertos que el amor, como enamoramiento, dura unos dos años. Después aparece lo que denominan, el amor maduro. Esto es, el afecto, el querer el bienestar de la otra persona, en definitiva, la búsqueda del equilibrio entre ambos. Pero las necesidades y las demandas de la sociedad actual no son las mismas de antes y el ser humano y especialmente las mujeres son más independientes que hace algunos años. Hoy en día, muchas parejas establecen unos compromisos explícitos, o no, que intentan mantener para salvaguardar su relación.
Y de códigos, normas y otras alternativas al 'amor' es precisamente de lo que habla 'The New Rules: Internet Dating, Playfairs and Erotic Power', (Las nuevas reglas: relaciones por Internet, Orgías y el Poder del Erotismo), el nuevo libro que acaba de publicar la escritora y socióloga Catherine Hakim. "Necesitamos una visión más flexible de las parejas, no solo la que está basada en el amor eterno", aseguraba recientemente al periódico 'The Guardian'. Con esta publicación, pretende abrir horizontes a un mundo que cambia vertiginosamente y con él, otra nueva idea y concepto del amor.
"Es cierto que la percepción y el sentimiento del amor están cambiando en los últimos años. Se han vuelto más realistas", afirma Francisca Molero, médico y sexóloga del Instituto de Sexología de Barcelona. Una de las claves, explica, es que muchas de las ficciones que podemos ver ahora en nuestras pantallas se han vuelto más creíbles. "La ficción copia de la realidad para crear sus obras, pero ésta también coge de la ficción, por tanto, la sexualidad y el amor también cambian", añade.
Pero ambos coinciden en que el verdadero cambio de todo concepto y visión del amor y las relaciones está en "el empoderamiento de la mujer", como lo denomina Molero.
Antes la mujer, explica el psicólogo, sabía que su marido podía tener otra u otras amantes, pero se 'aguantaba'. Con tal de que estuviera a su lado, él podía hacer lo que quisiera. "Ahora está claro que las cosas, afortunadamente, han cambiado", reitera el experto.
Pero a pesar de esta 'vida moderna', todavía seguimos buscando e idealizando ese amor para toda la vida. Rosa Malgar, psicóloga y 'coaching' del centro madrileño Fine&You, asegura que entre los jóvenes el deseo y el objetivo de tener una pareja para toda la vida sigue estando presente. "Existe la ilusión de tener a alguien para siempre, y tiene que ver, sobre todo, con el espíritu de supervivencia que tenemos".
José Luis Casado, matiza por su parte, que los jóvenes y adolescentes, efectivamente quieren a alguien a su lado, pero la perdurabilidad de la relación presente, teniendo en cuenta su corta edad y de que su idea de futuro es un futuro cercano, depende en gran parte de la ideología moral de cada persona. "Hay quienes creen que son eternas, vitalicias, y otros que duran, lo que dura el amor", explica el experto.
Y es que según explican los especialistas, el amor para toda la vida no se sustenta sólo de amor. Con él, debe haber al menos una de estas tres cosas: motivos económicos, sociales y el miedo a la soledad. "No hablamos de enamoramiento, sino de perdurabilidad. Para que una pareja perdure, debe haber además de amor, alguno de estos tres motivos", matiza al mismo tiempo que asegura hay personas que temen a la soledad y por ello siguen con su pareja, aunque no estén ya enamorados. "Eso depende de cada cual", afirma este especialista.
Por todo esto, y a pesar de que modelo mayoritario que predomina sigue siendo el de la 'pareja cerrada', existen cada vez más parejas que establecen unas claves en su relación. Esto es, las llamadas relaciones abiertas. Las parejas pueden tener encuentros íntimos con otras personas, pero su pareja es plenamente consciente de ello. "Todo esto depende en parte de los proyectos en común que tenga la pareja". Pero, la mayoría de las veces, no se quiere saber ni cómo, ni cuándo ni con quién. "Detalles no", aclara la especialista.
Los motivos para perdonar, o "para salvar los restos del naufragio", como afirma Casado, son principalmente: el miedo social, el miedo a estar solo, por los hijos y, por último y sobre todo, por el afecto y el cariño que la pareja se tiene.
"Una infidelidad cuesta mucho superar, incluso años", asegura la psicóloga de Fine&You. Es muy difícil que se vuelva a confiar, explica, ya que "lo peor en el ser humano es la traición". ¿Pero, puedes volver a confiar 100% en tu pareja? Montero lo tiene claro: "Depende de la pareja y de las circunstancias, pero si se está realmente arrepentido y hay una honestidad y credibilidad, se puede volver a confiar plenamente."
Además, asegura Molero que si una persona infiel no se siente culpable, se vuelve mucho más enérgica porque está viviendo de nuevo emociones que ya no vivía, por ende su bienestar físico es mejor. Pero si se da el caso contrario, y sí se siente culpable, su ansiedad aumenta y por tanto empeoraría también ese bienestar.
Pero sea más o menos saludable, se crea en el perdón o en el propio olvido, lo cierto es que la infidelidad siempre persigue el miedo en todos los seres humanos. Como afirma el psicólogo Casado, "el adulterio es la clave maestra de nuestra cultura occidental. Sin él, no existiría ni el arte, ni las canciones".
Dicen los expertos que el amor, como enamoramiento, dura unos dos años. Después aparece lo que denominan, el amor maduro. Esto es, el afecto, el querer el bienestar de la otra persona, en definitiva, la búsqueda del equilibrio entre ambos. Pero las necesidades y las demandas de la sociedad actual no son las mismas de antes y el ser humano y especialmente las mujeres son más independientes que hace algunos años. Hoy en día, muchas parejas establecen unos compromisos explícitos, o no, que intentan mantener para salvaguardar su relación.
Y de códigos, normas y otras alternativas al 'amor' es precisamente de lo que habla 'The New Rules: Internet Dating, Playfairs and Erotic Power', (Las nuevas reglas: relaciones por Internet, Orgías y el Poder del Erotismo), el nuevo libro que acaba de publicar la escritora y socióloga Catherine Hakim. "Necesitamos una visión más flexible de las parejas, no solo la que está basada en el amor eterno", aseguraba recientemente al periódico 'The Guardian'. Con esta publicación, pretende abrir horizontes a un mundo que cambia vertiginosamente y con él, otra nueva idea y concepto del amor.
"Es cierto que la percepción y el sentimiento del amor están cambiando en los últimos años. Se han vuelto más realistas", afirma Francisca Molero, médico y sexóloga del Instituto de Sexología de Barcelona. Una de las claves, explica, es que muchas de las ficciones que podemos ver ahora en nuestras pantallas se han vuelto más creíbles. "La ficción copia de la realidad para crear sus obras, pero ésta también coge de la ficción, por tanto, la sexualidad y el amor también cambian", añade.
Idealización del amor
Del mismo modo, José Luis Casado, psicólogo del Centro Senso de Valladolid, asegura que la industria cinematográfica a lo largo de nuestra vida se ha encargado de idealizarnos un 'amor' que no se corresponde "ni de lejos" con la realidad. "Tenemos un concepto de amor inculcado a través de las películas románticas de Hollywood y los cuentos de niños con final feliz. Disney ha hecho mucho daño", reitera. El experto explica que la imagen de pareja está sobrevalorada y que lo normal en la vida real, es que las parejas convivan con cierto grado de conflictividad, pero eso sí, "lo importante es saber gestionar esos problemas".Pero ambos coinciden en que el verdadero cambio de todo concepto y visión del amor y las relaciones está en "el empoderamiento de la mujer", como lo denomina Molero.
Antes la mujer, explica el psicólogo, sabía que su marido podía tener otra u otras amantes, pero se 'aguantaba'. Con tal de que estuviera a su lado, él podía hacer lo que quisiera. "Ahora está claro que las cosas, afortunadamente, han cambiado", reitera el experto.
Pero a pesar de esta 'vida moderna', todavía seguimos buscando e idealizando ese amor para toda la vida. Rosa Malgar, psicóloga y 'coaching' del centro madrileño Fine&You, asegura que entre los jóvenes el deseo y el objetivo de tener una pareja para toda la vida sigue estando presente. "Existe la ilusión de tener a alguien para siempre, y tiene que ver, sobre todo, con el espíritu de supervivencia que tenemos".
José Luis Casado, matiza por su parte, que los jóvenes y adolescentes, efectivamente quieren a alguien a su lado, pero la perdurabilidad de la relación presente, teniendo en cuenta su corta edad y de que su idea de futuro es un futuro cercano, depende en gran parte de la ideología moral de cada persona. "Hay quienes creen que son eternas, vitalicias, y otros que duran, lo que dura el amor", explica el experto.
Las claves de la perdurabilidad
La intemporalidad, asegura por su parte la doctora Molero, es más pragmática, realista e independiente. "Estaremos juntos hasta el que el tiempo quiera", asegura a la vez que añade que los jóvenes saben que el amor se tambalea y que no es omnipresente. Pero, ¿cuándo sabes que el amor se ha terminado? "Cuando dejas de interesarte y mandarle refuerzos positivos a la otra persona", dice contundentemente.Y es que según explican los especialistas, el amor para toda la vida no se sustenta sólo de amor. Con él, debe haber al menos una de estas tres cosas: motivos económicos, sociales y el miedo a la soledad. "No hablamos de enamoramiento, sino de perdurabilidad. Para que una pareja perdure, debe haber además de amor, alguno de estos tres motivos", matiza al mismo tiempo que asegura hay personas que temen a la soledad y por ello siguen con su pareja, aunque no estén ya enamorados. "Eso depende de cada cual", afirma este especialista.
Por todo esto, y a pesar de que modelo mayoritario que predomina sigue siendo el de la 'pareja cerrada', existen cada vez más parejas que establecen unas claves en su relación. Esto es, las llamadas relaciones abiertas. Las parejas pueden tener encuentros íntimos con otras personas, pero su pareja es plenamente consciente de ello. "Todo esto depende en parte de los proyectos en común que tenga la pareja". Pero, la mayoría de las veces, no se quiere saber ni cómo, ni cuándo ni con quién. "Detalles no", aclara la especialista.
Infidelidad reiterada
Otra cosa, sería hablar de la persistente infidelidad. El 40% de las personas confiesan haber sido infieles a sus parejas, pero en contra de lo que se pueda pensar, ésta puede incluso reforzar la relación. "Si la historia ha sido buena desde el principio, pero ambos se han ido alejando por el trabajo o por los hijos, si esa persona admite el engaño y hace todo lo posible por recuperar a su pareja, la relación puede incluso en un futuro salir reforzada", explica Molero.Los motivos para perdonar, o "para salvar los restos del naufragio", como afirma Casado, son principalmente: el miedo social, el miedo a estar solo, por los hijos y, por último y sobre todo, por el afecto y el cariño que la pareja se tiene.
"Una infidelidad cuesta mucho superar, incluso años", asegura la psicóloga de Fine&You. Es muy difícil que se vuelva a confiar, explica, ya que "lo peor en el ser humano es la traición". ¿Pero, puedes volver a confiar 100% en tu pareja? Montero lo tiene claro: "Depende de la pareja y de las circunstancias, pero si se está realmente arrepentido y hay una honestidad y credibilidad, se puede volver a confiar plenamente."
Además, asegura Molero que si una persona infiel no se siente culpable, se vuelve mucho más enérgica porque está viviendo de nuevo emociones que ya no vivía, por ende su bienestar físico es mejor. Pero si se da el caso contrario, y sí se siente culpable, su ansiedad aumenta y por tanto empeoraría también ese bienestar.
Pero sea más o menos saludable, se crea en el perdón o en el propio olvido, lo cierto es que la infidelidad siempre persigue el miedo en todos los seres humanos. Como afirma el psicólogo Casado, "el adulterio es la clave maestra de nuestra cultura occidental. Sin él, no existiría ni el arte, ni las canciones".
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